"De alguna manera voy a tratar de estar en la cancha, ya veremos cómo", advertía Luciano Aued, en La Calera. Ni una fractura puede detener al motor del mediocampo de Universidad Católica. El volante sufrió la fisura de la espina escapularia del hombro izquierdo, tras una fuerte caída en el partido ante los cementeros. Desde el cuerpo médico señalan que la recuperación total implica de seis a ocho semanas. Sin embargo, parece no importarle demasiado.
Como la UC no tenía más cambios, el argentino permaneció en el césped sintético del estadio Nicolás Chahuán. No quiso dejar a su equipo con 10 jugadores, aun cuando su dolor era evidente. Incluso, improvisó su propia camiseta como cabestrillo para sujetarse el brazo afectado, porque ya no aguantaba más.
Tras finalizar el encuentro que los estudiantiles perdieron por 1-0, el transandino, visiblemente maltrecho, lejos de descartarse, aseguró que haría todo lo posible por jugar el clásico del domingo ante Colo Colo, en San Carlos de Apoquindo. Los cruzados pueden ser campeones si derrotan a los albos y si Palestino no le gana a Unión Española, el sábado. Luli, referente del camarín univeristario, no quiere perderse esa jornada por nada del mundo. Incluso, está dispuesto a infiltrarse.
Eso sí, no la tiene fácil. "Es una lesión que va directamente relacionada con el dolor que sienta. No es quirúrgica. Va a depender mucho de la evolución que tenga. En ningún momento vamos a arriesgar la salud de ningún jugador, por más que sea Aued, que es un jugador importantísimo. Si él no tiene dolor y tiene ganas, por supuesto que va a jugar, pero recién lo sabremos el día de partido", sostuvo Gustavo Quinteros, técnico de la UC.
Aued llegó a mediados de 2017 al conjunto de la franja, fichado por Mario Salas, hoy entrenador del Cacique. A partir de ese momento, el formado en Racing de Avellaneda se ganó el corazón de los hinchas y de sus compañeros, en base a su buen juego y sacrificio. Se transformó en uno de los principales líderes del vestuario.
Los aficionados de la UC aún tienen en la memoria la imagen de Aued ensangrentado, cuando en octubre del año pasado terminó un clásico ante Universidad de Chile con una fractura de nariz, de la que tuvo que ser operado al día siguiente.
De ahí que el número 11 de los cruzados sea, actualmente, uno de los mayores símbolos de la institución. Ni él quiere perderse el choque ante los de Pedreros ni tampoco Quinteros.
"Es probable que quiera jugar. Lo conozco. La decisión la va a tomar el jugador y el médico. Él es el muy inteligente... si tiene dolor no va a perjudicar al equipo. Conoce su cuerpo. Si es una lesión que no se puede agravar, va a tener posibilidades de jugar...", dijo el DT sobre las opciones de Aued, el superhéroe cruzado.