Marcelo Larrondo (30 años) es el último en bajarse del bus de La Calera, equipo de la Región de Valparaíso que hace desde ayer la pretemporada en Santiago, en las canchas de la ANFP, en Quilín. Al argentino de papá chileno que Pizzi quiso convertir en vano en el nueve de la Roja se le ve canchero. Lo demuestra en su forma de caminar, en cómo encara la entrevista. En 2016 llegó a River Plate como figura, luego de su exitoso paso por Rosario Central. Las lesiones frustraron su debut por la selección chilena y su progresión como futbolista. Tras un paso fugaz por Defensa y Justicia, el delantero está decidido a iniciar una nueva vida futbolística como cementero. Una forma de volver a empezar de cero.

¿Por qué La Calera?

Me dijeron que estaba la oportunidad. Me llamó de inmediato la atención. Vengo muy ilusionado, muy entusiasmado de poder hacer las cosas bien.

¿No es un retroceso?

No, ¿por qué sería un retroceso? La Calera va a jugar cosas importantes, entre ellas la Sudamericana. Es un club que ha demostrado estar a la altura de los grandes, con dirigentes serios y ordenados. Conseguir jugar en la Copa no es fácil, y eso demuestra que se vienen haciendo las cosas bien.

¿Superó su drama con las lesiones?

Vengo muy bien, entrenando a full. Estaba haciendo la pretemporada con Defensa y Justicia. Las lesiones las dejé atrás, gracias a Dios, y ahora solo quiero empezar a disfrutar del fútbol.

De 2016 a 2018 casi no jugó por problemas físicos ¿Por qué fue tan malo?

Malo no lo digo yo. ¿Por qué lo dices?¿Lo dices por mi carrera futbolística?

Lo digo por su irregularidad por problemas físicos.

Sí. Tuve lesiones que fueron difíciles de sacar adelante, pero gracias a Dios las superé. Pienso solo en el presente. El pasado ya ni lo miro.

¿Pensó en retirarse?

Sí, se me pasaron muchas cosas. Cuando uno vive lesiones tan seguidas, tan feas, se te pasan muchas cosas por la cabeza. Gracias a Dios estuve rodeado de gente positiva y buena. Eso me ayudó a salir adelante.

En Defensa y Justicia estuvo con Beccacece. ¿Qué tal?

Con Seba aprendí muchas cosas. Acá en Chile se conoce harto, lo sé. Es un técnico que en Defensa y Justicia está haciendo cosas importantes, pude compartir momentos lindos. No pude sumar minutos porque su sistema de juego era difícil para mí.

En 2016 Pizzi lo llama para sumarse a la selección de Chile.

Me emocioné mucho. Todos tenemos el sueño de jugar en la Selección. Cuando me dijeron que estaba la posibilidad cierta de jugar por Chile estaba muy entusiasmado y con muchas ganas de defender la camiseta. Después, por problemas de lesión, no pude ser parte de ese plantel. Pero ahora vengo a trabajar para lograr eso. Debutar en la Roja.

¿Pizzi lo llamó directo?

Sí, me llamó, me dijo que me venía siguiendo por mis actuaciones en Rosario Central, que eran muy positivas. Eso fue clave para mi llamado a la Selección. Estaba demasiado contento.

¿Viene a Chile para jugar la Copa América?

Sí. Eso es lo que se me pasó por la mente apenas me dijeron que estaba la posibilidad de venir a Chile. Estando tal vez en Argentina no era tan visto como lo seré ahora. Me podré mostrar más, podré demostrarle a la gente que cuando me llamaron, fue por algo, que estaba en óptimas condiciones. Vengo para jugar la Copa América con Chile. Eso es lo que quiero. Es la idea, uno de mis objetivos.