Envuelto en una doble sensación hermosa anda Marcelo Díaz. Por un lado, con la tranquilidad por el deber cumplido: en su primer semestre en Argentino, aferrado a sus convicciones, convenció a todos y se afirmó como titular en un plantel con múltiples variantes. Y por otra parte, el Chelo carga con esa linda ilusión de ser campeón: su Racing lidera la Superliga con seis puntos de ventaja sobre sus perseguidores. En este contexto, el volante, que continúa rechazando en Buenos Aires los pedidos de entrevista individuales de medios chilenos, le concedió un mano a mano al diario Clarín en el que dejó un más que interesante cóctel de frases, varias picantes.
En un momento, Díaz quedó atrapado por la sensibilidad cuando recordó la muerte por suicidio de su hermano mayor, Gonzalo. A esa altura, el Chelo tenía 16 años: "Fue el golpe más grande de mi vida. Ahí se terminó mi infancia. Gonzalo fue el que me enseñó que se podía ser feliz con una pelota de fútbol. Fue algo muy extraño y hasta el día de hoy no le encontramos mucha explicación. Él ahora es un ángel que me acompaña y que me marca el camino que tengo que seguir".
Después, por supuesto, habló de fútbol y de las frustraciones. Así, al recordar su error en la Copa Confederaciones de Rusia 2017 en la final con Alemania, al preguntársele sobre las críticas recibidas en Chile, devolvió sin anestesia: "El chileno es mal agradecido. A nadie le importa los logros del pasado. Junto al Chueco Mena y otros pocos muchachos hemos ganado tres títulos internacionales para Chile, de los cuatro que tiene en su historia. Es decir, un par de privilegiados somos parte del 75 por ciento de los títulos internacionales de Chile y aún así la gente no lo valora. Saco de este razonamiento a los hinchas de la U, que siempre nos reconocen por lo que hemos entregado. El chileno en general te saca en cara los errores. Somos muy chaqueteros, como decimos nosotros, pero no me molesta que sean así conmigo".
Un posible regreso a la Roja también actuó como estación en la charla. Así bajó por ese tema Díaz: "Estoy bien física y futbolísticamente. Es uno de los mejores momentos de mi carrera y lo disfruto al máximo. Si tengo que volver a la Selección, iré con toda la seguridad y la alegría del mundo, pero si no me toca, no pasa nada: lo miraré desde afuera. Tengo claro de que, en este momento, a mí me sacaron de la Selección y no pienso en tomarme una revancha. Demuestro en Racing lo bien que estoy; si al entrenador, le sirve bien, y sino también".
El Chelo aseguró que no eligió Racing para estar cerca de su Chile y de la Roja: "Para nada. Soy un jugador terrenal, al que le gusta permanecer en el país en el que juega. De Chile no extraño nada. Tengo a mis viejos y familiares y cada vez que voy trato de disfrutar y pasar tiempo con ellos, pero no me quita el sueño volver. Entiendo que así me adapto mejor. El estar mucho en el lugar que juego me permite agarrar las costumbres enseguida. Me gusta interiorizarme en la música, en la comida, en cómo hablan".
Díaz, además, recordó a la la U y al equipo de 2011 lo señaló como el mejor en la historia de Chile: "Con el equipo de 2011 le ganábamos a cualquiera. Entrabas a la cancha con la certeza de que ibas a ganar. Es hermoso jugar con esa sensación. Como grupo nos rompíamos el alma por jugar. Cada tanto miro algún video y no puedo creer el nivel de intensidad que teníamos, más allá de que éramos todos jóvenes.Íbamos a Brasil, Uruguay, Argentina, Paraguay, Ecuador y ganábamos. Y jugábamos con la misma idea. Marcamos una época".
A la hora de referirse a entrenadores que lo marcaron, destacó a dos argentinos que hicieron historia en Chile: "Marcelo Bielsa es el fundador de todo lo bueno que le pasó al fútbol chileno. Fue el entrenador que nos cambió la mentalidad y la manera de pensar el fútbol. A partir de Bielsa se empezó a jugar de otro modo. Y dio frutos. Todo esto lo digo habiendo compartido apenas un puñado de entrenamientos con Bielsa".
Por supuesto apareció en foco Sampaoli: "Jorge fue la continuidad de Bielsa. Estuvo en un momento clave y tuvo mucha inteligencia para integrar a los chicos que habían trabajado con Bielsa y a nosotros, que lo conocíamos de la U. Todo fluyó de manera natural. De repente nos encontramos un grupo de 20 jugadores que sabían de memoria el libreto, que es similar en Bielsa y en Sampaoli. No fueron casualidad la Sudamericana con la U y las dos copas América".