Luis Suárez se va del Barcelona entre lágrimas. El flamante refuerzo del Atlético de Madrid es, sin exageraciones, un jugador histórico en el equipo culé. No en vano, se convirtió en el tercer goleador histórico del club. Marcó 198 goles con la camiseta blaugrana. Solo lo superan su amigo Lionel Messi (704) y César Rodríguez (232). Por eso, en el momento de la despedida oficial, deja fluir la emoción.
Le costó articular palabras al delantero, quien en la cancha es implacable. Ya en el comienzo de su intervención, se quebró. “Es muy difícil para mí... Esto es todo un imprevisto. No tengo nada preparado. Solo tengo que agradecer al club desde el principio. Confió en mí en 2014, cuando intentó ficharme. Sabían en las condiciones que venía, por un error que yo había cometido y siguió confiando en mí. Voy a estar siempre agradecido. No era fácil aceptar eso y el club confió. El entrenador, en su momento, los compañeros me trataron de maravillas desde que vine y siempre voy a ser un agradecido por el trato que tuvieron conmigo”, manifestó, siempre con dificultades.
Obviamente, también se refiere a su salida del club. “Fue un mes de locos. Se han inventado y se han filtrado muchas cosas, que me han indignado. Cuando el entrenador me comunica que no cuenta conmigo yo ya lo sabía. Pero tenía que seguir trabajando”, explicó.
El charrúa se extiende en los agradecimientos. “Después, toda la gente sabe el esfuerzo, el sacrificio que he hecho en los últimos años y antes de venir al Barça para cumplir un sueño de jugar en el mejor equipo del mundo, para mí. Tengo que estar consciente de que se termina una etapa. Tengo que estar muy orgulloso por todo lo que hice (se quiebra). Por llevarme amigos, porque son muchos años y me llevo amigos. Eso me deja feliz. Se va un ser humano que tiene sentimientos, la familia, que son los que han soportado y vivido todo conmigo. Lo bueno lo han disfrutado muchísimo. Lo malo... me han bancado más todavía, sabiendo las dificultades que he pasado acá, las cosas que hemos vivido. Ellos saben el sufrimiento que yo viví, pero me voy a quedar con todo lo lindo que viví acá en el Barcelona, momentos espectaculares. Que mis hijos me vean levantar trofeos, que me vean hacer goles, que me vean jugar al lado de jugadores increíbles, maravillosos, que me vean al lado del mejor jugador de la historia. Eso para mí va a quedar para siempre en el recuerdo”, resume respecto de su experiencia en el club.
Finalmente, afronta una situación ineludible: el choque frente al equipo al que defendió en las últimas seis temporadas. "Cuando el Barça me comunica que estoy en el mercado, decido ir a un equipo para competir contra Barça y Madrid. Todavía no he digerido la despedida, pero no me imagino jugar contra el Barça”, reconoce respecto del enfrentamiento ante los culés.
De su nuevo club, ya tiene cercanas referencias. "He hablado con Godín. Me voy con mucha ilusión y expectativas. Es un equipo competitivo y ambicioso. Espero conseguir algo importante. Me siento capacitado para competir de igual a igual con los grandes”, sentencia.