Ya se conoce la sanción en contra del Valencia por los ataques racistas a Vinicius Jr en Mestalla. La decisión fue tomada por el Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol y abordó diversas áreas: hay multa económica, castigo al estadio y borrón a la roja que había recibido el jugador brasileño.
En concreto, se determinó cerrar durante cinco partidos de la grada Kempes de Mestalla, lugar desde donde comenzaron los insultos racistas en contra de Vinicius. También se castigó con 45.000 euros de multa económica y se optó por dejar sin efecto la expulsión del brasileño por su pelea con Hugo Duro.
Los castigos llegan principalmente por dos factores. Primero, por el hecho de que el árbitro del cotejo haya expuesto en el acta los insultos racistas en contra de Vinicius y por otra, debido a la gran presión mediática que se generó en torno al hecho. Sin ir más lejos, el mismo presidente de Brasil se refirió al tema en la cumbre del G-7 en Hiroshima. “Pienso que es importante que la FIFA, la liga española y las ligas de otros países tomen medidas serias, porque no podemos permitir que el fascismo y el racismo dominen dentro de los estadios de fútbol”, declaró Lula.
Otro gesto que se vio en Brasil fue la decisión de apagar durante una hora las luces que iluminan el Cristo Redentor en Río de Janeiro.
El castigo también se traduce en la multa más grande que se ha impuesto a un club español por el comportamiento racista de sus fanáticos. Otros casos recordados fueron los insultos que recibió Samuel Eto’o durante un Zaragosa-Barcelona en 2006, que se tradujeron en un castigo de 9.000 euros. En 2014 en cambio, el Villarreal fue sancionado con 12.000 euros por el lanzamiento de un platano a Dani Alves en un cotejo del Barcelona en el Estadio la Cerámica.
De esta forma la Federación Española y el Comité de Competición pretenden implantar un precedente en estos casos, castigando de la mayor forma posible los gestos racistas que se podrían dar dentro de su fútbol.