Uruguay se fue del Mundial con escándalo. Aunque venció a Ghana en su último partido por el grupo H, el equipo de Diego Alonso quedó fuera de competencia por goles convertidos. Esa situación pudo haber cambiado, al menos en el criterio de los charrúas, si se sancionaba alguno de los penales que reclamaron profusamente, pero no pasó. Después de que el encuentro concluyó, los celestes se lanzaron en contra de los jueces y ahí vino el lío mayor: el central José María Giménez agredió al director de competiciones de la FIFA, uno de los funcionarios que estaban en el campo de juego. Los registros audiovisuales lo muestran aplicándole un codazo.

No es lo único que muestran las imágenes. Giménez también despotrica contra todos. “Manga de ladrones. Son todos una manga de ladrones estos hijos de pu... Sí, grábame. La con... de su madre”, lanzó el futbolista del Atlético de Madrid.

El problema para el defensor colchonero es grave. El acto lo expone a una sanción de 15 partidos a todo nivel, lo que representa, ciertamente, un costo gigante para el defensor y para su club. En ese contexto, los orientales comenzaron la campaña para evitar un auténtico mazazo.

Llamado de emergencia

Giménez realizó personalmente una gestión que puede resultar determinante: se comunicó con el funcionario al que agredió para disculparse. “La reacción no es correcta. Vi varias tomas. Él va buscando la posición de su compañero, Rodrigo Bentancur estaba ahí, y buscó abrirse paso y golpeó al oficial”, interpreta Ignacio Alonso, presidente de la AUF, respecto del incidente.

Luego, el dirigente da cuenta del contacto que el defensor sostuvo con su víctima. “Lo llamó para pedir disculpas. Dijo que no tuvo ninguna intención de agredirlo ni de lastimarlo. Dijo que le pedía disculpas que él no quería afectarlo. Lo hizo a través del celular de un oficial de FIFA. Eso marca su arrepentimiento y, además, el nivel moral de Josema”, valora el dirigente.

Hoy, en todo caso, la suerte de Giménez está en manos de los órganos disciplinarios de la FIFA. Uruguay, por cierto, lo va a defender con todos los medios posibles. “Hoy no podemos decir nada. Está en manos de los letrados de la Federación. Nos enteramos en la madrugada del día del partido. A las cuatro de la mañana nos apareció esto. Ahí llamamos para empezar un eventual análisis. Estamos tranquilos, tenemos respaldo jurídico”, sentencia Alonso.

Giménez ya ha estado envuelto en otros líos. En la Copa América de 2015, que se jugó en Chile, fue uno de los futbolistas denunciados por la Federación de Fútbol de Chile a la Unidad Disciplinaria de la Conmebol bajo la imputación de “evidentes agresiones e insultos en contra del cuerpo arbitral y jugadores chilenos, y también por provocar al público asistente al Estadio Nacional” durante el duelo entre la Roja y la Celeste, en el que el combinado de Jorge Sampaoli obtuvo el paso a las semifinales del torneo continental, que terminó ganando.

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