Mientras en Colo Colo buscan las fórmulas para convencer a Marcelo Moreno Martins, el jugador aún no se inquieta. “No puedo hablar de esos temas”, dice con mucha corrección a El Deportivo, a la vez que aclara las condiciones del contrato que lo liga a Cruzeiro, equipo de la Serie B brasileña.

“Esperemos a ver qué pasa, pero no puedo adelantar mucho, ni dar entrevistas al respecto. Sobre el interés de Colo Colo, eso no lo puedo contestar. Todo está en manos de mi representante y tampoco nos queremos adelantar”, confirma el cruceño.

El máximo artillero de las eliminatorias sudamericanas, con seis tantos en cinco partidos disputados con la selección de Bolivia, vive un presente lleno de altibajos en La Raposa.

Después de 13 fechas, el equipo de Belo Horizonte marcha en el puesto 17 de 20 clubes, posición que lo pone directamente en zona de descenso a la tercera categoría del fútbol brasileño.

Según medios locales, la salida del jugador estaría tasada en poco más de 400 mil dólares. Eso, al margen del salario que debería pagar al jugador de 34 años, quien hoy recibe poco más de 40 mil dólares por mes, según información publicada por Superesportes de Belo Horizonte.

“Yo tengo contrato vigente con Cruzeiro. Mi relación con el club se acaba en un año y medio más”, dice el artillero.

“Club de tradición”

Lo cierto es que los albos ya movieron fichas por el cruceño. Un delantero que conoce el técnico Gustavo Quinteros a la perfección y que está plenamente vigente, pese a sus 34 años de edad. Un sustituto preciso para recomponer el fracaso que significó la llegada de Nicolás Blandi.

Las cifras de su llegada tampoco representante un esfuerzo adicional, pese a la delicada situación financiera del club en el período de pandemia. Sin embargo, Moreno Martins se toma con calma la decisión.

“Sé que Colo Colo es un equipo importante, de mucha tradición en Chile. Pero le repito, no puedo comentar nada sobre eso. Ya habrá noticias y podremos hablar con calma al respecto. Hasta el momento, todo lo lleva mi representante”, aclaró el boliviano.

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