Las oficinas de la UD Almería en el Estadio de los Juegos del Mediterráneo son un torbellino administrativo desde que el 2 de agosto lo adquirió el ministro saudí de Entretenimiento, Turki el-Sheikh. En medio de la agitación destaca la figura magra, barbuda, hiperactiva, de Mohamed el-Assy. Nacido en El Cairo hace 36 años, ejerce de director general y director deportivo, todo en uno. Es el brazo derecho del nuevo propietario. Juntos forman un tándem insólito en la gestión del proyecto que lidera la clasificación de Segunda.
Pregunta. ¿Es correcto referirse a Turki el-Sheikh como jeque?
Respuesta. Sí. El término tiene tres connotaciones: religiosa, política y social. Se le llama jeque al líder religioso, al hombre con responsabilidad de gobierno, o al aristócrata. Turki al-Sheikh es jeque por las tres razones. Además, hizo su propia fortuna como productor musical. Tiene muchos talentos. Es uno de los más famosos letristas de canciones del mundo árabe. Ha escrito muchos de los mayores éxitos. Escribe en tono formal y coloquial. Es uno de los cinco poetas más importantes del mundo árabe. Y es el único ministro saudí que discute públicamente en redes sociales.
P. El razonamiento es intuitivo: si el propietario del Almería es además ministro del Gobierno saudí y consejero privilegiado del jefe del Estado… el Almería es de propiedad estatal.
R. ¡El propietario es ministro de Entretenimiento, no de Defensa! Si Arabia Saudita quisiera comprar un club para proyectar su imagen al mundo compran el Valencia no el Almería. Este es un proyecto individual. Es el proyecto de Turki al-Sheikh. Él quiere que dentro de dos o tres años la gente diga: "¡Oh! ¡Este hombre de Arabia Saudí es muy inteligente! Vino aquí, de la nada le dio valor a todo, y ganó mucho dinero. No es un idiota que viene a gastar dinero". Si Arabia Saudita quisiera comprar un club es para ganar la Champions no para ascender a Primera.
P. ¿Pero usted no advierte que en España existe la sospecha de que el Almería es un proyecto impulsado por el Gobierno saudí?
R. Se lo dije a Javier Gómez [director general corporativo de LaLiga]: "Si tú imaginas que este proyecto está respaldado por el Gobierno saudí, y esto es como el City o el PSG, entonces es el chiste del año. ¿Por qué? Primero porque Arabia Saudita es mucho más grande y rica que Catar o los Emiratos. Población: 40 millones contra 1,3 de Emiratos. Arabia Saudita tiene cuatro veces la superficie de España: 2 millones de kilómetros. Los Emiratos son más pequeños que Portugal. Abu Dabi es el único lugar de los Emiratos con petróleo. Dubai no tiene nada. Catar básicamente tiene gas. Abu Dabi produce 3,5 millones de barriles por día. Arabia Saudita 13,5 millones por día. ¿Imagina la diferencia? Rusia y Arabia Saudita producen la mitad del petróleo mundial. Arabia Saudita supera con mucho la economía de Catar y los Emiratos combinados. ¿Por qué Arabia Saudita va a pelearse con Javier Gómez por dos millones de euros? Se lo dije a él: "¡Si me avalara el Gobierno Saudí voy y compro el Manchester United, amigo, y no pierdo mi tiempo en la Segunda División española con la esperanza de un ascenso! ¡Compro un club de 1.000 millones, no de 21!
P. ¿Cuál fue la reacción de LaLiga? ¿Por qué les permitió subir los gastos?
R. LaLiga no nos hizo un favor. Hicimos lo correcto. Estudiamos la ley, aprendimos lo que podíamos y lo que no podíamos hacer, y en realidad LaLiga fue muy estricta con nosotros. Por ejemplo: LaLiga dice que cuando tienes un patrocinador puedes aumentar el tope salarial con el 100% de los ingresos de ese espónsor. A nosotros nos dieron un pequeño porcentaje porque dicen que nuestros patrocinadores del Oriente Medio pagan más del valor de mercado de la Segunda española. ¡No consideran que nuestra audiencia en todo el mundo árabe es mucho mayor que la audiencia de cualquier club de Segunda! Pero cuando LaLiga firmó el acuerdo con Arabia Saudita para que los jugadores vinieran aquí no se quejaron, a pesar de que el acuerdo los compensaba con un precio que estaba por encima del valor del mercado. Claro: como ingresaban dinero, no protestaron. Ahora con nosotros son rigurosos. Y es injusto. Porque si tengo más conexiones y soy más inteligente que otros clubes para conseguir más patrocinadores por más dinero, estoy en mi derecho porque trabajo más. ¿Quieren que trabaje menos? Para mí es un paquete normal. No estoy trayendo 20 millones de euros. Estoy trayendo un patrocinio de siete millones. Es lógico. Y otra cosa que me asombra es que LaLiga, tan estricta con nosotros, permitiera al anterior presidente del Almería autopatrocinarse con la empresa Urcisol, que es de su propiedad. Eso a LaLiga no le importó. Nosotros no tenemos acciones en ninguna de las empresas que nos patrocinan. Ni una acción. Y son compañías famosas en todo el mundo árabe. En las redes sociales verán que uno de nuestros seguidores es el príncipe Alwaleed bin Talal, propietario del City Bank, EuroDisney, el 30 % de la Fox con Murdoch… ¡Es más rico que mi jefe y es seguidor del Almería! Nuestra prioridad es la gente de Almería, después, nuestro mercado es Arabia Saudita y Egipto.
P. Ocurre en el Valencia, en el PSG, y en muchos otros clubes adquiridos por propietarios multimillonarios que acaban entrometiéndose en las decisiones deportivas haciendo que los equipos fracasen. ¿Por qué en el Almería será diferente?
R. Usted olvida quién es el propietario. Hasta la semana pasada el jeque fue el presidente de 57 federaciones de fútbol. Como presidente de la Federación Árabe y la Federación Islámica de Fútbol, supervisaba 57 federaciones. Y además fue el Ministro de Deportes en Arabia Saudí. Durante su mandato el país invirtió 300 millones de dólares en fútbol bajo su supervisión personal. Él conoce en persona a cada uno de los clubes y los grandes agentes del mundo. Desde Mendes, Raiola... No está lejos del fútbol y cuando dirigió clubes en Arabia y Egipto tuvo un enorme éxito. Ahora está desarrollando la metodología de entrenamiento de los jóvenes personalmente. Él solo. Invita entrenadores de todo el mundo para hablar con ellos, para que le expliquen sus métodos, porque él quiere crear una metodología especial para el Almeía [Turki el-Sheikh ha publicado en redes sociales sus encuentros con Ángel Cappa, Abelardo, Quique Setién, Karanka o Pablo Machín].
P. ¿Ustedes quieren crear una metodología especial de formación de jugadores para la cantera del Almería? ¿No se inspiran en otras canteras?
R. Por supuesto. No nos inspiramos en nadie.
P. ¿Usted qué carrera tiene?
R. Estudié Economía y Finanzas en Londres y Canadá. Comencé a dedicarme a negocios del fútbol hace 12 años cuando trabajaba para el banco Standard Chartered, en Londres. En aquella época todavía era legal el TPO [Third Party Ownership, la posibilidad de que la licencia de un futbolista pudiera tener más de un dueño, o pertenecer a un fondo de inversión]. El Standard Chartered tenía un departamento de cazatalentos de futbolistas. Fue la primera vez que vi un departamento dedicado al fútbol en un banco. ¿Qué hacían? Comprar jugadores y colocarlos. Como soy un hombre de fútbol, empecé a aprender. En vacaciones tomaba cursos y viajaba. Fui a Portugal y estudié los casos del Oporto y el Benfica, que compraban barato y vendían los jugadores por muchísimo dinero sin perder capacidad competitiva.
P. El próximo viernes la UD Almería organizará un festival de música de entrada libre en el centro de Almería. ¿Para qué?
R. En 2019 los clubes pueden tener un papel mucho más impactante en el aspecto social que futbolístico. Son industrias que dan exposición a los países, márketing, turismo, atraen inversión. Nuestro proyecto es mucho más pequeño que el del Madrid o el Barcelona pero tenemos grandes ambiciones. No solo queremos tener éxito en el campo de juego sino que el Almería se convierta en el elemento central que haga que todo en la ciudad gire alrededor. Es importante hacer feliz a la gente con un ascenso pero también nos interesa tener un papel social, por ejemplo con una fundación para ayudar a personas sin recursos. También generar actividades populares alrededor del club. No es nuestro club, es el club de la ciudad. Es una idea de comunidad.
P. ¿Qué tiene que ver la idea de comunidad con regalar dos Audis por partido, que al cabo de la temporada pueden suponer más de un millón de euros?
R. Desde un punto de vista financiero puede que al cierre del ejercicio pierda dinero. Pero por el momento creo que estoy obteniendo muchos beneficios. Y algo más importante: estamos ayudando al equipo a ganar partidos. Tener 11.000 personas apoyando no es lo mismo que tener 2.000. Ganas en todos los frentes. Ganas partidos, entretienes a la gente, y haces algo bueno socialmente. Cuando una persona sin recursos se gana un Audi Q3 gratis, solo porque se ha sacado un abono de temporada, es fenomenal. Si al cabo del año tienes 30 personas con coche nuevo creo que es algo muy bueno para la ciudad.
P. ¿Por qué eligieron Almería?
R. No estaba planeado así. Nuestro primer plan fue tener un club. Ya tuvimos un club en Egipto. Allí vimos una oportunidad como esta y compramos un club solo por un año: el Pyramids FC. Fuimos propietarios la temporada pasada. Construimos la plantilla en 30 días y casi ganamos la Liga: perdimos en las últimas cuatro semanas y quedamos terceros. Le ganamos partidos al Al-Ahly y al Zamalek, los clubes más grandes de África, y llegamos a la final de Copa. Nos convertimos en el primer club en impacto en redes sociales y con más patrocinios en África y los países árabes. De la nada: porque el Pyramids era un club privado sin tradición, sin hinchas, sin ciudad, que subió a Primera en 2017. Después de esto nos hicieron una gran oferta de los Emiratos. Lo vendimos en dos horas. Casi duplicamos lo que invertimos. Nos quedamos sin proyecto pero con un equipo ya completo: Pedro Emanuel, el entrenador, el ojeador Darío Drudi, el jefe de operaciones Joao Gonçalves... Ahora estamos aquí. En nuestro organigrama yo ejerzo funciones de director general y director deportivo.
P. ¿Usted es el director deportivo?
R. Yo soy un hombre de fútbol. Trabajé durante años en el Al-Ahly y el Zamalek. En Al-Ahly fui responsable de todo con la anterior presidencia. Fui propietario de la empresa más grande de márketing deportivo en Egipto y entonces el presidente del Al-Ahly me pidió ayuda como consultor para que auditara todo. Hicimos una regeneración. El club atravesaba un momento muy malo. Tenían a Juan Carlos Garrido, el que fue técnico del Villarreral, y perdieron todos los títulos. Fue desastroso. Lo echaron y cuando llegué permanecí tres años. Jugamos dos finales de Champions de África y ganamos la Liga y la Copa. Después de eso el ministro quiso montar el Pyramids, así que me pidió dirigir el club, el canal de tv, etc. Y me fui a trabajar con él. Cuando vendió el Pyramids me dijo: "ya sé que tu especialidad es África pero sé que puedes tener éxito en Europa; quiero que dirijas un club y que lo conviertas en una referencia y que tú estés a la cabeza del proyecto". Así comenzamos a estudiar clubes: dos en la Serie A, dos en LaLiga, y uno en Francia. Pero descubrimos demasiadas deudas. El ministro ocupa una posición crítica. Quiere una situación muy clara porque es una persona que ya tiene los focos encima donde vaya y la gente lo fiscaliza continuamente. Quiere claridad. Por ejemplo, me dijo: "si compras, compra el 100%". Ni más ni menos. Debe defender su reputación. Evitar maledicencias. Como no encontramos estas situaciones claras nos detuvimos. El tiempo pasaba y comencé a pensar en esperar a la temporada que viene. El ministro insistió: "¡Ahora! ¡Lo tenemos que comprar ahora!" Entonces fuimos a comprar un club grande de Bélgica. Un Primera. Histórico. Y surgió el Almería. Examinamos otros perfiles de Segunda, clubes incluso más grandes con más infraestructuras pero con deudas más grandes también. La ilusión del ministro era coger algo pequeño y desarrollarlo. Él es una persona energética. Tiene 40 años. No tiene deudas. Quiere trabajar. Es una persona muy creativa. Por ejemplo: la idea del coche es suya. Él interfiere en nuestro trabajo incluso en los detalles más nimios. Pregunta, quiere conocer, quiere hacer cosas, quiere saber cómo funciona todo personalmente. Mi opinión fue que era preferible un Segunda en España que un Primera en Bélgica; porque aquí veo más futuro. Puedo subir a LaLiga. Si subo a LaLiga mi objetivo puede ser afirmarme allí, si me afirmo puedo ambicionar luchar por un lugar en Europa. Si voy a la Europa League tendremos ocasión de jugar al menos ocho partidos al año con 4-5 clubes punteros del mundo. Puedes invitar a tus amigos, a gente importante del Medio Oriente. Si te quedas en Bélgica tal vez no vaya a verlo ni el propietario! La otra cuestión fue que aquí en Almería el presupuesto estaba muy claro: todo por 10 millones. Si hay algo oculto es fácil de detectar. Descubres las deudas rápidamente. Así es que verificamos que las cuentas estaban en regla muy rápido porque fue poco papeleo. No es como comprar el Udinese... Aquí no hay grandes operaciones. Las cosas son simples. Ni infraestructura ni capital. Nada.
P. ¿Qué le pidieron al Ayuntamiento?
R. Nos reunimos continuamente. El Ayuntamiento está colaborando para ayudarnos en todas las formas legales posibles. Primero acordamos que cogeremos un nuevo terreno para la nueva Ciudad Deportiva. Estará terminada en 90 días.
P. ¿Sólo 90 días?
R. Sí. Hablo de las necesidades básicas de cualquier club. Para comenzar un negocio hay unos requisitos mínimos. Yo necesito que mi equipo entrene en mi campo. No ir a otra parte en un mal campo con mala hierba porque no tenemos donde ir. Eso no es profesional. No pretendo que el Almería sea mejor que el Madrid ni el Barcelona. No estamos soñando. Somos gente realista. Queremos que el club sea un club top en Europa, y cuando dices eso necesitas condiciones: una sede, un estadio, unas buenas instalaciones para entrenar en un buen edificio con un buen restaurante y un buen gimnasio. Esto no cuesta cientos de millones. Es muy simple. Lo que digo se puede conseguir por dos millones. No es una inversión gigante. Hemos empezado por una inversión de 20 millones, más jugadores. Es muy normal invertir el 10% de esa cantidad para proporcionarles mejores condiciones, para protegerlos de lesiones, y para que se desarrollen rápido. Y para convencer a jugadores de más nombre de venir aquí. Porque con estas instalaciones los grandes jugadores no vienen.
P. ¿Qué objetivos a largo plazo se marcan?
R. Ahora tengo dos sueños. Queremos ascender a LaLiga. Esto es evidente. De otro lado, no nos tomará mucho trabajo convertirnos en los número uno en redes sociales: y sin seguidores fake. Solo con seguidores reales. Para atraer gente tenemos nuevas ideas que no se han puesto en práctica en España. Sabemos lo que hacemos. El equipo que está tras esto es una mezcla de egipcios y españoles. Estamos mezclando culturas. Asimilamos las buenas cosas de ambos lados y nos deshacemos de las malas. Es una de las cosas que me gustan de estar aquí. Esto es como las Naciones Unidas: tenemos un entrenador portugués, un director técnico portugués, un director general egipcio, un médico y un fisioterapeuta brasileño, un marroquí, un saudí, un japonés en redes sociales, y por supuesto muchos españoles… Cuando juntas culturas surgen las mejores ideas. Así soy yo y así es el propietario. Si a él le preocuparan las nacionalidades, las religiones y todo esto, no habría puesto su confianza en un egipcio para estar a la cabeza de su empresa. A él le da igual. Si cree que tú puedes darle lo que quiere, trabajará contigo aunque seas de Plutón.
P. Idealmente, ¿qué posición imagina que puede llegar alcanzar en LaLiga?
R. La idea es convertirnos en un club respetado. No pretendemos ganar LaLiga. Solo ocupar un buen lugar como han hecho el Betis o el Villarreal en las últimas temporadas. Y desde el punto de vista financiero queremos obtener beneficios. Esto no es una ONG. En el papel ya hemos generado beneficios. Compramos por 20 y hasta ahora no hemos invertido ni un euro de nuestro bolsillo: cero.
P. LaLiga advierte de que ustedes hicieron una ampliación de capital por valor de 30 millones de euros…
R. Es verdad. Lo hicimos para que LaLiga nos permitiera incrementar el límite salarial y los ingresos por patrocinio. Pero esa ampliación todavía no la gastamos. Está depositada en un banco y esperamos recuperarla.
P. ¿Podría explicar sus cuentas con más precisión?
R. Gastamos 20 millones para comprar la licencia del club a Alfonso García Gabarrón [anterior propietario del Almería]. Lo demás lo hemos pagado con los ingresos del club. La gente dice: "¡Oh! ¡Compraron todos estos futbolistas!". Muchos de estos jugadores vienen gratis y muchos vienen prestados con una opción de compra. Puedo decidir si los compro o no el año que viene, y en ese caso se apuntarán en el presupuesto de la temporada 2020-21. Si subimos a Primera este año, el propietario no gasta ni un euro de su bolsillo. Solo los 20 millones. Pero si ahora evalúas toda la plantilla del Almería no cuesta 20 sino 76 millones de euros.
P. ¿Por qué si suben no gastarán nada?
R. Si subimos a Primera no necesitamos gastar nada de nuestra ampliación de capital. Si subimos, nuestros patrocinadores aumentarán exponencialmente. Quizás lleguen hasta los 50 millones o más. Más 40-45 en derechos televisivos. Mínimo. Los ingresos por las entradas pueden duplicarse o triplicarse.
P. ¿Se obtienen más beneficios comprando un club pequeño y desarrollándolo que comprando un club grande y ganando la Champions?
R. Por eso nos interesaba especialmente comprar un club pequeño para hacerlo grande. Es lo más difícil siempre que no tengas el knowhow. Pero si tienes el knowhow es relativamente sencillo, más interesante y más llevadero porque trabajas sin presión. Llegamos aquí cuando el Almería estaba cerca de irse a Segunda B con el riesgo de desaparición que eso conlleva. Si este año quedamos octavos o jugamos los playoffs estaremos en una mejor posición. ¿Verdad? ¡No tengo presión!
P. Se ha gastado prácticamente todo el dinero en fichajes en futbolistas tan jóvenes que apenas tienen registros: cuatro millones de euros en Darwin Núñez, de 20 años; y ocho en Arvin Appiah, de 18. Nunca se ha gastado tanto dinero en un fichaje en Segunda.
R. Cuando compro no calculo si compro para Primera o Segunda. Calculo lo que compro. Por ejemplo, si hoy quisiera vender a Darwin lo vendería por 12 o 15. Y todavía no ha jugado ni un partido. No ha debutado aquí pero ya fue a su primera convocatoria con la selección absoluta de Uruguay, que tiene a Stuani, Suarez, Cavani… ¿Comprende? Entrenó con ellos y pudo participar. Solo con eso duplicas su precio.
P. Pero cuanto más joven es un futbolista más riesgos corre de perder la inversión...
R. Por supuesto. Pero el United habría matado por comprar a Appiah por el mismo precio. ¿Por qué? Porque es inglés, no africano. Y jugó en la Segunda inglesa con solo 17. Es el mejor sub-21 inglés del momento. Si las cosas transcurren con normalidad lo venderemos a un club de mitad de la tabla de la Premier dentro de dos años por unos 30 millones. No hablo de una revelación. Basta conque no se lesione. El desarrollo normal de este talento debe convertirlo en uno de los mejores de su generación. Con Ante Coric sucede lo mismo. Pero está cedido: solo pagaremos por él seis millones a la Roma si ejecutamos la opción de compra en 2020.
P. ¿No le interesa comprar jugadores consagrados?
R. Hago cálculos diferentes. Mi trabajo durante años ha sido comprar y vender jugadores para clubes. Cuando lo hago, lo hago siguiendo patrones de carteras de inversión en bolsa con un equipo muy grande de analistas de big data. Al estilo del bróker de banca. ¿Qué haces? Estableces aproximaciones. Calculas una media. Empleas logaritmos. Los números reflejan toda la realidad. Tengo 15 jugadores jóvenes que me costaron digamos 20-18 millones. La media de cada uno está entre 1 y 1,5 millones. Si consigo vender los 15 por una media de cinco millones ya obtengo muchos beneficios. Más del doble o el triple de la inversión inicial. En realidad, no gastamos mucho: somos conservadores. Porque tienes muchos jugadores para vender. Por ejemplo, Gassama o Panadero, dos jugadores que nos encontramos y que estaban por dejar el Almería. Gassama solo había jugado en Tercera. Cuando llegué dije: "nos los quedamos". Le dije al entrenador: "trabaja con ellos; será bueno". Ahora Gassama es el máximo goleador de Segunda [suma cinco tantos]. Si mete tres goles más, ¿cuánto valdrá Gassama? Mínimo 5-6 millones. ¡No somos idiotas! La industria del fútbol moderno se basa en la ciencia. Si tienes los detectores de talento adecuados, si haces los análisis adecuados, si contratas a los entrenadores adecuados para formar a esos talentos… Si completas el círculo nunca pierdes. A menos que tengas mucha mala suerte.
P. El entrenador, el director de operaciones, jugadores... ¿Por qué contrata tantos portugueses? ¿Jorge Mendes tiene intereses en el Almería?
R. ¡No! Yo soy el que los contrata porque a mí me encanta trabajar con portugueses. Son los mejores del mundo en el arte de adaptarse a cualquier civilización. Son una cultura de exploradores; son gente que no se deja dominar por el ego nacionalista y eso les ayuda a relacionarse y absorber otras culturas. Son gemelos de los fenicios. No añoran su cultura como los otros pueblos. Cuando se encuentran en un ámbito extraño jamás intentan romper el sistema y el sistema nunca los rompe. Por eso los portugueses son muy inteligentes como gestores del fútbol. Han creado mucho con herramientas pequeñas. Han creado una gran Liga con una población relativa pequeña, una geografía pequeña… Tienen 250 entrenadores con licencia FIFA pro fuera de Portugal. Más que España, Inglaterra, Italia, Alemania y Francia juntas.
P. ¿Y futbolísticamente, no cree que es importante cultivar el estilo de la escuela española, al menos en Almería?
R. Futbolísticamente España es lo mejor. Eso es incuestionable. Pero la Liga portuguesa es una excelente preparación para LaLiga. Por eso muchos de mis fichajes pasaron por la Liga portuguesa: el entrenador, Petrovich, Maras… Son posiciones críticas y se adaptan fácilmente. Por eso también es importante tener muchos jugadores españoles, especialmente en la Segunda, que a veces es más complicada que LaLiga.
P. ¿Qué relación tiene con el jeque? ¿Hablan cada día? ¿Debaten cada decisión?
R. Sí. Somos un equipo. Esto no es secreto. Todos en Arabia lo saben. Él interfiere en todo. No solo en la toma de decisiones. Está lleno de energía. No para. Duerme tres horas y el resto del día trabaja. Si hay un workaholico extremo en el mundo es él.
P. ¿Él toma decisiones tácticas, de fútbol?
R. Claro que no. No es entrenador. Pero está estudiando para sacarse el título. Por eso ha llevado a tantos técnicos a Arabia Saudí, para aprender.
P. ¿No teme que acabe interfiriendo en el trabajo del entrenador?
R. No porque es un hombre listo. Nunca pretenderá entrenar al equipo él mismo. Pero hay cosas en las que el presidente puede interferir. Si una decisión deportiva puede generar pérdidas insostenibles desde el punto de vista financiero, el presidente debe interferir. Hay esferas que son del entrenador, pero existe una cosa que son los presupuestos. Y debe haber un límite. De lo contrario el entrenador no pararía de pedir futbolistas. ¿Y entonces, quién va a pagar los salarios? No nos equivoquemos. La gente que piensa en el propietario del Almería, tiene en el subconsciente la imagen del poderoso jeque árabe que tiene mucho dinero. Ese no es el caso. Estamos ante una versión nueva. Cuando llegó a Egipto nunca habíamos visto algo igual. En Egipto también teníamos este preconcepto de los jeques. Pero Turki el-Sheikh es diferente. Pertenece a otra generación.
P. ¿Qué competencias tiene un ministro de Entretenimiento?
R. Construir la nueva Arabia Saudita: un país más abierto al mundo, que proporcione más derechos a la mujer, que garantice más libertades. No tan conservador como antes pero respetando las tradiciones. Alentando una nueva industria del entretenimiento y el turismo interno que haga que los saudíes en lugar de irse de vacaciones a la Costa Azul, a las Baleares o a Marbella, se queden gastando el dinero en su propio país. El propietario del Almería fue el primero en permitir a las mujeres que entraran a los estadios de fútbol en Arabia Saudí. Allí por primera vez se están celebrando conciertos de música, incluso con artistas mujeres. Él fue el primero en fomentarlo. Es un hombre del Renacimiento. Un modelo nuevo.
P. ¿Cómo explica el rendimiento automático del equipo, con un núcleo de futbolistas de la anterior etapa?
R. Los jugadores juegan como si estuvieran en la final de la Copa del Mundo. Con pasión. Por dos razones. Son muy profesionales y se han unido muy rápido. A veces trabajas muy duro y no tienes suerte. La suerte completa el último eslabón de la misión imposible. No somos la razón de todo. Nadie es la razón de todo. A veces hace falta suerte y la hemos tenido con la plantilla. Los jugadores comparten esa expectación con los aficionados y de la ciudad. Todos están viviendo este sueño. Si el jeque y yo tenemos éxito será porque logramos convencerlos de que este sueño es el sueño común: de la gente de Almería, de los aficionados, de los jugadores... ¿Por qué regalamos coches? Para que apoyen a su equipo, no a mí. Aquí nosotros solo somos los propietarios de la licencia. Todo lo demás es de la gente. Si la gente no está con nosotros nos quedamos sin nada. El capitán, René, me lo dijo: los jugadores jamás han visto a la gente como ahora.
P. Publicó su foto en Twitter con Appiah, diciendo que se lo habían quitado al United. ¿Fue un acto de fanfarronería?
R. Sí, fanfarroneaba. Es verdad. Soy un hombre honesto. Pero le diré algo: a veces necesitas hacer estas cosas por marketing. ¿ok? Si preguntas a cualquiera en el mundo si es normal que un jugador rechace ir al United para fichar por el Almería, ¿qué dirán? Esto ocurrió de verdad. Es la prueba de que trabajamos duro. ¡Hemos convencido a un jugador inglés! Al día siguiente la Fox emitió un vídeo en Australia y Estados Unidos hablando de esto. Y el Sun nos dedicó una página. Esto es un mercado libre. Y es muy caro situarse. Esto es lo bueno de la mezcla que tenemos aquí: los españoles son los mejores del mundo para jugar al fútbol; pero la mezcla es mejor. Cualquier gran civilización surge de una mezcla. El Renacimiento europeo en el siglo XV es tributario de la cultura árabe de Andalucía. De ahí salieron los químicos, los científicos. España conquistó el mundo porque primero se mezcló con los árabes. Ahora los árabes están intentando recuperar el knowhow de los europeos desde hace un siglo. Yo soy egipcio. ¡Somos la historia! Los faraones exportaron la civilización a Grecia, y los griegos la rehicieron a su manera y la exportaron a Roma. Siempre te influye alguien extraño. Una de las cosas que convierten a España en un país especial es esta mezcla. Por eso los españoles, y los almerienses en particular, nos han recibido tan bien.