Luciano Arriagada refleja una mezcla de sensaciones. Sonríe, pero internamente sufre. Está feliz, porque dio un paso enorme para su futuro deportivo y económico, pero triste porque debe dejar al club que lo formó y del que se declara hincha. Se irá de Colo Colo para jugar por el Athletico Paranaense, de Brasil, pero lo hará con la espina clavada de no haberse consolidado en el equipo popular, el objetivo que se había propuesto antes de dar el salto al extranjero.
El atacante, a quien Martín Lasarte llevó a la Copa América de Brasil como seleccionado, intenta explicarse la rareza, pero no logra dar con una razón contundente. “La verdad es que siempre he tratado de entrenarme al 100 por ciento. La relación con Quinteros tampoco es que sea muy cercana. Lo respeto como entrenador. No sabría decir por qué no me ha ocupado. He sido seleccionado. Estoy preparado y capacitado para jugar en Primera, que es lo que siempre he soñado”, dice en su participación en el programa F90, de ESPN.
Hay un dejo de decepción en sus palabras. “Mi familia es colocolina, estoy desde los nueve años. Mi sueño era consolidarme. Es una pena partir así. No se dieron las oportunidades. Es un gran proyecto irme a la cuarta liga más competitiva del mundo. Ante las escasas posibilidades, opté por irme”, sentencia.
La explicación que no llegó
El ariete dice que recibió buenos comentarios de Quinteros respecto de sus condiciones y de su evolución. “Lo que he hablado con él es que le encantan los desmarques que hago. Y me pedía mejorar en aguantar el balón en lo físico. Trabajé en eso, con un preparador físico, un nutricionista. Subí mis pliegues. No se dio nomás”, se resigna.
“La verdad es que tampoco lo entiendo mucho. Quizás a él le gustaba más Santos”, sostiene. También se refiere a otras decisiones, como que fuese ocupado como puntero derecho en la categoría juvenil. “Fue decisión de Eduardo Rubio. Siempre me he considerado un delantero que puede jugar de doble nueve o de puntero”, dice, relativizando las situación.
Lo que descarta de plano es que haya perdido la humildad, por el rápido desarrollo, que incluyó goles claves y el paso por la Roja. “Soy de una familia muy esforzada. Todo lo que he conseguido me ha costado un montón. La familia siempre me ha inculcado la humildad. Cuando volví de la Copa América, estaba muy motivado. Casi hice un gol y no sé qué hubiera pasado. Volví con muchas emociones, ganas de trabajar. En el primer partido, la vuelta con Palestino, Gustavo no me cita y me dice que tengo que ir de pelotero. Ningún problema, me recordó lo de niño. No había problemas. Siempre iba a apoyar al equipo. Soy hincha de Colo Colo”, insiste.
En ese plano, reconoce que el trance ha sido complicado. “Para mí ha sido muy difícil. Si no hubiese tenido la fortaleza mental que tengo... Pasar de estar con grandes jugadores a ser pelotero es muy difícil. No me citaban, no me vestía”, detalla.
“Mi intención siempre fue renovar con Colo Colo. Mi papá me contó que Colo Colo quería renovar conmigo y yo le dije ‘sí, obvio’. Mi sueño era estar en el equipo, consolidarme, ser goleador y partir. Después apareció lo de Paranaense”, refuerza.
Incluso, no le cierra la puerta a ser utilizado por Quinteros, si es necesario. “De parte mía, estoy entrenando con el equipo, siempre a disposición del técnico. Soy jugador de Colo Colo y si el técnico me necesita, estoy a disposición”, añade.
Dice, además, que su situación le genera extrañeza a Eduardo Berizzo, el técnico de la Roja. “Siempre que voy a la Selección es un orgullo muy grande. Tengo buena relación con los entrenadores, se preguntan por qué no juego. Me ven entrenar y me ven muy bien. Berizzo me dice que tengo que ser fuerte de cabeza, demostrarle aún más cosas al técnico”, explica.
También revela que ha hablado con su próximo entrenador: Luiz Felipe Scolari. “Tuve la opción de conversar un poco con Felipao. Me dijo que había visto videos y que me sabía que había jugado en la Selección”, explica. El otro que lo ha interiorizado respecto de su próximo club es un compañero: Esteban Pavez.
Finalmente, insiste en que quiere saldar la cuenta pendiente con el Cacique. “Lo que más anhelo es volver y devolverle el cariño a la gente. Sé que voy a volver y voy a ser otro jugador y le voy a devolver las alegrías a la gente”, establece.