Marcelo Barticciotto: “No han pensado ni en el club ni en la gente”
El ex futbolista del Cacique responsabiliza en proporciones parecidas al plantel y a Blanco y Negro por la crisis que detonó la reducción salarial. Habla del quiebre en el club y de las cuentas pendientes de su carrera.
Marcelo Barticciotto (53) lleva varios días confinado. De casa, sale lo justo, por incertidumbre y responsabilidad. “Pero hay quien tiene que salir a trabajar y está al borde de un contagio. Y también está la otra, que no tiene para comer, que vive en un lugar precario. Es difícil decirle a la gente que no salga. Las realidades son diferentes. Tenemos que tener sentido común, empatía y que el gobierno ayude”, sentencia en el programa En Cuarentena, de El Deportivo de La Tercera.
¿Cómo ve lo de los jugadores de Colo Colo de no aceptar rebaja salarial en plena pandemia?
Acá hay responsabilidad de las dos partes. Se debió llegar a un acuerdo; sentido común de llegar a un acuerdo rápido. Se equivocaron ambas partes. Los jugadores, en hacerlo público todo, porque le da de comer a todo el mundo y no los ayuda. Y ByN de proponer un mejor plan para ofrecerle a los futbolistas. Ninguna parte pensó en la otra y por encima está Colo Colo y estas cosas no le hacen bien.
¿Están pagando los jugadores la falta de previsión de ByN?
Blanco y Negro está mal administrado hace años. No es de ahora. Todavía tiene la deuda con la Contraloría y la tendría que haber pagado cuando vendieron jugadores en 40 millones de dólares. Jugadores que no formaron ellos. ¿Dónde fue a parar esa plata? A los dirigentes antiguos les decíamos que se la robaban. ¿Y a estos qué? ¿Qué hicieron? Cuando uno tiene números azules hay que pagar las deudas. Y nunca se pagaron.
Morón lo puso como ejemplo delante de Paredes ¿Le molestó verse involucrado en el lío?
Nada de lo que haga Daniel me va a molestar, jamás. Es un hermano dentro del fútbol. Pongo las manos al fuego por él 100 veces. Yo no soy ejemplo de nadie, primero. Tengo muchos defectos, muchas contradicciones, cometo muchos errores. Lo que tengo claro es que he hecho mucho por Colo Colo y si tuviera que hacerlo ahora, lo haría igual, pero no quiero que los demás hagan lo mismo que yo. No los juzgo, en realidad. Lo que sí, uno debe ser consecuente. En lo que dice y en lo que hace. Nada más que eso.
¿El plantel de 1991 hubiese aceptado una rebaja salarial en una situación como esta?
Ese plantel del 91, y escúchelo bien si no lo sabe, porque esto es vital, arregló premios por ganar la Copa, no por partido ganado. Si nosotros no ganábamos la Copa, no ganábamos un peso de los partidos que habíamos ganado. Ese plantel se la jugó. De esa forma, no perdía nadie. Si fuese dirigente, arreglaría por pasar fases, no por partido ganado, porque no me asegura nada. Ese plantel estaba dispuesto a muchas cosas. Era un gran plantel. Era una familia.
¿Le parece que el liderazgo de Paredes es el correcto?
No soy quién para juzgar a Esteban. Yo lo quiero mucho y me parece un ídolo de Colo Colo también. Y me parece que está en una situación complicada, porque los dardos van para él y no está negociando solo, más allá de que es el líder, el capitán, el que tiene que poner la cara. Detrás de él hay otras caras que quizás no salen públicamente y tienen injerencia en la decisión. Lo que sí, uno como jugador representativo tiene que caminar bien derecho, porque si se sale de la raya es juzgado, es criticado. Y a varios futbolistas de los de hoy les está pasando eso.
¿Es peor por el contexto?
Ese es el comentario de la gente, lo que a la gente no le gusta. Pudieron haber aceptado una rebaja y se arreglaba todo de entrada. Pero, bueno, cada uno pelea por lo suyo, cada uno sabe dónde le aprieta el zapato y ojalá que se arregle pronto esto, que no se manden más mensajes. Van a tener que seguir trabajando juntos. Que no haya rencores, que no haya grietas tampoco en el plantel. Estoy seguro de que no todos están de acuerdo con la decisión de no arreglar, más allá de que la carta la firmen todos. La carta quizás es para tapar que no están de acuerdo. Ojalá que no pase eso.
¿Cómo se arregla esto?
De parte de los jugadores, lo que tiene que primar es el voto de la mayoría, más allá de los jugadores representativos, porque, si no, es lógico que los demás queden sentidos. Eso se hace así primero. Y de parte de los dirigentes, tratar de llegar al mejor arreglo y no tener rencor con un plantel que es el motor de la institución. Tienen que pensar en el club, en la gente. Y en este momento, no han pensado ni en el club ni en la gente.
¿Aceptaría mediar?
¿Qué quiere, que me saquen por la ventana? Yo sé que es hipotético, pero no tengo nada que ver. Es un tema entre ellos, de recapacitar, de entender lo que está pasando en el país. Y de llegar a un acuerdo. Que uno suba un poquito, el otro baje y punto.
El año pasado volvió al Monumental, como el ícono del proyecto de remodelación, ¿en qué está eso? ¿Fue una contradicción, por la vinculación con ByN?
Sí, se puede tomar así, pero voy de la mano con el Club Social, no trabajo para Blanco y Negro. Lo que pasa es que aquí el que toma la decisión es ByN. Yo estoy del lado del Club Social. Igual cansa un poco hacer el llamado a la gente a que se haga socia. Es poco comprometida, no confía. En la medida de que no haya socios, no se le puede hacer peso a ByN. El proyecto está parado, es inadmisible hacerlo ahora. Se contradice con todo lo que está pasando.
¿Qué tiene que pasar para que un club chileno vuelva a ganar la Libertadores?
Es multifactorial. De partida, tenemos un campeonato muy poco competitivo, y eso hace que competir sea difícil. Cada vez vienen jugadores de menor jerarquía. Vas sumando: se sacan menos jugadores de las inferiores... Estaba leyendo un artículo del fútbol alemán y decían que ellos se basan en cuatro factores. Uno es preocuparse de las inferiores, de los hinchas. Ellos tienen un sistema de sociedades anónimas en los que el 51% es de los socios. Estamos muy lejos de eso. Tenemos que acercarnos a eso. El fútbol chileno tiene para desarrollarse. Infraestructura tiene, pero no se les presta atención a los hinchas. Jugamos con estadios vacíos.
Tuvo una gran carrera como jugador, pero como técnico duró poco. ¿Por qué?
Sí, de técnico fue un periodo corto. Pero como futbolista me faltaron también muchas cosas por hacer. Lo digo siempre, y mis hijos se ríen, burlándose. No estoy contento con la carrera que hice. Me faltaron un montón de cosas: jugar en Europa, en una selección. No soy desagradecido, pero no quedé satisfecho, podía haber hecho más. Le echo la culpa a mi cabeza. Digo que el deportista es 70 por ciento cabeza y 30 por ciento lo demás, pero yo fallé arriba. Soy muy inseguro.
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