La nueva jornada de Champions estuvo marcada por el duelo entre el Atlético de Diego Simeone y el Manchester City de Pep Guardiola. La expectación estaba por ver si el entrenador argentino variaría el esquema ultra-defensivo que paró en Inglaterra, donde se vieron dos líneas de cinco marcadas en algunos instantes del juego, o arriesgaría un poco más, para intentar dar vuelta la llave tras caer por la mínima en la ida.

Y lo que sucedió en los primeros 45 minutos jugados en el Metropolitano fue bastante monótono. Si bien los locales arriesgaron un poco más e intentaron darle más intensidad a su juego, no arriesgaron más de la cuenta y nunca se acercaron con peligro a la portería defendida por Ederson. El empate sin goles terminó lapidando cualquier opción del Atlético e inscribió al City en semifinales.

De hecho, la ocasión más clara en dicho lapso, estuvo en los pies de la visita, cuando Ilkay Gündogan estrelló su remate contra el vertical derecho del portero Jan Oblak y nadie pudo aprovechar ese balón que quedó flotando en el área de los madrilistas. Y no hubo tiempo (ni ganas para más).

No obstante, todos los que criticaron a Simeone se tuvieron que guardar sus palabras, tras un segundo lapso infartante. Es que los colchoneros dominaron absolutamente al cuadro que jugó de azul y los metieron en su área, para poder lograr el gol que los llevara al alargue.

De hecho, Guardiola veía desesperado como su escuadra no remataba al arco en todo el complemento y el estratega trasandino no podía creer que sus dirigidos no dieran con la red. ¿Las dos más claras? Antoine Griezmann a los 57′ le pegó de primera y su remate apenas salió desviado y Matheus Cunha ya celebraba su gol a los 86′, cuando una pierna salvadora logró desviar su pegada.

Y cuando Ángel Correa no pudo vencer la resistencia de Ederson, en el último minuto del duelo, el aplauso que pidió Simeone al público que los llegó a alentar fue más que un gesto. Fue la emoción que recorrió al mundo en una gran definición, pero también fue la lección de que no siempre en el fútbol gana quien ataca más. Ni menos quién se lo merece, pues si Guardiola y el City podrán enfrentar al Real Madrid en la última semana de abril y la primera de mayo fue porque también supieron defenderse.

Siga leyendo El Deportivo: