Los secretos más íntimos de la controvertida partida de Joaquín Niemann al LIV
El padre del mejor golfista en la historia de Chile habla con El Deportivo sobre la marcha de su hijo del PGA, para liderar la revolución que planea el nuevo tour. Aclara que la decisión va más allá del dinero y se muestra entusiasmado por lo que viene. El talagantino va por el título en Boston.
El fichaje de Joaquín Niemann por el LIV Golf no dejó a nadie indiferente. Desde que la superliga saudí anunció al chileno dentro de los jugadores que cruzaron el charco tras los playoffs del PGA, miles de fanáticos se posicionaron sobre lo que viene a ser un cambio significativo para el golf nacional. Muchos aplaudieron la decisión de experimentar un circuito en donde la libertad del jugador y las ganancias son mayores. Pero también otro grupo criticó con fuerza la determinación de dejar de lado el tour con más historia del planeta en este deporte.
En medio de ese periodo de ebullición y sensaciones opuestas, Jorge Niemann, padre del mejor golfista en la historia de Chile, conversa con El Deportivo para contar las verdaderas motivaciones que llevaron a su hijo a dejar el PGA. Dice que no busca recriminar a quienes lo critican, sino que mostrar el panorama completo. Uno que va más allá de simples millones y es que el LIV es un plan ambicioso, que busca (y que casi parece destinado a) comerse el mundo del golf. Uno que arrancó este 2022 con ocho torneos y que en 2023 se expandirá a diez fechas repartidas a lo largo del planeta, con formatos y códigos distintos a los que vive el golf tradicional. Atrás quedaron las jornadas extenuantes, los campos silenciosos. El LIV quiere dar un golpe sobre la mesa.
Lo primero que parte comentando Jorge Niemann son los motivos por los que su hijo dejó el PGA tras cuatro temporadas disputando los mejores torneos de Estados Unidos. Tres ideas principales conforman su explicación: los factores monetario, deportivo y personal.
Obviamente, el tema más mediático de este cambio ha sido el dinero. Muchos han apuntado que la decisión gira exclusivamente en torno a eso, pero el mayor de los Niemann es más cuidadoso con aquello. Dice que fue un factor importante, pero no el único. Aclara que la oferta era una gran oportunidad, ya que le ofrecieron un contrato por cinco años y que era mucho más importante que la que tenía ahora. Recibió US$ 100 millones con impuestos, que serán pagados en dos cuotas.
“Yo no soy quién para corregir o convencer a los que opinan que se fue por plata o que es un mercenario. Cada uno piensa lo que quiere, pero como dice un amigo, al final ellos van a terminar cambiando el canal igual. Pasarán a ver el LIV… Es verdad que antes él ganaba buena plata y que los torneos tenían más historia, pero esto está empezando y viene para arriba”, comenta Jorge Niemann en conversación con El Deportivo.
La declaración va acompañada de otro tópico relevante: la valoración del nivel de la competencia a la que llega. Muchos han visto con malos ojos que Joaco deje un tour donde los mejores del planeta han estado siempre presentes. Según su padre, no es tan así: “En el LIV está Cameron Smith, hay muchos jugadores que fueron número uno del mundo y que saben lo que es ganar en el PGA. Por otra parte, cuando por ejemplo Joaco iba a jugar al John Deere (un torneo del tour norteamericano) no estaban los mejores. De los 54 torneos en 20 a lo más estaban los mejores del mundo. Entonces tampoco es que antes jugaba siempre contra los mejores y ahora no”, afirma.
También se refiere al tercer motivo, y quizás el más significativo: lo flexible del calendario. El programa, que termina en octubre y comienza en febrero, le da tres meses libres, además de la opción de poder participar en torneos de otros tour y los majors. De hecho, están evaluando disputar un par de fechas del Tour Europeo y del Tour Asiático a fin de año, aunque aún no hay nada confirmado. “Estar en el PGA se ve fácil desde afuera, pero es super duro en cuanto a tiempos, entonces eso también es un plus. Tener más tiempo libre y poder disfrutar de lo que ha producido”, añade.
Una decisión que tomó meses
Cuando se supo del fichaje de Joaco por el LIV, muchos se preguntaron en qué momento el chileno había cambiado de parecer, porque en junio había dado a entender que no iría a la superliga saudí. Jorge Niemann responde sin problemas esa pregunta: “En febrero fue la primera conversación con el agente, en fechas cercanas al Genesis Championship. Fue un primer acercamiento, para hablar del proyecto y un poco del dinero, pero en ese momento no había interés por parte de nosotros porque el circuito estaba recién comenzando, entonces las inseguridades eran mayores. La decisión se tomó después de St. Jude, el primer torneo de los playoffs. Ahí estábamos prácticamente listos. Faltaba solo afinar un par de detalles”, comenta.
Esa explicación da a entender que el chileno fue con su futuro ya claro a la reunión secreta que tuvo Tiger Woods con los mejores jugadores del mundo. Una cita en donde la leyenda intentó encontrar apoyo de las estrellas del circuito. “Su idea no cambió después de eso, porque lo que le ofrecieron no era ni parecido a lo que le ofreció el PGA”, sostiene su papá, quien también aclara que la intención inicial era disputar la Presidents Cup antes de cambiar de bando, pero que las fechas no calzaban, ya que si no estaba presente en el torneo de Boston no podría competir en la fecha final del LIV, que entrega un premio de US$ 18 millones para el ganador, la misma cifra que recibe el ganador de la FedEx Cup, aunque aquí solo hay que jugar cinco eventos.
Un detalle no menor es que tres semanas antes de dejar el tour, el ganador del Genesis Championship se juntó con Jay Monahan, comisionado del PGA. “Le dijo que tenía un gran futuro con ellos...pero en cuatro años nunca se había juntado con Joaco. De todas formas, cuando se fue a despedir, le deseó lo mejor. Era bien querido en el tour”, agrega el padre del chileno, quien es enfático en que fue una decisión que pensaron mucho y con toda la información sobre la mesa.
Niemann dentro del LIV
Con el talagantino ya comprometido y jugando por el nuevo tour, lo más relevante es conversar sobre cuáles serán sus pasos y objetivos dentro del LIV. Discutir sobre si fue lo correcto o si es un salto o un retroceso, ya carece de relevancia. La decisión está tomada y ahora lo importante es el futuro. Un porvenir que tendrá a Niemann como una de las máximas estrellas del circuito que llegó para revolucionar el golf. “Va a ser capitán de uno de los equipos y eso significa que tendrá un porcentaje de la propiedad sobre ese equipo. El LIV quiere que sean como franquicias de la NBA, entonces a la larga van a costar dinero y él será en parte dueño de uno”, comenta Jorge. Esa frase da señas de un plan ambicioso y, de paso, reafirma que las escuadras de este 2022 son un experimento, ya que los jugadores irán rotándose en estos torneos. Recién el próximo año se formarán 16 equipos fijos.
De todas formas, este año ya está siendo una gran experiencia para Niemann. Nada más al llegar a Boston, en donde juega su primer evento, sintió la frescura y el buen ambiente del circuito. “Me dijo que había una muy buena onda entre los jugadores, que en el PGA no podría darse porque estaban todos repartidos en diferentes horarios y con mucha diferencia. Aquí en cambio hay un gran ambiente, ya que salen a jugar todos a la misma hora. Para los espectadores también es un gran evento, porque después de las partidas hay conciertos en vivo”, comenta. Por ejemplo, este fin de semana en Boston tocarán las bandas St. Lucia, Dalton & The Sheriffs y el DJ, Diplo.
“Están apuntando a las nuevas generaciones, que no se pegan la lata de estar 12 horas viendo golf en un mismo día. Yo creo que va a ser el tour refrescante y tarde o temprano se van a acompañar con el PGA, porque la gente que organiza los majors tampoco se va a dar el lujo de perder a los mejores. Entonces, creo que de aquí a tres años no va ser tanto como una rivalidad. Capaz que después en vez de una Ryder o una Presidents veamos un torneo entre el PGA y el LIV”, sentencia.
Lo que plantea Niemann padre no es descabellado. En un mundo donde el negocio manda, el PGA también terminará dejando de lado su batalla personal con el LIV y si eso pasa no sería ilógico verlo sacando provecho de todo eso. Es una apuesta, una de las que tomó Joaco con su cambio de bando. Uno que con 23 años no es fatal. Cinco temporadas en la liga saudí pueden darle mucho, en todos los sentidos. ¿Y después de eso? Toda una carrera por delante. “Estamos tranquilos con la decisión y que Joaco lo pase bien”, cierra, convencido.
Este domingo, Joaco luchará por el título en el LIV Golf Invitational Boston. Este sábado terminó segundo, con cinco golpes bajo el par. Llega a la última jornada con una tarjeta acumulada de -11.
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