Madison Keys busca su revancha en Australia

Una jornada negra ha vivido Estados Unidos en el campeonato, pero Madison Keys (12°) no se da por vencida. Esta madrugada logró vencer sin problemas a la rusa Yekaterina Aleksándrova por 6-0, 6-1. Oriunda de Rock Island, a los 4 años comenzó a jugar tenis, luego de ver a Venus Williams en Wimbledon en 1999. A los pocos días sus padres le compraron una raqueta y nunca más la soltó. A los 9, ingresó a la Academia Chris Evert en Boca Ratón, Florida, y a los 14 años fue una de las jugadoras más jóvenes en ganar un partido en el circuito de la WTA, tras vencer a la rusa Ala Kudriávtseva (81°) en el Amelia Island Champions. En sus primeros años, se dedicó a jugar en giras de la Federación Internacional de Tenis (ITF), en donde ganó tres títulos individuales y uno en dobles.

En 2009 se volvió profesional, y en el Abierto de Australia 2015, derrotó a Petra Kvitová, Casey Dellacqua y Venus Williams, hasta enfrentar a Serena Williams en semifinales, donde perdió. Luego de años bajo la sombra de las hermanas Williams y de las grandes figuras del tenis internacional, en 2017 tuvo su gran oportunidad: la final del U.S. Open. Pero no todo fue alegría pues la rival era su mejor amiga, la tenista Sloane Stephens, quien luego de una hora de juego la venció con amplio margen.

"La decepción siempre va a estar ahí. Nadie que haya quedado en segundo lugar en la final de un Grand Slam podrá pensar: 'Sí, ahora me siento estupendamente bien al respecto'. Aquí todos quieren el otro trofeo, el de campeón. Pero derrotas así te inspiran a trabajar más duro y ponerte de nuevo en esa situación para que puedas utilizar la experiencia que has obtenido", afirma la actual número 20 del mundo al The New York Times.

Pero ese no fue el fin: cuatro meses después Keys volvió a las canchas y para quedarse. Tras una difícil jornada para Estados Unidos, Madison Keys deslumbró esta madrugada en Australia, en el partido de segunda ronda contra la rusa Yekaterina Aleksándrova. La norteamericana sorprendió con un ritmo arrollador al apuntar su primer parcial por 6 a 0, lo que le dio la seguridad para cerrar 6-1; una alegría para los estadounidenses, luego de una difícil jornada en Australia. El próximo enfrentamiento será mañana en la noche ante la rumana Ana Bogdan.