Tres años, tres ediciones, cumple el proyecto de Marco Oneto de llevar jugadores jóvenes chilenos de balonmano a Europa. Esta vez, son cinco los que entrenarán y jugarán por el Cangas, de Pontevedra, y una chica, por el Oviedo, ambos en las ligas españolas. Se trata de Nicolás Hernández, Julio Baumman, Matías Canton, Ignacio Porta, José López y Valentina Pérez. Todos los varones jugaron este año ya sea el Mundial Juvenil o el Junior.
El plan consiste en llevar jóvenes a entrenar y jugar en equipos europeos, con la idea de que sean observados y se queden en el primer nivel mundial. Una idea que se le ocurrió a Oneto en 2011, pero que recién pudo darle luz en 2015, cuando llevó a tres handbolistas a Alemania, donde él militaba. En 2016, el destino fue Polonia.
Ésa es la gran diferencia con lo que pasa este año, pues Oneto está jugando en la liga italiana. Por primera vez los becados no estarán en la misma ciudad con él. No podrá verlos de cerca. "Los jóvenes no tienen los contactos o la posibilidad económica de venir y nosotros se lo facilitamos y nos preocupamos de que no vayan a cualquier lugar", cuenta Oneto.
El plan no sólo se centra en grandes jugadores, cuenta el seleccionado nacional, de 35 años, sino algo más: "Busco un concepto diferente, a la par de ser promesa, tiene que ser un jugador humilde, trabajador, entregado y que tenga capacidad de sacrificio. El camino de un chileno en Europa no es nada fácil. Llegar y ser del montón no es tan complicado".
El juvenil Julio Baumann relata la experiencia: "Ésta es una oportunidad única, puedo tocar el balonmano profesional por primera vez. Es increíble estar en otro país, sin tu familia. Uno aprende muchas cosas, tambien conoce gente, descubre estilos de juego... En general es una experiencia bonita y vivirla con compañeros que conoces hace rato es muy buena".
Oneto explica por qué los becados varones se fueron a Galicia. "En ese equipo estuve entre 2002 y 2005 y es de plena confianza, sé que van a estar muy bien ahí. Cuidar que los jugadores estén en un buen lugar es fundamental para esta fundación".
José Luis López es uno de los más destacados. Fue clave en el Mundial Juvenil de Georgia, en agosto, donde por primera vez en la historia de los mundiales de balonmano Chile avanzó de ronda. El oriundo de Machalí asegura: "Es una forma de crecer como deportista, ganar mucha experiencia jugando partidos que semana a semana son competitivos. Además tenemos un buen volumen de entrenamientos, que sumado a la competencia ayudara a nuestro crecimiento. Tenemos la oportunidad de conocer una nueva cultura y buscar un contrato profesional, que es lo que todos vinimos a buscar, para poder dedicarnos al balonmano".
Un objetivo similar confiesa Matías Cantón, el arquero del grupo: "Mi objetivo es conseguir un contrato y que el Club Deportivo Cangas se interese en mí. Me gustaría conseguir un contrato con un equipo de primera, que vea que tengo talento y soy capaz de hacer muchas cosas, con esfuerzo y la ayuda de esta fundación. Espero tener una gran participación en estos meses en la liga".
En ese objetivo preciso, el plan no muestra resultados de chilenos contratados en Alemania o Polonia en las temporadas anteriores, pero según relata Oneto, no es por falta de calidad de los deportistas nacionales. "Hasta el momento no se ha quedado ningún jugador. En Polonia hubo opciones de que alguno se quedara, Francisca Parra, que tenía 15 años, gustó mucho y tenían intenciones de ficharla cuando terminara el colegio, y también en otro jugador, pero hablé con los padres y los jugadores y les recomendé que no, porque en Polonia la forma de trabajo es poco clara, especialmente en el tema médico. No me pareció un lugar seguro para que los chicos de la fundación se quedaran solos".
La única mujer en la lista este año, Valentina Pérez, también agradece la gestión. "Ésta es una gran oportunidad para mí. la agradezco muchísimo, es una gran puerta para cumplir mi sueño de llegar a jugar en un balonmano profesional y de mayor competencia. Es una motivación a seguir mejorando en la medida que avanza el tiempo y plantearme objetivos superiores", comenta desde Asturias.
La configuración del plan no ha sido fácil. En 2015, fue Neven Ilic, entonces presidente del COCh, el gran socio de Oneto, así como la Federación Chilena, en manos de Fernando Montalva. En 2016 se sumaron auspiciadores polacos y Sierra Gorda, una minera propiedad de un grupo económico de ese país. Este año, el COCh y el IND financiaron el proyecto, dando forma a un plan más completo, pues van por más tiempo, hasta fines de diciembre.
Ignacio Porta tiene una visión amplia, pues ha sido becado dos veces: "Me sirvió para darme cuenta de que tenía que esforzarme el doble o el triple para llegar a mi objetivo y de que con trabajo y perseverancia puedes lograr cosas que no imaginabas. Siento la responsabilidad de hacerlo bien, de llevar una vida como la que siempre me he imaginado, es la oportunidad única de hacer posible mi sueño".
Sólo depende de ellos.