Los secretos de Mathías Vidangossy: “Mucho tiempo me jugó la cabeza en contra, pero hoy la siento a favor”
Del fondo de una depresión al golazo ante la UC que deslumbró a medio Chile y confirmó su renacimiento. La segunda vida de un futbolista con clase exquisita a través de sus propias revelaciones.
Fue un gol para ver una y cien veces. La búsqueda del espacio, la fina maniobra para irse de Asta-Buruaga, el tiqui taca sutil, derecha-izquierda, para hacer pasar de largo a Aued ya dentro del área y el toque suave con el exterior del pie para, en vez de rematar, acomodar la pelota dentro de la red. El 1-0 de Melipilla ante Universidad Católica del que todo el mundo habla. La prueba del regreso de Mathías Vidangossy, un futbolista exquisito que convivió con los bajos fondos de una depresión, que estuvo a punto de perderse. Hoy, con 33 años, el genio de la pelota está de vuelta. Aquí los secretos de su renacer recitados en primera persona hace apenas un mes. Diez conceptos que lleva grabados a fuego.
1. Metafísica.
“Soy una versión mucho más empoderada de mí mismo. Más sabia, más enfocada, con un control mental mucho mayor que antes. Transmito mensajes de empoderamiento, de que todo es posible. Este cambio, esta transformación, viene de cuando empecé a estudiar sobre la metafísica, la mente, las emociones. Igual demoró su tiempo, pero nunca me puse plazos”.
2. Alimentación.
“Me siento muy bien. Jugué gran parte de mi carrera con 75 kilos y en esta transformación me empecé a alimentar mucho mejor. Ahora estoy en 67 kilos, con una mente muy empoderada. Tengo un cuerpo que me dice ‘sí, dale para adelante’, porque me he preparado mucho para esta oportunidad. En el gimnasio y en la parte mental, me he preparado. Quiero transmitir que todo se puede lograr”.
3. Empoderamiento.
“Quiero decir que si uno quiere que las cosas pasen, pasan. Hay que saber elegir el camino, no hay que llegar y querer, o elegir a la gente incorrecta, o ser controlado por tus emociones y tu mente que a veces te hace sentir de otras maneras porque uno no lo sabe controlar. La mente es como un músculo que hay que trabajarlo siempre de buena manera para que después juegue a tu favor. Si no se ejercita, te juega en contra. Mucho tiempo me jugó la cabeza en contra, pero hoy la siento a favor”.
4. Depresión.
“Nunca tuve tema con pedir ayuda. Pero el haber contado esto unos años atrás, me cerró muchas puertas. En muchos lugares no me querían contratar porque tenía un historial en el que dije que tenía problemas con la depresión, que era inestable. Yo quería que se abriera una puerta para poder transmitir este mensaje, esta nueva versión. Toqué muchas. Me llamaban y no se concretaba nada. Uno va entendiendo que el mensaje que entregué la vez pasada, si bien no tuve miedo a entregarlo, quizás no fue bueno, porque eso me cerró muchas puertas. Al fin se abrió esta puerta y la voy a aprovechar al máximo”.
5. Motivación.
“Tengo muchas ganas. El día de mañana quiero seguir ligado en esta parte mental con las nuevas generaciones, con los niños. En el club que estoy ahora se me acercan compañeros y podemos hablar de estos temas. El mensaje que tengo que entregar es súper importante. Mi idea es poder transmitir esta seguridad, este empoderamiento, esta alegría”.
6. Transformación.
“El día que dejé las pastillas empezó la transformación. Mi mente ya no siente miedo. Fue en Valdivia, ahí empezó este proceso. Fue un proceso solitario, de mucha lectura, de mucha humildad, de empezar a verse uno mismo. La depresión marca el enfoque que uno tiene. La mente se enfoca siempre en el pasado, en recuerdos, en nostalgia, en pena, en angustia, en que las cosas no salieron como yo quería. Si uno vive con la mente puesta en el pasado, eso te genera una depresión. Al final sabía que para mejorar esta depresión no tenía que seguir tomando pastillas, solo tenía que cambiar el enfoque de mi vida. Al final, una vez que uno se da cuenta de eso, empieza a cambiar ciertas verdades que a uno lo limitaban”.
7. Golpes.
“No jugar en Villarreal, con 21 años, fue súper fuerte. Me molestó, me pesó mucho tiempo. Hoy está más que superado. Hoy lo puedo ver y me deja un aprendizaje tremendo. En Colo Colo también fue duro, pero no tanto. En todo ese tiempo que estuve, solo un técnico me hizo jugar y ese fue Labruna. Con él me reencanté con el fútbol. Unión Española fue una de las etapas más fuerte en cuanto a emociones dentro del fútbol. Fue súper extraño. Cuando jugábamos de local, Unión no llevaba mucha gente a los estadios. Exagerando, deben haber sido 20 personas que me gritaban mucho porque yo no rendía. Yo me quedaba pegado en lo que me decían. Yo me quedaba enganchado de eso. Me decían de todo. Eso fue fuerte. Yo intentaba hacerlo y las piernas no me respondían. No era fácil, era todo sicológico. Tan sicológico era que después me fui a Palestino de Pablo Guede y bien. Tuvimos charlas de tres horas, se dio el tiempo de poder hablar. Y recuerdo que el primer partido que jugué con Palestino era como si hubiese tenido 18 años. Venía de Unión con una actitud media temerosa, pero ahí no sentí nada de miedo, volví a conectarme con esa alegría de jugar”.
8. El hincha.
“La gente va al estadio a alentar o a desahogarse. Uno no puede controlar eso. Hay futbolistas que les da lo mismo, otros que les molesta, otros que los motiva, otros que quieren pelear. Yo al estar débil de mente enganchaba. Ahora es distinto, porque mi atención ya no está en esa gente, no es tema ya. Ahora lo veo como que es gente que se viene a desahogar, lo veo desde ese punto. Ya no tiene importancia, me da lo mismo”.
9. Retirada.
“En los momentos más difíciles sí pensé en retirarme. Quería tranquilidad, no tanto estrés. Pero al final siempre el corazón tiraba a volver porque es lo que a uno le gusta hacer. El haber estudiado, porque sigo estudiando, porque esto es para la vida, no solo para el fútbol, me ayuda mucho.
10. Mentalidad.
“Dentro de esa negatividad que tuve, me hubiese gustado tener esa seguridad de Alexis para ir adelante. Es un tema netamente mental. Es como uno va tomando decisiones a través de situaciones en las que las emociones ganaban. La mente a la hora de jugar fútbol es todo. Tú puedes practicar toda la semana la parte técnica, la parte táctica, pero si el fin de semana estás con la mente floja, no vas a poder desarrollar nada de lo que entrenaste. La mente es un arma súper poderosa y gran parte de mi carrera no la tuve a mi favor”.
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