Zhiying Zeng (17 de julio de 1966) no deja de hacer historia. La tenimesista firmó su clasificación a los Juegos Olímpicos y su vida sigue cambiando. Nada es igual para ella si compara su día a día con lo que era hace dos años. Ahora, Tania, nombre que adoptó en el país, está enfocada completamente en el alto rendimiento. Atrás quedaron los días en que se dedicaba al comercio en Iquique y a la crianza de sus hijos. Cuando llegue a París tendrá 58 años y se convertirá en la deportista más longeva que representa a Chile en unos JJ.OO. Según los antecedentes del Comité Olímpico, hubo un atleta que estuvo en Helsinki 1952 del cual no hay registro de edad. De esta manera, Zeng logra algo sin precedentes en la comitiva nacional.
En la antesala de Santiago 2023, la nortina contaba a El Deportivo que sus jornadas ya eran distintas luego de su llegada a la selección de tenis de mesa. En el megaevento que se desarrolló en la capital, su popularidad alcanzó niveles impensados. Se transformó en una de las favoritas del público. Llegando a tener el estatus de estrella. Su actuación se coronó con una medalla de bronce en la categoría femenino por equipos. Por aquellos días ya decía que su siguiente objetivo era estar en la cita de los anillos.
En plenos Panamericanos, el head coach Francisco Seijas explicaba como dieron con la deportista radicada en la región de Tarapacá. “Llegó a Chile hace mucho tiempo, como jugadora, pero se dedicó a otras cosas. Se casó, tuvo hijos y se metió en los negocios. Hace un tiempo jugaba en campamentos que habíamos creado, en esa liga vimos que tenía potencial y ella quiso venir al preselectivo. Clasificó y se ganó su puesto. Cuando vimos ya estaba junto a la selección. Fuimos al sudamericano, tuvo muy buenos resultados y al escoger entre varios jugadores, quisimos darle la oportunidad de estar en estos Juegos”, relataba el entrenador.
¿Cómo recuerda su clasificación a los Juegos Olímpicos?
Fue muy emocionante. Aun no logra bajar la emoción. Todos los días hablo con mi familia, con mis amigos. Me felicita la gente. Aun estoy muy emocionada por lo que sucedió. Quiero llegar allá, a París, ya me imagino estando en la Villa Olímpica, compartiendo con más deportistas... Es un sueño.
¿Ha conversado con Paulina Vega sobre la clasificación de ambas?
Sí, con Paulina hablamos mucho. Me dice que viajemos juntas a París, que lo vamos a pasar muy bien allá. Ella ya ha ido a otros Juegos Olímpicos antes. Hablamos mucho sobre lo que viene. Ella es más joven, pero tiene la experiencia de como es. Me dice que la vamos a pasar muy bien.
¿Qué metas se traza en los JJ.OO? ¿Cómo se imagina en París?
Quiero poder competir en París. Ganar algunos partidos. Yo sé que se puede. Allá son todos deportistas de alto rendimiento. Atletas de élite. Pero sé que puedo competir. Sí he logrado llegar hasta acá... La idea es ganar algunos partidos. Tengo la experiencia de los Juegos Panamericanos, donde uno comparte mucho con otros competidores en el comedor, cosas así.
Su vida sigue cambiando...
Después de los Juegos Panamericanos llegó el cambio completamente. Ahora estoy enfocada 100 por ciento en el deporte. Hay gente que me ayuda con la empresa, con lo que hacía antes. Mi hermano es un gran apoyo. Yo ya no estoy viendo eso, me he dedicado solo a entrenar y competir. Me dicen que siga mi sueño. Dejé de lado las otras cosas, ahora estoy enfocada completamente en el tenis de mesa.
¿Tiene contacto con su familia en China?
Mi hermano y mi papá están en China. Mi papá tiene 92 años. Me contaron que festejó casi saltando cuando vio mi clasificación a los Juegos Olímpicos. Él es un adulto mayor y habíamos dejado de hablar hace un tiempo por eso mismo. Pero ahora hace el esfuerzo y me escribe. Me felicita por mis logros. Están todos contentos. Me dicen que siga mis sueños. Desde que yo era pequeña jugaba tenis de mesa en China y ahora, imagina, con 57 años estoy logrando esto.
Una historia que no deja de sorprender...
Yo digo que la gente no debe rendirse. Cuando sean los Juegos Olímpicos, en julio, yo ya habré estado de cumpleaños, o sea, tendré 58 años. Todos deben perseguir sus objetivos.
¿Cómo han sido sus últimos meses? ¿Cómo se preparó para competir por la clasificación?
Después de los Juegos Panamericanos volví a Iquique y estuvo practicando allá, con mi entrenador personal. Después me dijeron que tenía que venir a un selectivo clasificatorio. Ahí viajé a Santiago. Ha salido todo bien. He logrado adaptarme bien físicamente, no he tenido complicaciones.
¿Cómo logra competir con gente que es menor que usted?
Todos con los que entreno son más jóvenes. Me dicen que soy como su tía y, claro, podría ser su tía, pero todos somos competitivos. De repente, cuando doy un mal golpe, tiro un garabato por el movimiento. Todos entrenamos bien.
¿Ha tenido que lidiar con la popularidad?
La gente me escribe. Ahora de nuevo. Me tiran mucha buena onda, es muy lindo.
Luego de los Juegos Olímpicos tendrá 58 años, ¿hasta cuando se plantea seguir compitiendo?
Yo quiero seguir hasta donde me dé. Después de los Juegos Olímpicos quiero seguir jugando, no he pensado en detenerme aún. No sé cuando tiempo pueda seguir en el alto rendimiento, pero me hay torneos masters, donde podría seguir jugando. Esta es mi pasión, es lo que más me gusta hacer.
¿Cuál es el techo del tenis de mesa en el país?
Veo muy bien a la disciplina en Chile. Yo entreno con chicos muy jóvenes, porque los mejores del país practican más en el extranjero, entonces yo en Iquique y en Ñuñoa, en el Centro de Entrenamiento Olímpico, estoy con jugando con juveniles y veo mucho futuro en este deporte. Creo que puede seguir creciendo.
¿No le complica estar lejos de su familia?
Llevo más de un mes fuera de Iquique. Tuve que viajar a competir en Santiago, luego vino el preolímpico en Lima y ahora tocó venir a Brasil. No sé cuando iré de nuevo a mi ciudad. La idea que tengo es poder estar antes de los Juegos Olímpicos, pero aun no tengo claro el itinerario que tendré.