Serio y preparado. Un ermitaño, según sus más cercanos. Un innovador del fútbol, que incluso inspiró a un DT campeón de Europa. Así lo reconocen sus ex dirigidos. La trayectoria de Manuel Pellegrini va en constante ascenso desde que debutó como entrenador en ese lejano 1988. Cercanos al Ingeniero retratan la evolución del mejor entrenador chileno de la historia. Un ex zaguero central que jugó en Universidad de Chile desde 1973 hasta 1986. Un técnico precoz, que ya en sus últimos años como jugador comenzó sus estudios internacionales en Italia, en 1985, para iniciar el derrotero que lo ha llevado a la elite del fútbol mundial. Y que hoy lo tienen en diferentes portadas tras conseguir la Copa del Rey con el Betis. Su primer trofeo en España.
“Fui su compañero y me dirigió. Como técnico, empezó con el pie izquierdo en la U. No fue su responsabilidad al ciento por ciento. Se fue a Europa a perfeccionarse y estuvo tres o cuatro meses sin dirigirnos. Maneja bien los tiempos, los grupos. Es el más representativo de la U y de Chile”, dice Roberto Reynero.
Asimismo, explica que “ese viaje a Europa era una señal de que sería un técnico distinto. Fue inculcado por Fernando Riera a seguir los cursos. Hoy lo elogiamos por lo que ha obtenido. Para dirigir al Real Madrid o al Manchester City, hay que ser un gran técnico. Tampoco era un jugador que resaltara. Como técnico, sí. Decía que las cosas se hacían con calidad y no en cantidad”.
Tras ese traspié en el descenso azul, el santiaguino dirigió a Palestino (1990-1991), O’Higgins (1992-1993), Universidad Católica (1994-1996) y otra vez a los árabes, en 1998.
Éxito en Ecuador
Al año siguiente se marchó a Liga Deportiva Universitaria de Quito, en Ecuador, cuadro con el que logró el primer título de liga en su carrera como DT, en 1999. Así lo recuerda Fernando Díaz, amigo y ex ayudante de Pellegrini en el fútbol del Guayas.
“Primero, él llega a la Católica junto a Héctor Pinto como ayudante. Nos llama y hace el plan de trabajo por división en el área formativa. Yo adopté el sistema que tenía, el sistema inglés en base a cuadrados de 10x10, con fútbol reducido. Después, me lleva como ayudante técnico a LDU para hacerme cargo de las inferiores. Ahí se inicia el plan para ganar la Libertadores, que lo lograron mucho tiempo después (2008)”, dice el ex meta.
De la misma manera, recuerda el respeto, la disciplina y la manera de trabajar que impuso en sus dos temporadas en Quito, el gran salto antes de triunfar en Argentina.
“Manuel (Pellegrini) fue imponiendo su sistema de trabajo, basado en el fútbol reducido y mecanización de movimiento. Nosotros, antes del campeonato, jugamos un partido ante el Dinamo de Moscú y citó al equipo a la charla. En la hora faltaban nueve jugadores, todos titulares. Manuel me hizo cerrar la puerta y con los que estaban hizo el equipo. Mientras daba la charla, se sentían los golpes en la puerta. Nunca más hubo un retraso de nadie. En ese momento logramos el campeonato, que fue bastante significativo. En la primera Libertadores que tuvimos en 1999, jugamos octavos de final contra River. De vuelta, ganamos en el último minuto. Nos eliminaron por penales. Ahí tuvo la primera reunión con Fernando Miele, presidente de San Lorenzo. Gorosito y Acosta lo habían recomendado. Manuel impuso su capacidad, los jugadores ecuatorianos vieron que lo hacía sin faltarles el respeto, que no era muy común allá”, explica el ex DT de Unión Española.
Díaz, además, reconoce que el objetivo del Ingeniero estaba claro: “Siempre quiso dirigir en Europa. Italia o Inglaterra. Hizo cursos de italiano y para mejorar su inglés. Ya se estaba preparando, era un ermitaño, que se estaba acostumbrando a vivir solo”.
Récords en Argentina
En 2000 arriba a San Lorenzo de Almagro, cuadro con el que logró el Torneo Clausura 2001. Un conjunto que impuso varios récords en la historia del fútbol argentino, como las 13 victorias consecutivas y las 15 en un campeonato corto. Además, tiene el récord de puntos en competencias de una sola rueda: 47 unidades. Con los “Santos”, además, el entrenador chileno alcanzó el título en la Copa Mercosur 2001, la primera estrella internacional de los Gauchos de Boedo.
En 2002 firmó con River Plate y obtuvo el título del Clausura 2003, pero abandonó el club en diciembre de ese año, tras caer en la final de la Sudamericana ante Cienciano de Perú.
Salto al Viejo Continente
En julio de 2004 firma con Villarreal de España, su primera incursión en Europa. En cinco temporadas logró meter al modesto club en la semifinal de la Champions 2005-2006 y llegar a un segundo puesto en LaLiga, la mejor ubicación de su historia. Al margen de los logros, el cuadro groguet adquirió una identidad que brilló. Un fútbol innovador, donde el chileno fue un precursor en varias facetas, como reconoce su ex dirigido Josico.
“Tengo una intriga bastante grande respecto de Pellegrini. Tenía algo diferente, muchos conceptos que no conocíamos y que no sé de dónde los trajo. Es un innovador, al cual no se le ha reconocido de la manera que se debiera. A este Villarreal de Emery le veo muchas cosas que nosotros hacíamos hace 15 años. Implantó la idea de hacer baños de masaje al equipo los viernes, antes de la jornada, para así bajar la intensidad. Tenía una manera de jugar el fútbol reducido que yo no había visto nunca. Lo hacía para ocupar mejor los espacios, incluso, para realizar de mejor manera la línea del fuera de juego. Nunca se había trabajado en ese concepto, achicar espacios hacia el balón y provocar que los contrarios quedaran en offside, para que el portero manejara mejor los espacios. Aprendí mucho con Pellegrini. Cuando después estuve en el Fenerbahçe turco con Luis Aragonés, el propio entrenador me dijo que veía nuestros entrenamientos en el Villarreal y que sacó muchas cosas para la España que ganó la Eurocopa de 2008″, asegura el ex volante de Albacete.
Y no solo destaca de los elementos tácticos, ya que “ha sido uno de los grandes entrenadores que ha venido a Europa. Tal vez por su carácter, de nunca querer llamar la atención y tampoco alzar la voz, no se le ha dado la verdadera importancia que merece. En los últimos años ha habido una corriente en Europa de jugar con cinco en el fondo, pero Pellegrini nunca renunció a los cuatro defensores, detrás de dos pivotes (volantes de contención), eso lo tiene muy claro. Y arriba siempre se las arregla de acuerdo con los jugadores que tiene. Es muy eficiente en automatizar conceptos. Sus equipos tienen identidad. Veo muchas similitudes en lo que hacíamos en el Villarreal y en este Betis. Cómo tirar la línea del fuera de juego y la manera en que el equipo defiende en bloque bajo. Es un DT que le da importancia y libertad a sus mejores jugadores. Ahora, con Nabil Fekir en el Betis, y antes, con Cazorla y Riquelme en el Villarreal. Si lo dejan trabajar, puede plasmar su sello a los equipos”, confirma el mismo Josico.
Después de cinco temporadas, el actual campeón de la Copa del Rey fichó por el Real Madrid, club en el que estuvo solo una temporada y en el cual tuvo constantes enfrentamientos con el presidente Florentino Pérez, quien impuso su estilo personalista sobre el entrenador, que ni siquiera tuvo libertades para formar el equipo tras la partida de jugadores como Arjen Robben o Wesley Sneijder. En octubre de 2010 vuelve a dirigir en La Liga, esta vez al Málaga, otro modesto cuadro regional hispano al que llevó a sus mejores actuaciones, como los cuartos de final de la Champions League 2012-2013. Siempre en la misma política, conceptos tácticos innovadores y manejo de grupo. Así lo describe Pedro Morales, ex volante chileno del club andaluz.
“La forma de trabajar, la constancia, el respeto que presenta hacia los jugadores, su forma de ser, su transparencia. Esas son las claves. Forma buenos grupos. Tiene jóvenes y a un líder. Sus formas no son nada del otro mundo. En las charlas hablaba súper poco. Es un técnico cercano en el desayuno, en la concentración. No entraba mucho al vestuario, pero si lo hacía bromeaba con los más grandes y aceptaba algunas bromas. Se le podían plantear cosas. Me ayudó mucho, me pidió adaptarme y cuando lo hice me dijo que ya estaba”, dice el ex Huachipato.
Tal conmoción y revuelo causó el DT en la Costa del Sol que una rotonda lleva el nombre de Manuel Pellegrini. En lo estrictamente futbolístico, el ex volante malagueño Ignacio Camacho destaca sus formas.
“Tiene una manera y una forma muy especial de entrenar. Es una persona enfocada alrededor del balón. Todos los trabajos se hacen con la pelota y es un perfeccionista, tácticamente hablando. Pone mucho énfasis en el bloque defensivo, siempre con una línea de cuatro. Más arriba le gusta jugar con dos mediocentros dominadores, o uno de los dos con buen pie. Tener el balón y lograr el equilibrio siempre fue la clave en ese Málaga. No practica un juego directo, porque le gustaba que su equipo sea protagonista con el balón. Nunca se olvidaba de trabajar esa defensa que le entregaba seguridad y salida”, dice el técnico del juvenil B del Aleti.
Los éxitos en España lo llevaron al Manchester City, donde logró tres títulos: una Premier League y dos versiones de la Copa de la Liga, entre 2013 y 2016, antes de la llegada de Josep Guardiola. Después de Gran Bretaña se marchó al Hebei Fortune de China donde estuvo tres temporadas, para luego regresar a Inglaterra, esta vez en la banca del West Ham United, donde no pudo repetir los éxitos de sus anteriores estaciones.
A mediados de 2020, decide tomar las riendas de un Betis con muchos problemas económicos y con un plantel que estaba lejos de los mejores de LaLiga. Sin embargo, pese a la modestia, Pellegrini supo imponer su sello y ya logró la primera Copa del Rey de su nutrido palmarés como adiestrador. Las grúas lo vuelven a tentar, pero ya se comprometió hasta 2025 con los sevillanos, que fijaron su salida en más de 6 millones de dólares. Un idilio que el Benito Villamarín quiere que no acabe nunca.