La derrota del viernes en California golpeó fuerte. Era la segunda caída de Golden State como local ante Toronto y la serie final de la NBA quedó 3-1 a favor de los canadienses. Los Raptors celebraron y los Warriors sintieron que la búsqueda de su tercer anillo consecutivo quedó cuesta arriba. Poco sostiene las esperanzas de una remontada que de concretarse no tendría otro rótulo que histórica, pues en todas las definiciones del mejor básquetbol del mundo solamente una vez se ha dado vuelta un marcador como el que va en 2019. Y, precisamente, la sufrió el equipo que hoy busca torcer el desenlace.
En 2016 Golden State iba 3-1 arriba en la final ante Cleveland. Dos triunfos de visita en el inicio de la serie le daban la ventaja a los californianos sobre el equipo que contaba con LeBron James como figura, quien vivía el segundo año de su vuelta a casa tras su paso por Miami. Cuando todo se veía perdido, los Cavaliers sacaron su amor propio y protagonizaron la única remontada desde dicho marcador. La única vez en 34 finales en que se ha dado resultado. En ese antecedente se escudan los Warriors, que han dicho por todos los medios que aún no se dan por vencidos.
"Ya he estado en el lado equivocado con un 3-1, ¿por qué no hacer nuestra propia historia?", dijo Draymond Green tras caer en el cuarto partido ante Toronto. Se refiere a la remontada de Golden State, que en las finales del Oeste de ese mismo 2016 se coronó ante Oklahoma tras estar a un partido de perder la corona de la conferencia. Los únicos que han logrado volver del match point y ganar su zona. La misión es difícil, pero la decisión de remontar es una consigna en el camarín de los Warriors. "Si piensan que esta serie está ya decidida, están muy equivocados. Quiénes piensen de esa manera es que no conocen a los Warriors ni el espíritu que hay dentro de este equipo", dijo un seguro Stephen Curry.
El Scotiabank Arena recibirá hoy el quinto juego, a las 21.00 horas de Chile. En 72 años de competencia -2019 es la 73ª edición- nunca ha habido un campeón de fuera de Estados Unidos. Toronto está a un triunfo de ser el primero, guiado por su protagonista Kawhi Leonard y eficientes actores secundarios que han tomado un rol más activo en la serie. Fred VanVleet, Pascal Siakam y Serge Ibaka quieren terminar pronto con la final. El hambre demostrado en California lo ejemplifica. Basados en su propia eficiencia y provocando las pérdidas de los Warriors, han encontrado la fórmula para estar a un punto de ser el primer monarca extranjero de la NBA.
Y pese a que están a un triunfo de su primer título, la mesura reina en Toronto. "Esto todavía no está terminado. Debemos mantener nuestra paciencia. Estábamos a dos partidos, antes a cuatro. Pero nada importa hasta que logras esa cuarta victoria. Debemos mantener la confianza en nosotros mismos, no tratar de apurar las cosas y ver cómo se da", dijo Leonard.
Si antes de la final se hablaba del buen plantel de Golden State, banca incluida, ahora esos elogios pasaron a los Raptors. Sin embargo, este domingo el equipo de Steve Kerr recibió una noticia que alimenta las intenciones (y esperanzas) de conseguir una remontada como la de los Cavaliers. Kevin Durant, ausente en los Warriors desde la quinta semifinal de conferencia ante los Rockets, volvió a entrenar con el equipo y estará disponible para sumar minutos en Toronto. De ser necesario, los californianos liberarán a la bestia. De lo contrario, el anillo se quedará en el Parque Jurásico.