Manchester City alcanzó la primera final de Champions de su historia tras derribar al Paris Saint-Germain que no tuvo a Kylian Mbappé por lesión. El cuadro inglés era favorito en las casas de apuestas y respondió a esa condición. Se impuso por 2-0 en Inglaterra, con dos de Riyad Mahrez, resultado que le permitió sumar un 4-1 en el global, tras su triunfo de la semana pasada en el Parque de los Príncipes.
El cuadro celeste saltó al campo del Etihad con más de la mitad de la tarea hecha. Quizás por eso al técnico Josep Guardiola no le importó que el primer tiempo se jugara más sobre escarcha que pasto, lo que incomodó a ambos rivales y redundó en un compromiso lleno de imprecisiones.
Una situación que claramente favoreció a los locales. Paris Saint-Germain, con una desventaja de 2-1 en la ida en la Ciudad Luz, se vio obligado a tomar la iniciativa, pero el escenario no acompañaba.
El equipo galo pudo abrir la cuenta antes de los 8 minutos, cuando el árbitro holandés Björn Kuipers cobró un penal por mano de Oleksanr Zinchenko. Sin embargo, el VAR comprobó que el balón rebotó en el hombro del lateral zurdo ucraniano.
Pero el City no se incomodaba. Con una formación plagada de volantes, con Kevin de Bruyne y Bernardo Silva en ataque, sin un referente de área, esperaba el error parisino para llegar con volumen ofensivo.
Y en la primera que tuvo marcó. A los 11 minutos un saque de 90 metros del meta Ederson encontró a Zinchencko pegado a la línea de fondo, el caucásico centró atrás, y si bien el remate de De Bruyne encontró resistencia en Keylo Navas, el rebote le quedó a Riyad Mahrez para el primero.
Con un 3-1 en contra en el global, el cuadro de Mauricio Pochettino comenzó a jugar contra el reloj. Porque el cabezazo de Marquinhos en el horizontal y el tiro desviado de Di María, tras un balón recuperado, fueron muy poco para el subcampeón de 2020.
Al otro lado, los dirigidos de Pep no se complicaron y tampoco hicieron mucho más por apretar el trámite, al menos en goles.
Primera final
Como era de esperar, la administración del estadio se decidió a limpiar el granizo en el entretiempo. Pero ya era tarde para los parisinos, que en este reinicio no pudieron reeditar el ímpetu del inicio del duelo.
Los locales estaban cada vez más cómodos en su papel y con esa misma riqueza de argumentos cerraron la clasificaron temprano en el complementario. Otra vez con una jugada rápida, que inició Phil Foden y remató nuevamente Mahrez, siempre atento en el segundo palo, a los 63 minutos.
Entonces se acabó el encuentro como expresión de lucha. A los 69 minutos, la expulsión de Di María dejó al descubierto el descontrol del cuadro francés y la desesperación de sus jugadores.
En los minutos finales, el campeón de la Premier League no cayó en las provocaciones y, aunque tuvo un par de opciones para aumentar las cifras, cerró el negocio con una victoria inapelable.
Guardiola está otra vez en la final de la Champions, después de una década. Será la tercera para el entrenador de Santpedor (tiene dos títulos con Barcelona) y la primera para el equipo propiedad de la familia real emiratí. Chelsea o Real Madrid será su rival en la final del 29, en Estambul.