Se acabaron las pruebas para el nuevo Real Betis que comanda Manuel Pellegrini. Este jueves comenzó la temporada 2024-2025 de la liga española (la quinta del cuadro andaluz de la mano del chileno) y uno de los encargados de subir el telón fue el elenco verdiblanco, nada menos que ante Girona, la gran sorpresa del campeonato pasado, peleando el título y logrando una histórica clasificación a la Champions League. En el Estadio Benito Villamarín, los béticos arrancaron con un empate 1-1.
La pretemporada le presentó varios obstáculos a la escuadra del Ingeniero, desde los dispares resultados en los partidos amistosos hasta la dificultad de encontrar los refuerzos solicitados por el entrenador nacional. Real Betis jugó seis partidos de pretemporada, incluyendo una gira por Norteamérica. El balance fue de dos triunfos (5-1 a Austria Salzburgo y 4-1 sobre Al Ittihad saudí), dos empates (0-0 con Cádiz y 1-1 ante Bayer Leverkusen) y dos derrotas (1-0 con Liverpool y 3-2 ante Manchester United).
El estreno en LaLiga encontró a Pellegrini y compañía aun en la fase de construcción de la estructura que quieren para la nueva campaña. De hecho, el estratega ha declarado públicamente que requiere de más incorporaciones, tanto en la zaga central como en la delantera. Uno de los que llegó, como agente libre, es el seleccionado suizo de raíces chilenas Ricardo Rodríguez. Ante el Girona, el exjugador de Torino arrancó en la banca. Quien se perdió el debut, por lesión, fue Isco, el más destacado de Real Betis en la campaña anterior.
Ante la falta de variantes en ataque, Pellegrini alineó a Aitor Ruibal como un “falso 9″. Un jugador que habitualmente se desempeña por afuera, ya sea como puntero o incluso lateral, fue el más adelantado en el dibujo clásico del Ingeniero, teniendo detrás una línea de volantes conformada por Pablo Fornals, Nabil Fekir y Juanmi. Cabe mencionar que Borja Iglesias había retornado de su cesión en Bayer Leverkusen y volvió a salir del club, esta vez a Celta de Vigo; mientras que Willian José fue transferido a Spartak de Moscú.
El inicio del cotejo fue favorable a los andaluces porque abrieron la cuenta en los 6 minutos, a través de un cabezazo de Marc Bartra. El zaguero con pasado en FC Barcelona conectó exitosamente un corner de Fekir y puso el 1-0. Pese a ponerse en ventaja tempranamente, Real Betis tuvo poco la pelota en la primera mitad. La propuesta de Girona obligaba a los locales a concentrarse en su territorio y tratar de salir en contragolpe.
En los 45 minutos iniciales, Real Betis registró un 42% de posesión, lo que va en sentido contrario a la propuesta futbolística de Pellegrini, que precisamente apuesta en la tenencia de pelota como arma ofensiva.
En el complemento, sin controlar del todo las acciones, los béticos se generaron chances como para ampliar la diferencia. En los 53′, un tiro de Fekir se fue desviado por poco. Luego, en los 63′, Rodri tuvo el segundo, pero también desperdició la ocasión. La derrota era demasiado castigo para Girona. Hasta que encontró el empate en el minuto 72, luego de una jugada de Iker Almena que termina en el remate de Gabriel Misehouy. El Betis reclamó una supuesta mano en la secuencia, la que se desestimó.
La recta final del compromiso fue una moneda al aire. Podía pasar cualquier cosa. El partido se abrió y ambos se acercaban al área contraria. Los cambios refrescaron a Real Betis, aunque falló en la definición. En definitiva, el duelo terminó 1-1.
Viendo el vaso medio lleno para el entrenador chileno, nunca ha perdido en el inicio de la temporada desde que llegó al club bético. El balance muestra tres triunfos (1-0 a Alavés, en 2020-2021; 3-0 a Elche, en 2022-2023; y 2-1 a Villarreal, en la 2023-2024) y dos empates (1-1 con Mallorca, en 2021-2022; y el 1-1 ante Girona de este jueves).