El Mago Jiménez (34) tiene una amplia trayectoria en el fútbol europeo. Dejó Chile hace diecisiete años y ahora volvió como jugador maduro a inscribirse por siempre en la historia de Palestino. Conquistó scudettos con el Inter de Milán, pero el sábado fue el protagonista del de Palestino, el club que lo vio nacer, con un golazo para enmarcar.
¿Se imaginaba esta situación cuando arribó en agosto?
Obvio que no. Siempre existe la esperanza, pero era muy difícil. Lo que sí, encuentro que con el equipo que había no era para la situación complicada que estábamos pasando en el torneo nacional.
Relate su golazo.
Ellos estaban presionando mucho, entonces había bastante espacio. Me llegó el balón, vi la cancha abierta y la posibilidad de conducir. Los delanteros hicieron que los defensas de Audax retrocedieran y logré eludir al defensor. Ahí había dos opciones: pasársela al Pájaro, que entraba solo, o pegarle al arco. En el primer gol se la había entregado a Matías cuando yo tenía posibilidad de remate. Tenía eso en la cabeza y en esta oportunidad le pegué. Salió bien, poh. Lo celebré con todo.
¿Qué se le vino a la mente luego de anotar ese gol?
Cuando anoté dije: 'Ya estamos'. El que hiciera el gol iba a salir campeón. Fue complicado porque íbamos ganando por dos y ellos despertaron. El tema psicológico estaba complicado. De hecho, la gente de Palestino estaba cantando y para el empate el estadio quedó en silencio. Era importante hacer el gol de la tranquilidad.
¿Es el más lindo de su carrera?
De seguro es uno de más lindos de mi carrera. Tanto por la importancia como por la instancia. El estadio estaba lindo. Hubo uno jugando por la selección frente a Venezuela que también fue un remate desde afuera al ángulo. Son goles que quedan para siempre.
¿Pensó en algún momento que el joven que se fue de Palestino a Europa regresaría a casa para salir campeón?
No lo veía probable, era un sueño. Sabía que cuando quisiera volver a Chile, Palestino me abriría las puertas. No era algo seguro, solo un pensamiento. Este verano vine de vacaciones a Chile, había terminado contrato en Qatar y no estaba negociando con nadie. No veía cercano jugar en Chile, para nada. Finalmente se dio todo y estoy muy feliz.
¿Qué sensación deja el título?
Es un título especial.He ganado títulos en Italia, Emiratos Árabes y Qatar. Pero ahora es distinto, estoy en mi país, soy hincha de este club y además a Palestino y Palestina le faltaban alegrías. Todos esos ingredientes lo hacen muy especial.
¿Por qué Palestino fue mejor?
Yo recién llegué en la semifinal. Antes de eso, hubo un trabajo espectacular. Con la U también fue muy importante. Jugamos muy bien frente a un equipo grande y con Ivo recién llegado. No sabía hasta el sábado que habíamos sido campeones de manera invicta. Somos los justos ganadores. Fuimos los mejores.
¿Cuáles fueron las claves?
Nuestra gran fortaleza fue el tremendo grupo que forjamos. Teníamos claro lo que había que hacer para sacar el resultado frente a Audax. La supimos sufrir y les ganamos un partido con un hombre menos. Todos nosotros pusimos lo máximo y eso se nota bastante.
¿Cuál fue la importancia de Basay en la conquista?
Siempre dije que Méndez entrenaba muy bien. Obviamente cuando un técnico se va, uno se cuestiona su trabajo como futbolista. El técnico siempre es el primero en pagar, pero los responsables somos nosotros. La llegada de Ivo trajo una autocrítica de parte de gran parte del plantel. Era el tercer técnico del año. Nos entregó tranquilidad. Fue algo raro porque nos sacó la presión, pero a la vez, nos entregó más responsabilidad. Además traspasó toda su experiencia al plantel. Los resultados están a la vista.
Se celebró en Medio Oriente.
Esto es para nosotros, para el club y para la familia. Hace 40 años que no había títulos. A eso se suman las personas que viven en Palestina, en quienes siempre pensamos. Ellos están sufriendo y de cierta forma, nosotros les dimos una alegría. Nosotros recibimos una carta de apoyo del presidente, sabíamos que estaban pendientes de lo que estábamos haciendo. Así que felices de sacarlos un poco de la realidad con este triunfo.
¿Es un envión importante para zafar del descenso en el torneo?
Obvio. Eso sí, nunca hemos confundido las competiciones. Siempre que jugábamos Copa, era concentración en eso, porque era una muy buena posibilidad para llegar a torneos internacionales y todo lo que conlleva. Ahora debemos concentrarnos en el campeonato, que si bien estamos cerca de zafar, no está definido. No podemos estar tranquilos. Celebramos ayer y desde ya nos meteremos de lleno en el campeonato.
¿Se ve jugando la Libertadores el próximo año?
Me gustaría. Pero he sido bien claro con la gente del club y tenemos una conversación pendiente. Ahí se decidirá que pasa el próximo año. Venir a jugar a Chile era impensado. Esto se dio y actualmente estoy feliz. El contrato siempre fue por seis meses. Ahora se verá qué pasa. Lo más importante es concentrarse en el campeonato.
¿Estudiaría la chance de ir a un club grande?
No creo. La verdad es que si me quedo en Chile, será en Palestino.
¿Cómo se ha sentido en Chile?
Muy bien. Me gusta estar acá junto a mi familia. Durante 17 años los veía solamente por 20 días. Mis niños están felices y cuando ellos están bien, todo está bien.
¿Qué evaluación tiene de su rendimiento en Palestino?
Se ha ido dando como pensaba. Los primeros partidos iban a ser difíciles desde el punto de vista físico. Mi último partido oficial había sido el 30 de abril. Jugué cinco meses después y no hice pretemporada. Yo nunca pensé en estar acá, tenía pronosticado vacacionar y volver a un equipo de Asia. Ese era el plan y estaba más o menos organizado. Era consciente de que iba a llegar bajo físicamente. Partido a partido me fui sintiendo cada vez mejor. Finalmente creo que se dio como lo tenía pensado.
¿Qué pasa si lo llama Rueda?
Si llega un llamado, obviamente que sí. Pero desde que llegué no me vine pensando en la Selección. Tengo 34 años y creo que Chile necesita jugadores jóvenes que puedan mostrarse. Ahí está el recambio que necesita.