Era un partido tenso. Cerrado. En media hora hubo cuatro errores, dos por equipo, y la misma cantidad de goles. El marcador decía 2-2. Cuando el cronómetro ya se acercaba a 40′, apareció Lucas Cepeda. El delantero recibió en el sector derecho, enganchó, disparó de zurda y puso el balón en el ángulo del portero Rafael Romo. Al correr, todos sus compañeros se abalanzan sobre él. Uno de los que se queda es Arturo Vidal. El King le dice algo al oído antes del pitazo para retomar las acciones. El ariete de Colo Colo había entrado en la formación producto de la lesión de Diego Valdés y se transformaba en el héroe de la jornada.
El formado en Santiago Wanderers ha tenido una temporada especial. Llegó desde Valparaíso a Macul hace poco menos de un año. En el Cacique se logró posicionar como un elemento importante y por eso Ricardo Gareca le dio la oportunidad de sumarse a la Selección. Pero no estaba en sus planes ponerlo de titular. Hasta que se lesionó el volante del América de México. Ahí tuvo la duda entre Maximiliano Guerrero y Cepeda. Optó por el hombre del reciente campeón del fútbol chileno. Un jugador que suele abrir defensas cerradas. Y aparecer en los momentos importantes.
Hace dos semanas, el atacante cumplió 22 años. En poco tiempo pasó de jugar en la Primera B a disputar las Eliminatorias. Así como logró poner la balanza a favor de Chile, que antes había estado en desventaja en dos oportunidades, también fue quien llevó la tranquilidad a Ñuñoa. Cuando el compromiso seguía tenso y las dudas sobre si llegaba o no el empate de la Vinotinto, fue el encargado de anotar el cuarto. Otro golazo. Nuevamente de la derecha hacia el centro y de zurda. Ahora tras ganarle la disputa a Miguel Navarro y definiendo al primer palo. Uno de los que respiraba más hondo era Gareca. El Tigre lo veía como un triunfo personal. No tanto por colocarlo desde el inicio, sino porque le resultó su modificación.
Cuando la Roja estaba más complicada, abajo en el marcador por 1-2, el entrenador le dijo a Alexander Aravena y a Cepeda que se cambien de lado. Ahora el de Colo Colo pasaría al sector derecho. En un principio, el delantero no se lo tomó del todo bien. Hizo una mueca denotando su incomodidad y en algunas jugadas chocó con Fabián Hormazábal. Sin embargo, una vez que se acomodó y se soltó, fue desequilibrante. El mejor de la noche. A los 80′, fue reemplazado bajo una ovación de los miles de fanáticos en el Nacional.
Después de su primer gol, además de decirle algo, Vidal el dio un abrazo apretado. Ambos han compartido todo el año en Pedrero. Y cuando a Cepeda le han preguntado por la influencia del Rey en su juego, las loas no tardan en llegar. “Estos meses han sido increíbles para mí. Quiero recalcar una cosa, tenemos al mejor jugador de la historia de Chile que es Arturo y desde el primer momento que llegué me ha ayudado, me ha aconsejado. Siempre me dice que confíe en mis capacidades, que mis compañeros en todo momento me van a bancar, que si la pierdo que siga, que sea yo dentro de la cancha y teniendo ese respaldo uno se siente más tranquilo, más suelto”, señalaba.