Marcelo Ríos analiza la gesta: "Garin jugó un huevo"
En sus últimas horas en la fría Salzburgo, el exnúmero uno del mundo, ayudante técnico del equipo, entrega su análisis de la serie y de cómo resolvieron tácticamente el escenario tras el primer día. Valora la madurez de los tenistas.
Mientras el equipo enfilaba por tierra hacia Alemania, Marcelo Ríos esperaba en Salzburgo para partir a Frankfurt, tras perder el vuelo que lo iba a llevar de vuelta a Estados Unidos. "Que le han puesto color con Mozart", afirma el Chino a La Tercera para referirse a Austria. "Son países complicados, demasiado serios; no se puede salir, por la nieve, mucha gente de edad... Por suerte me puedo ir hoy día; si no, me mato", explica.
Pero más allá de la espera en el invierno europeo, el zurdo está feliz por la victoria que depositó a Chile en la fase final de la Copa Davis y por la metamorfosis de Christian Garin. "Estuvo impecable. Ha madurado harto como tenista y como persona. Jugó un huevo. Yo le dije: 'Entra a sacarte la chucha, a pegarle y no te eches atrás. Y si ganai, bien; y si no, mala cuea".
Para Ríos, el caso del Tanque es especial: "Garin tiene como una doble personalidad, y yo siempre se lo he dicho, no en mala. Él tira la talla, es simpático; pero dentro de la cancha anda preocupado. Y yo le pido que se ría, porque siempre tiene cara de tristeza. Le digo 'tienes que estar contento'. El sábado, cuando iba 6-2, 4-1, le decía: 'disfruta, estos son los momentos que tienes que disfrutar; grítale vamos en la cara'. Pero su personalidad es muy quitada de bulla. Igual me impresionó, porque mejoró mucho frente al pendejo de 19 años (Rodionov), que parece de 55 y que es una bestia, porque juega un huevo y me gustó mucho".
La derrota del Tanque trastocó los planes del cuerpo técnico. "Nosotros pensábamos que Garin ganaba y quedábamos 2-0, pero el otro tipo (Novak) jugó bien. Lo importante es que Nicolás se manejó bien, conversamos que la táctica debía ser diferente. Teníamos que sacar a Jarry, el pilar del equipo, del dobles. Y jugarnos por Barrios y Podlipnik, aunque no se ganara, porque los doblistas de ellos eran buenos (Marach y Melzer). Estuvieron ahí: 4-1 en el tercero. Jarry quería ponerse el equipo al hombro. Lo entiendo, porque está con confianza, pero le dijimos 'no vas a jugar, tienes que cuidarte y estar descansado'. Hubiera quedado raja, tal como pasó en Argentina, pero él lo entendió y la táctica nos funcionó", dice.
"Jarry ha cambiado mucho como persona", prosigue, "está más seguro de sí mismo. En la cancha se la cree, está sacando muy bien y te da confianza. Bien el equipo, bien Barrios para debutar. Hans no sé si es el más bajo, pero es el que más pone garra, motiva y sabe jugar dobles; y Peralta, aunque no haya jugado, estuvo 29 del mundo, lo conocen y saben quién es. El equipo es la raja. Entramos a los 18 mejores del mundo. Y a Orizola (Alejandro, médico de Copa Davis y de Universidad de Chile) lo molesto diciéndole ¡cuándo la U ha estado entre los 18 mejores equipos del mundo!".
El Chino transparenta su alegría: "Estar en Madrid es una satisfacción enorme para mí, aparte me la jugué toda, porque me vine pagándome todo y me fui a ganador. No tengo problema en contar que me gano un bono, que no es una millonada, por pasar. Quería estar acá, porque sabía que podíamos dar el salto y estar en Madrid con los mejores 18 del mundo. Es el nivel en el que tenemos que estar y no andar jugando en República Dominicana. Acá están los hueones buenos y la plata".
Justamente en su recuerdo están las series jugadas ante pintorescos rivales: "Empezamos de cero. Al principio, cuando hablé con el innombrable Hinzpeter, me dijo que yo fuera el capitán, pero yo le dije a Nicolás que fuera capitán y yo lo ayudaba por detrás. 'Cuando tú renuncies, yo renuncio, así como en el fútbol'. Y a él le pareció la raja".
Eso sí, se encarga de poner las cosas en su lugar con respecto a las loas. "Esto no es gracias a mí o gracias a Nicolás, esta cuestión es gracias a los jugadores. Nosotros los tomamos una semana antes, les cambiamos un par de cosas, pero ellos vienen entrenando todo el año. Jarry llegó muy relajado, con mucha confianza. Viene muy bien psicológicamente, muy tranquilo. Garin siempre anda un poco más lento, pero en los últimos días estaba a mil; quería ganar, quería definir. Más allá de la Copa Davis, esto le va a servir como tenista, porque había perdido definiciones con Colombia, Argentina y Ecuador y, entonces, ganarle 6-2 y 6-1 a un pendejo que es muy bueno, le ayudará mucho. Además, está más enfocado. Me voy contento y ojalá pasemos alguna ronda en el Grupo Mundial".
De todas maneras, resalta a Massú: "Es muy motivador, muy positivo. Yo lo hueveaba con el 'nada es imposible'. El Nico te da mucha confianza, aunque vaya abajo. Se siente en el ambiente que estamos con un hueón que no arruga. El otro dia, me decía que quería seguir entrenando y sacar tenistas. Es muy profesional, el equipo es muy profesional. Estamos súper consolidados".
"Los jugadores me pidieron que viniera", dice sobre su aporte. "Y aunque no arreglo el mundo en una semana, que esté un exnúmero uno igual da peso. Melzer, top ten al que gané alguna vez, sabía quién soy. Yo no me considero entrenador, me considero ayudante. El otro día estuve una hora sacando, y pensaba que si un hueón me ve afuera, va a creer que me fui a la chucha y que estoy en la ruina haciendo clases de tenis. Ni a mi hija le tiro pelotas, pero como venía jugando más o menos bien, entrené harto con ellos, porque la pelota de zurdo viene diferente. Me sentí más parte del equipo, más metido".
Y cierra con una anécdota: "'Ojalá nos toque con España', me dijo Massú. 'No seai hueón, ¿cómo, España?', respondí. 'No, es que Nadal y la hueá...' Le encantan los desafíos y eso lo encuentro la raja".
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