Con el diploma olímpico conseguido en París 2024 (el segundo de su carrera) Macarena Pérez se posiciona como una referente del BMX mundial. Ella misma lo admite en esta entrevista, donde también habla del trabajo para alcanzar la élite. Luce con orgullo su quinta posición en sus segundos Juegos Olímpicos.
¿Siente que es una de las atletas más importantes de Chile actualmente?
No creo que esto sea una competencia entre todos los deportistas para ver quién lleva mejor a su deporte, creo que estamos todos en el mismo camino. No me siento la más importante ni nada, al contrario, tomo como un honor el poder llevar a Chile a un escenario como los Juegos Olímpicos.
¿Cuál es su lugar dentro del BMX a nivel mundial?
No sé si sea una pionera porque vienen muchas detrás de mí, cuando hace diez años era muy difícil crecer o tener una carrera siendo mujer en el BMX, pero sí creo que soy una de las referentes que está desde el principio de los torneos del ciclo olímpico, en Copas del Mundo y entre otros eventos, como X Games o torneos de Vans. Creo que soy una de las que tiene más experiencia y eso es importante actualmente.
¿Por qué?
Hay muchas niñas o mujeres nuevas que recién están entrando al mundo del BMX y están dejando la patada porque son muy buenas, pero creo que esa experiencia marca mucho la diferencia en cuanto a la agilidad mental para poder controlar la situación dentro de un campeonato donde hay nerviosismo, estrés. También creo que se nota en el control de la bici, que es algo que no te da solamente el talento, sino la experiencia y los años.
¿Ese fue su fuerte en estos Juegos Olímpicos?
De todas maneras. Me encantaría hacer el truco más loco y con más giros, pero yo también me preocupo mucho de tener un estilo sobre el parque, sobre el uso del parque y de las alturas.
¿Cómo recuerda su paso por París?
Ha sido uno de los pocos campeonatos donde quedé súper conforme con lo que hice, de cómo me sentí. Mi confianza en las prácticas fue mucho mejor que en otros campeonatos. Normalmente me demoro un poco en hacer los trucos porque son rampas totalmente nuevas y de repente hay que ajustar ciertas velocidades, alturas o giros. Aquí tuve la confianza suficiente para intentar esos trucos lo antes posible. En la clasificación me sentí tan bien que me dio una confianza para llegar más fuerte a la final, me dio la esperanza de poder demostrarme a mí misma lo que puedo hacer, porque siempre me había costado demostrar en un campeonato mi nivel.
Era un tema mental…
Sí, antes había momentos en que me sentía muy bloqueada mentalmente, porque sabía hacer los trucos, pero de repente cuando estaba a punto de hacerlos en competencia me pasaban mil cosas en la cabeza, muchas cosas negativas que te impiden llegar al rendimiento más alto. He trabajado mucho con una psicóloga que me ha ayudado con esos bloqueos y lo que hice en París lo hice estando 100% segura. Me sentí super bien, fue una rutina perfecta y me quedo muy feliz con lo que logré, porque fue más de lo que esperaba.
¿Qué le falta a su carrera?
Yo siempre miro hacia más. En un momento no me tenía fe, pensaba que mi carrera como deportista no iba a llegar mucho más lejos, pero lo que pasó en París me abrió los ojos y estoy mirando las cosas de otra manera, tengo muchas más ganas, mucha más motivación y siento que puedo llegar a lograr muchas más cosas. Creo que estoy evolucionando como persona y como deportista. Eso me está abriendo la mente y me siento mucho más capaz. Estoy trabajando para mantener todos esos sueños intactos, ojalá a empezar a mirar hacia Los Ángeles 2028 porque antes de París dudaba que pudiese clasificar a los Juegos y ahora siento que es 100% posible. Pensaba que por mi edad no iba a poder seguir progresando, pero al contrario, estoy aprendiendo muchos más trucos, haciendo cosas nuevas, sintiéndome mejor físicamente. Estoy ansiosa por volver a trabajar.
¿Sigue siendo necesario irse del país para alcanzar la élite?
Para mi sí. Creo que en Estados Unidos he encontrado una infraestructura que me permite poder entrenar sin muchos riesgos o en lugares que me dan la confianza para practicar trucos sin el miedo a caerme. Acá la mayoría tienen galpones o pistas techadas, entonces tampoco importa si llueve o no. Mi rutina acá funciona perfecto y no sé si en Chile me funcione tan bien porque quizás tengo más distracciones como la familia o los amigos. Acá estoy 100% enfocada en el entrenamiento.
¿Falta infraestructura para entrenar en Chile?
Sí, falta un lugar techado, por ejemplo, porque si llueve no se puede entrenar porque las bicicletas no están hechas para piso mojado. También es difícil si hay temperaturas bajas se hace muy difícil.
¿En Chile hay atletas que puedan entrar a élite del BMX?
De todas maneras. Chile tiene mucho potencial, muchos riders que son muy buenos hoy en día. Creo que falta el apoyo para que puedan seguir creciendo y darse a conocer, empezar a competir. Falta también infraestructura para poder entrenar bien, es todo un poquito sketchy como le llamamos nosotros, que es algo que no está en las perfectas condiciones para poder entrenar. Hay futuro y espero que las cosas mejores para nosotros.
¿Le falta apoyo?
Yo agradezco todo el apoyo que me han dado, pero creo que falta un poco más de yo sentirme contenida y poder trabajar con ellos más que solamente viajes y plata, sino que ayudarme en las estrategias de entrenamiento y cómo quizás acompañarme un poco más de la mano, no solo mandarme a los campeonatos. Creo que falta un poco más de estrategias. Martín Vidaurre dijo una frase que me resonó mucho, que es que falta un mejor equipo de trabajo para mejorar esos detalles que a veces le faltan al deportista.
¿Se ve en eso en un futuro?
No es mi lugar, si puedo ayudar con un granito de arena sí, pero creo que tengo otros planes para mi vida después del deporte, pero si puedo ayudar de cierta forma lo voy a hacer.
¿Cuáles son esos planes?
No me gusta contarlo porque nunca me resultan las cosas cuando las cuento (risas), pero me gustaría volver a estudiar, ver cuáles son mis opciones, me encantaría tener una cafetería o cosas así.
¿Qué siente que necesita cambiar en su carrera?
Creo que me faltar tener un mejor equipo de trabajo para no sentirme tan sola, quizás un entrenador con el que pueda contar 100%, las 24 horas al día y estar un poco más contenida porque de repente nosotros necesitamos ese apoyo.
¿Ya empezó a buscar entrenador?
Es algo que he estado pensando estos días y voy a empezar a buscar. Tengo que analizar toda la situación porque igual estoy acostumbrada a estar sola entonces será un cambio. Igual quiero aclarar que si bien he hecho esto sola también tengo un equipo detrás que me ha acompañado gratis, solo por amor al deporte me han acompañado. Son Nicolás Cifuentes y Cristián Fogar que me dan todo el apoyo para mi preparación física y recuperación. Con tantas lesiones que he tenido ellos han hecho el mejor trabajo posible.
¿Qué hace Macarena Pérez más allá de la pista?
Me encanta ir a un tomar café con mis amigos, salir a pasear, estar al aire libre. Creo que son momentos especiales con gente que quiero que me marcan como persona. La conexión con ellos y ser 100% honesta con las cosas que me llenan como persona son pequeños detalles que quizás en el momento no te das cuenta, pero que después mirando atrás son super especiales y disfruto mucho.