Luis Santelices (33) pasó el domingo de actor de reparto a protagonista con tres notables atajadas (Fuenzalida, Puch y Buonanotte) con las que cerró su arco. Era su estreno en el torneo.
¿Cómo analiza el empate?
El primer tiempo fue parejo. Mantuvimos el orden y no pasamos zozobras. Tratamos de salir jugando, de crear, no tanto de pelotear. En el segundo tiempo era obvio que la UC iba a salir en busca del triunfo, y los momentos claves estuvimos atentos como equipo.
¿Era lo que llegaron a buscar?
Queremos siempre ganar, pero si no se puede, la idea es que no te marquen. Eso te da la fortaleza, el seguir creyendo en el equipo y en el trabajo de la semana. Con estos momentos sé que van a venir más triunfos que empates o derrotas.
Gran parte del punto fue gracias a usted...
Me sentí cómodo, feliz de volver a jugar. Lo disfruté y eso me ayudó bastante a dejar el arco en cero.
De suplente a figura.
Hay que tomarlo con calma. A mis 33 años, hay un poco más de experiencia. Sé que el trabajo en silencio trae frutos.
Tuvo al menos tres atajadas importantes. ¿Se queda con alguna?
Creo que sí, que fueron como tres. Me quedo con una que estaba tapado y la saqué a mano cambiada. La atajada que me gustó fue esa, a Fuenzalida. No veía la pelota.
¿Y cómo la recuerda?
Va en la concentración. Estar siempre atento a cada pelota. Ahí no sabes si va a rebotar o quedar boteando. Uno tiene que estar preparado para todo lo que pueda pasar después. Debo agradecer también a mis compañeros, al grupo en total, que siempre me entregaron su apoyo.
Es suplente y le tocó brillar. ¿Ahí es donde sintió la confianza de compañeros?
Creo que siempre la tuve. Yo también tenía mucho hambre de jugar, de estar y poder demostrar. Se me dio esta posibilidad, lamentablemente, por la lesión de Jorge, y entré a disfrutar, a ser feliz. Eso me ayudó bastante a relajarme y tener una actuación más moderada y sólida.
¿Se ilusiona con quedarse el puesto?
Uno trabaja día a día y el que toma las decisiones es el profesor. Voy a entregar el máximo diariamente para poder estar jugando siempre.