Luis Jiménez (34 años) está de vuelta en Chile. Se le ve contento, con mucha ilusión de demostrar quién fue aquel joven futbolista que partió cuando apenas tenía 17 años a Europa. Luego de 16 temporadas defendiendo a diferentes equipos de Europa y Medio Oriente, entre los que destaca Inter de Milán, Fiorentina y West Ham, entre otros, el volante vuelve a vestirse con la camiseta que lo formó en el fútbol profesional: Palestino. Y no viene a pasear dice: "Obvio que se puede pelear la Copa Chile, y en el campeonato está la idea de llegar lo más alto posible para jugar una copa internacional el próximo año", dice el 19 tricolor, que no fue citado hoy ante Audax, pero sí espera jugar en la próxima fecha.
En conversación con La Tercera, Jiménez repasa sus cinco mayores alegrías en el fútbol. Está disfrutando sus últimos años como profesional y ahora juega a viajar por el tiempo y recordar sus mejores trucos como futbolista.
Su primera satisfacción se produjo al momento de debutar con la camiseta de la Selección. Fue ante Perú, en Antofagasta, en el amistoso que se jugó en abril de 2004. "La Selección es el sueño de todo niño. Todos los que sueñan con ser futbolistas desean defender a su país y a mí, gracias a Dios, me tocó. Recuerdo con mucha alegría ese momento. Después fui hasta capitán. En esa selección estaba Juvenal Olmos y fue un gusto aprender y trabajar con él", dice el jugador.
Sin duda, Italia está grabado en el corazón del futbolista. Luego de defender durante cuatro años a Ternana, el chileno dio el salto a la Fiorentina. "Desde que empecé a jugar al fútbol siempre quise jugar en la Serie A. En ese tiempo, el fútbol italiano era el mejor. Siempre quise jugar en Italia. Debutar en un equipo de Primera División como la Fiorentina fue otro sueño que estaba cumpliendo. Fue una etapa muy linda la que viví en Florencia", revela.
Los títulos, sin embargo, llegaron al momento en que fichó en el poderoso Inter de Milán. De 2007 a 2009 registró dos Scudetto y una Supercopa. "El Inter fue otra de las mayores alegrías de mi carrera. El Inter tenía un plantel largo, muy amplio. Tenía muchísimos jugadores importantes. Estaban Ibrahimovic, Crespo, Adriano, Figo, Zanetti, Viera, Samuel, y muchos otros. Haber participado de esos campeonatos fue rico. Fue mi primer torneo ganado en Europa. En el primero participé más que en el segundo. También anoté en la Supercopa de Italia en la que ganamos en la definición a penales. Yo pateé un penal", recuerda.
Luego, Jiménez pide viajar a 2010. En el modesto Cesena logró alzarse como ídolo de la ciudad del norte de Italia: "Cesena fue una experiencia bien particular. Era un equipo chico que venía de segunda división. Cesena nunca había podido mantener la categoría. Siempre que subía viajaba de inmediato. Y las probabilidades de mantenernos en Primera eran cero. Éramos el equipo que todos pensaban que iba a bajar, pero nos salvamos a tres fechas antes del fin del campeonato. Fue una locura, la gente estaba muy feliz y salió a celebrar en la ciudad. Fue un año bueno porque hice muchos goles. Contribuí a algo que fue muy importante para la ciudad y para el equipo", agrega el Mago.
Su última expedición antes de retornar a Chile fue en el Medio Oriente. Destacó en Dubai y en Qatar. En su primera temporada en el Al-Ahli, club que defendió durante 2011 a 2015, anotó 15 goles en 30 partidos: "Mi etapa en Medio Oriente me tiene contento porque no es fácil mantenerse a un cierto nivel. Muchos jugadores con un gran nombre a nivel mundial no les va bien o simplemente no pueden llegar allá. Haberme mantenido en buenos equipos, haber ganado torneos y copas, es un hito importante en mi carrera porque no es fácil para nada. Luca Toni o Quaresma, grandes jugadores, no pudieron destacar en Emiratos Árabes. Hay que saber adaptarse y eso también es importante en la mentalidad del futbolista", cierra.