En los últimos 12 meses la exposición y renombre de Las Diablas creció de manera nunca antes vista. La selección, comandada por Sergio “Cachito” Vigil, logró en este 2022 su primera clasificación a un Mundial y el oro en los Juegos Odesur al derrotar a Argentina en la final. A todo eso también se le debe sumar la invitación a formar parte de la edición debut de la Nations Cup junto a países potencias de la disciplina como Sudáfrica, Japón e India.

Instancias que sin duda elevaron la visibilidad del deporte y transformaron a estas deportistas en un sinónimo de alta competencia y grandes resultados. Un sitial por el que trabajaron durante largos años y en el cual Manuela Urroz tuvo un rol protagónico.

Con más de 200 partidos internacionales disputados y habiendo debutado en la selección adulta en 2009, la también abogada, ha vivido todo el camino de la selección femenina, siendo voz autorizada para dialogar sobre un 2022 histórico y sus ilusiones para el próximo año, donde en Santiago 2023 podrían asegurar su presencia en los Juegos Olímpicos.

Se cierra un año con grandes logros, pero también con un gran desgaste físico y mental...

Fue súper intenso, pero al mismo tiempo con increíbles resultados e increíbles desafíos. Empezamos en enero con la clasificación al Mundial, para después hacer tres giras a Buenos Aires y viajar a Países Bajos para el Mundial, en donde tuvimos una participación muy destacada. Después todo el camino a los Odesur y ahora esta invitación a la Nations Cup. Todo eso transformó al año en un desafío enorme, donde obviamente hubo momentos en donde se sentía que quedaba poca energía, en donde había mucho agotamiento. El ritmo era muy alto, si pasamos más de 80 días solo en giras.

¿Cómo se logra revertir esa sensación para seguir rindiendo?

Este equipo siempre ha tenido la capacidad de reinventarse, de motivarse con sus propios sueños como son en este caso los Juegos Olímpicos. Poco a poco nos vamos contagiando de energía, motivando cuando aparecen nuevos torneos y oportunidades.

¿La unión del equipo ha sido clave?

Sin duda. La gran relación que tenemos ayuda mucho a entender cómo pudimos llevar a la práctica un año que desde afuera se ve muy agotador y en donde, además, todas las jugadoras tienen sus estudios o vida laboral. Hemos logrado ser una familia y creo que el staff ha apostado mucho por eso. “Cacho” (Vigil) nos dice que somos hermanas de camiseta y, pese a que tenemos distintas edades, hemos logrado generar ese vínculo.

Usted habla del cuerpo técnico... ¿hubo algún cambio táctico que ayudó a conseguir los resultados de este 2022?

El éxito de este año es fruto de un proceso que lleva mucho tiempo, de jugadoras que entrenan juntas desde hace mucho, de un equipo que se ha ido perfeccionando, de nuevos liderazgos, de jugadoras jóvenes que han venido a sumar al equipo y de la experiencia que aportamos las que llevamos más tiempo. Es fruto del tiempo, del esfuerzo y del sacrificio de todas las jugadoras en sus vidas personales, del staff que nos ha mantenido motivadas hasta el momento en donde se lograron cosas importantes como lo conseguido este año. Se ha venido entrenando y trabajando una cultura de equipo en los últimos años.

En estos últimos meses no formó parte del equipo Claudia Schüler, quien está atravesando una grave enfermedad. ¿Cómo fue para ustedes enterarse de esa noticia?

Fue un impacto súper fuerte considerando quién es Claudia para todas nosotras. Es una referente total del hockey chileno y una amiga para cada una de las jugadoras. Hoy estamos muy unidas y cercanas a ella, quien con esto nos vuelve a entregar un ejemplo muy grande de qué es la fortaleza, la lucha. Nos inspira cada día y seguimos en constante comunicación, acompañándola en este duro partido que está viviendo. Todas tenemos la fe de que todo va a estar bien.

¿Cuál fue el momento más complejo del año?

Creo que en algunos torneos no se dieron los resultados que esperábamos y en esos momentos cuesta dar la página, tanto en el Mundial como en la Nations Cup y creo que también otra dificultad que hubo en el año fue mantener el nivel físico y manejar el cansancio que existía, pero creo que, como dije antes, este equipo tiene una gran capacidad de motivarse y cambiar de switch cada vez que enfrenta un nuevo desafío.

¿Y en qué momento encontraron el mejor rendimiento?

Yo creo que el equipo hoy está en su peak de rendimiento. Quizás es difícil mirarlo con el resultado del último torneo, pero personalmente, en todos los años que llevó en la selección esta fue una de las pocas instancias en donde siento que el equipo está a la altura de dominar partidos ante potencias mundiales como pasó en la Nations Cup. El equipo logró su mejor performance a nivel físico y táctico.

¿Está la convicción de poder lograr la clasificación a los Juegos Olímpicos?

Llegamos con mucha ilusión al arranque de 2023. Haber tenido la oportunidad de enfrentarnos en la Nations Cup ante equipos que prácticamente podrían ser nuestros rivales en repechaje para París 2024, nos dejó muy motivadas. Sabemos que estamos al nivel de ellas y que ya entramos a un nivel de élite. El equipo mira con mucho optimismo lo que se viene, con ganas de entrenarnos también, porque disputar unos Juegos Panamericanos de local es una ilusión súper grande. Sabemos que conseguir el oro no va a ser fácil, pero estamos luchando por ellos. Además, si no conseguimos la clasificación a los Juegos Olímpicos en Santiago 2023 (solo lo consigue el campeón) todavía tendremos el repechaje mundial.

¿Las Diablas cambiaron para siempre el hockey chileno?

Creo que este año dimos un paso muy importante en torno al éxito de Las Diablas y Los Diablos. Creo que logramos mostrarnos como un deporte importante a nivel chileno y tener un reconocimiento en el país. Pero ahora tenemos que seguir trabajando para que el hockey nacional no se mueva de donde está. Tenemos que quedarnos aquí, peleando Mundiales y ojalá unos Juegos Olímpicos. Pero, por sobre todo, tenemos que seguir trabajando para que las nuevas generaciones se sigan inspirando de nosotras.

¿Este éxito les ha permitido recibir más apoyo a nivel país?

Por una parte sí, porque cada vez estamos siendo más valoradas, reconocidas en distintos ámbitos, pero todavía falta apoyo en otros niveles, tanto privado como a nivel de conciencia sobre lo que es ser seleccionado de alto rendimiento, de la valoración que existe en torno a ello, pero estamos avanzando y soy optimista en torno a lo que viene en los próximos años.

¿Es muy complejo ser deportista profesional y tener que trabajar o estudiar?

Se hace muy difícil compatibilizar el alto rendimiento con la vida laboral y universitaria, porque el staff cada vez está exigiendo más a este equipo, entrenando más para poder alcanzar nuestros desafíos. Yo me saco el sombrero con cada jugadora de Las Diablas que tiene que compatibilizar y organizar sus días y cada una tiene el poder y la fuerza para lograrlo de la mejor manera. Esperemos que a futuro cada vez podamos ser más profesionales, podamos estar cada vez más dedicadas al hockey porque eso también nos va a ir acercando más a los equipos de élite.

Eso podría cambiar ahora con tanta visibilidad internacional...

Espero que sí, creo que Chile se ha ganado un espacio y un nombre en el hockey internacional especialmente este año. Espero que las puertas se abran y que algunas jugadoras se atrevan a ser profesionales del hockey

¿Qué mensaje le daría al país?

Hacer una invitación tanto a universidades, instituciones y empresas a apostar por los deportistas de alto rendimiento. Somos personas que estamos acostumbradas a vivir bajo la disciplina, bajo la resiliencia, el esfuerzo. Acostumbradas a compatibilizar muchas actividades y que entregamos un valor agregado importante. Eso cada vez se valora más en la sociedad chilena y espero que se sigan dando oportunidades a deportistas y, al mismo tiempo, apostando por este sueño de París 2024.

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