Luis Enrique dirigió al Barcelona durante tres temporadas, entre 2014 y 2017. En su ciclo en el club, el adiestrador sumó nueve títulos que lo posicionaron como uno de los entrenadores europeos más destacados y lo puso donde está hoy, a la cabeza de la selección de España.
Pero aunque el recuerdo de su paso por el club catalán es de los mejores, el adiestrador no olvida los momentos difíciles y, en una entrevista, reconoció por primera vez públicamente que se enfrascó en una disputa con Lionel Messi que terminó afectando el clima al interior del equipo.
Ocurrió en enero de 2015, cuando por entonces los medios hispanos daban cuenta de una discusión entre el argentino y el estratega que pasó a mayores. En efecto, el delantero le recriminó al entrenador un cobro que no le gustó durante la primera práctica de aquel año, en una discusión que después siguió en los vestuarios, que solamente la intervención de Neymar evitó que subiera más de tono según las crónicas de la época, y que terminó con La Pulga siendo marginado a la suplencia por el estratega en un duelo entre el Barça y la Real Sociedad. Después de aquel compromiso, el transandino volvió a discutir con el entrenador y, además, se ausentó sin permiso del entrenamiento posterior al encuentro.
"Hasta que se solucionó todo hubo un tiempo de tensión, que yo no busqué, sin ninguna duda, pero que apareció y que tuve que gestionar", admitió Luis Enrique, cuatro años después, en diálogo con Catalunya Radio. "Hoy solo puedo hablar maravillas de Leo Messi", matizó, sin embargo, en el mismo diálogo, del que hoy se publicó apenas un adelanto y que se exhibirá íntegramente durante el fin de semana.
"Al principio de la tercera temporada yo ya comuniqué al club que buscara sustituto. De manera egoísta yo ya no tenía más energía para dar. Para mí hubiera sido muy fácil renovar, pero chupado, un contrato bestial, en mi casa, con los mejores jugadores... mejor imposible", dijo también el actual seleccionador hispano, respecto de su última etapa en el club culé. "Si soy honesto, creo que el jugador necesita que venga otro a contarle la historia de otra manera. Yo creo que llega un momento que el mensaje, si hay mensaje, se agota, y debe haber mensaje", sentenció.