Son las 10 de la mañana y el autobús de la selección chilena de fútbol está a punto de realizar su ingreso en el campo de entrenamiento en el sector murciano de San Pedro del Pinatar. Los jugadores descienden uno a uno del vehículo saludando al personal de la cancha y a los profesionales allí congregados. El último en hacerlo es Arturo Vidal. El volante está molesto. Venía de compartir un video cantando en su cuenta de Instagram, pero ahora está molesto. "¿Dónde están los del Canal del Fútbol?, ¿cuáles son los sapos? Están buenos para hablar tonteras", exclama, de pronto, lanzando una serie de exabruptos y desafiando con la mirada a los periodistas. Gary Medel le toca la espalda para calmarlo. Y la práctica comienza.

Silencio institucional

Para su última salida de tono, Vidal utiliza una de sus expresiones más recurrentes, "sapos", porque entiende que alguien lo ha traicionado al hacer público un video que él mismo había hecho público en sus redes. Unas horas después de enfrentarse a los periodistas chilenos que cubren a la Selección -con los "sapos"-, aparece publicada una entrevista concedida amablemente a un diario español.

Reinaldo Rueda es consultado respecto al video, pero prefiere callar. Sebastián Moreno, presidente de la ANFP, rehúsa también hacer declaraciones. El Rey sigue siendo el Rey.