Si los Dorados de Sinaloa querían espectáculo con Diego Maradona, el ídolo argentino cumplió plenamente en su debut. Desde antes del partido en que su equipo superó (el lunes) por 4-1 a los Cafetaleros de Tapachula, el 10 protagonizó un show inolvidable

En su nueva experiencia como técnico, se sentó con los comentaristas televisivos y conversó en un contacto con Hugo Sánchez antes del duelo, donde dejaba en claro que no estaba de vacaciones en la ciudad.

Después, ya en el partido, no paró de alentar a su equipo. Arengó al público, que no alcanzó a llenar el estadio en Culiacán. Dio algún manotazo en la banca cuando las cosas no salían. Y cuando funcionaron lo festejaba con euforia, con baile incluido para los goles. Sólo regresó a la banca por petición del cuarto árbitro. Y al final, volvió a abrazar y a tomar de la cabeza a todos sus jugadores. Incluso se sacó selfies con algunos rivales.

Incluso lideró la ceremonia de los aplausos, al estilo popularizado por los islandeses. Volvió el show del 10.