Con el adiós de Manuel Antonio Rodríguez Araneda (18 de abril de 1938- 26 de septiembre de 2018), la mitad del plantel mundialista 1962 ya no se halla entre nosotros. Se puede armar un equipo con los ausentes: Misael Escuti en el arco; tres defensores: Manuel Rodríguez (que jugaba en el lateral izquierdo sin ser zurdo y a veces actuó en la derecha), Hugo Lepe y Raúl Sánchez; cuatro en el mediocampo: Jaime Ramírez, Mario Ortiz, Eladio Rojas y Alberto Fouillioux, y tres delanteros: Mario Moreno, Honorino Landa y Armando Tobar. En la banca, Fernando Riera.
Por su nombre a Manuel Rodríguez lo llamaban el Guerrillero. Curioso, porque la única camiseta de club que defendió fue Unión Española y el guerrillero Manuel Rodríguez combatió a los españoles…
Entrañable, sentido del humor y futbolizado son palabras que caracterizaron a Rodríguez. Del Mundial de 1962, donde actuó frente a Brasil y fue uno de los tres jugadores que terminó en una pierna frente a Yugoslavia (junto con Carlos Campos y Jorge Toro), argumentaba que el puntero derecho debió ser Mario Moreno, "porque más temprano que tarde iba a imponer su desborde", que el ala izquierda, "el de Universidad de Chile, con Leonel Sánchez de 10 y Jaime Ramírez de 11" y que el zaguero central derecho ante Brasil, el Chita Cruz, "tenía más chispa que el Pluto Contreras, quien era mejor frente a atacantes europeos".
Le costó llegar a la selección a Rodríguez. "Había seis marcadores en mejor estado que yo, que habían demostrado siempre más interés por ser seleccionados: Luis Eyzaguirre y Sergio Navarro (Universidad de Chile), Sergio Valdés (Universidad Católica), Aldo Valentini (Santiago Wanderers), Aldo Droguett y Juan Pérez (O'Higgins)", dijo.
Frente a Hungría, en diciembre de 1961, Riera decidió que actuara la línea de zagueros suplente. "Tonteando en la playa, el Nino Landa le cayó encima al Pluto Contreras y le fracturó la nariz. Eyzaguirre estaba lesionado; Navarro acababa de contraer matrimonio; Valentini, golpeado; Droguett había estado enfermo y andaba muy bajo, y Pérez se había sacado unos cuantos millones de pesos en la lotería y todavía estaba con el shock perfectamente natural en ese caso. Debutamos juntos con Humberto Cruz y Hugo Lepe y goleamos 5-1 en una gran actuación de todo el equipo".
¿Pudo haber llegado al Mundial de Inglaterra 1966? "No, porque en mi puesto apareció Hugo Villanueva (Universidad de Chile), quien era superior en velocidad y en marcación. Y en el Sudamericano de Montevideo 1967, jugó Eduardo Herrera (Santiago Wanderers), que tenía una buena zurda y le pegaba muy fuerte a la pelota".
¿Un orgullo? "De los mundialistas 1962 fui el que mejores resultados obtuvo como entrenador. Dirigí a la selección nacional frente a Brasil en Uberlandia (derrota por 2-1 en diciembre de 1987) y Cobresal 1986 es el único equipo eliminado invicto en la Copa Libertadores".
Rodríguez, bautizado Chanfle por la expresión del Chapulín Colorado, protagonizó varios chascarros. Como vestirse de boxeador al día siguiente de una pelea entre Hernán Cambría y el arquero uruguayo Julio Acuña, de Cobresal. "Los jugadores llegaron al camarín, de pronto escucharon la música de la película Rocky y me vieron aparecer con un cabezal, guantes de boxeo, bata y un pantalón corto. Se mataron de la risa..."
Y una tarde saltó de la banca a la cancha para frenar un contragolpe. "En Calama ganábamos 3-2 a Cobreloa en un partido de meta y ponga, nos expulsaron a un jugador y el árbitro Gastón Castro no terminaba nunca el encuentro. Arrancó solitario Héctor Puebla, me metí a la cancha y me puse enfrente de él, agitando los brazos. El Ligua no supo qué hacer y Castro dio el pitazo final...".