Lo que partió como una promesa para motivar al que puede ser su futuro pupilo, mañana se transformará en realidad. Marcelo Ríos le dijo a Juncheng Shang (334° ATP) que si lograba instalarse en semifinales del Challenger de Lexington, él mismo viajaría a verlo jugar. Bueno, el joven asiático lo logró esta jornada y ya espera al ex número uno del mundo en su box para la ronda de los cuatro mejores.
Fue en un partido donde dio el batazo y logró hitos. Shang derrotó por 0-6, 6-4 y 7-5 al primer preclasificado del evento, Roman Safiullin (124°) para meterse en semifinales y de pasó conisiguió transformarse en el primer jugador nacido en 2005 en instalarse en la ronda de los cuatro mejores de un torneo Challenger. Dos puntos que remarcan el nivel y la proyección que tiene el nacido en Beijing.
De esta forma, el ex número uno del mundo se encuentra recorriendo los 1.429 kilómetros de distancia que hay entre su hogar en Sarasota (Florida) a Lexington (Kentucky) para ver el duelo entre Shang y Aleksandar Kovacevic (229°). Una prueba del compromiso y la fe que tiene el chileno en el que podría ser su próximo dirigido.
“Me recuerda mucho a mí, es muy parecido en la manera de ser. En mi vida me había impresionado tanto al ver jugar a alguien. Aparte tiene 17 años y nunca ha tenido un entrenador de tiempo completo y ni ha hecho una pretemporada. Está 300 solo por lo que ha visto. Imagínate si lo llego a entrenar o lo llegan a entrenar, el potencial que tiene es increíble”, fue una de las frases que lanzó Ríos en una entrevista con La Tercera, en donde abordó en profundidad su relación con el asiático.
Una sociedad que está a un paso de transformarse en oficial. Solo detalles económicos restan un acuerdo total entre el zurdo de Vitacura y el zurdo de Beijing. Sería el primer proyecto a tiempo completo de Ríos dentro del circuito, nada más y nada menos que con uno de los jugadores más prometedores del mundo.