Marcelo Salas afronta una dicotomía. Hoy se cumplen 22 años de su recordada actuación frente a Italia en el Mundial de Francia, cuando le anotó dos goles a la Azurra. Sin embargo, la efeméride lo encuentra enfrentado con el plantel de Deportes Temuco, al que pasó a la ley de Protección del Empleo, una situación que ha derivado en las quejas públicas de jugadores como Cristián Canio y Hugo Droguett a La Tercera.
El Matador, en diálogo con la radio Agricultura, habla primero de su epopeya en Burdeos. “Es el sueño de cualquier jugador cuando inicia; ese día se concretaba en lo personal y después vienen 1000 recuerdos. Después del Mundial, yo me tenía que presentar en Italia; así que era una especie de carta de presentación. Nunca había visto el partido completo, y en la cuarentena, aprovechando las repeticiones, lo pude ver tranquilo”, explica.
Luego se pone en su actual rol de dirigente. Parte declarándose “cauteloso” respecto del retorno del fútbol. “En el club estamos yendo más por el tema de salud, más que de poner en peligro a nuestros jugadores”, establece.
Y entra de lleno en la controversia que lo enfrenta con el plantel del Ñielol. “Es una dificultad para todos. Quiero dejar bien claro que hay 18 clubes que están acogidos a la AFC. No es el único Temuco. Es lamentable, porque nadie esperaba lo que estamos viviendo. Nunca habíamos tenido que tomar una decisión parecida. Lo de Canío, Hugo u otros jugadores es válido, porque todos peleamos por nuestros sueldos. Nosotros buscamos un acuerdo con el plantel. Les ofrecimos un 70 por ciento de los sueldos para no acogernos a ninguna ley, pero lamentablemente no se pudo. Después de eso, seguimos el camino de Ñublense y otros clubes, porque no podemos llevar el club con los flujos”, justifica.
De todas formas, se muestra comprensivo. “Entiendo la preocupación y los descargos de los jugadores, pero no tenemos otra alternativa. La plata que nos llega del CDF alcanza a pagar el 60 por ciento del funcionamiento del club. Entiendo el malestar, pero hay que entender que estamos en una pandemia mundial. No se entiende. Algún periodista hace una pregunta capciosa y ellos caen. Canio no ha estado en ninguna reunión, y eso que es el capitán, y no está al tanto de los acuerdos que hemos llegado con Domínguez, con Cellerino. Dos o tres reuniones vía Zoom”, detalla.
Sus dardos apuntan al Sifup. “Muchas veces (el sifup) no se informan. A veces los jugadores parten como caballos de carrera. He escuchado varios jugadores hablar de la plata del CDF para que vean que no ganamos un peso. Yo no gano un peso con el fútbol. Es al revés. Le entregamos todos el CDF, los bonos de Conmebol para ir a paliar el porcentaje que les estamos quitando. Ellos como plantel definieron esperar que volviera el fútbol y recuperar su 100 por ciento. Lo de la AFC es muy bajo, pero lamentablemente no podemos hacer otra cosa. Si esto fuera un restorán, estaríamos en quiebra hace rato. Está bien, cada uno puede pensar como quiera. Y ellos quieren cobrar. Ofrecimos volver a entrenar con un 50, jugar con un 70 y jugar con público con un 100. Es una decisión de ellos. En ese sentido, no hay problemas. He hablado con Hugo, con Domínguez, con el Pato Lira también. No estamos enojados”. “El Sifup recibió un millón de dólares del CDF. ¿Y dónde está esa plata? Dijeron que iba a ir en ayuda de los jugadores (…) El Sindicato va a la guerra en vez de buscar un acuerdo para beneficiar a todos. Se paró el fútbol porque según ellos era algo político, pero en seis meses jugamos dos partidos”, enfatiza.
También habla de los cambios en la actividad y en el perjuicio en la economía de los clubes. “Si se parte en agosto, seguramente va a ser sin público. Los sponsors van a tener la visibilidad. A nosotros se nos cayeron tres de cinco que tenemos. Va a ser difícil el cierre del año. Hay que buscar cómo salimos adelante todos juntos. Hay que cuidar su trabajo y su institución. Tenemos que velar por todos, no solo por un grupo de jugadores”, detalla.
Salas también se refiere a las elecciones en la ANFP. “Conozco a Antillo, a Milad también. Estamos esperando las listas. No tenemos compromisos con ninguna de las listas para ver qué hacemos. Yo no. Nunca ha sido mi intención y menos cuando es tan difícil gobernar en cualquier lado, estar a cargo de un club, imagínate en la ANFP. Muchos tienen intereses más personales que en la industria. Prefiero llevar bien esto de Temuco, que mucho pensar y pega me lleva”.
En ese plano, analiza una potencial separación entre la ANFP y la federación. “Yo creo que eso siempre se ha dicho. Sería bueno (separar a la ANFP de la federación) cada uno tendría su directorio y habría más control. Es difícil, porque los intereses personales impiden llegar a algún consenso. Pero sería importante. Salga la lista que salga, va a tener por el otro lado alguna piedra en el camino y eso es preocupante”, advierte.
Finalmente, repara la serie El Presidente, que recrea los escándalos de corrupción en el fútbol, con Sergio Jadue como protagonista. “Me reí en algunas situaciones, las menos. Me enteré de algunas cosas y si es así, es lamentable cómo un grupo de personas manejaba todo el fútbol para beneficios personales, como tenemos tan claro en el tema de Jadue. No creo que todos hayan sabido. Nosotros fuimos uno de los clubes que no lo apoyamos desde el principio hasta el final. Enterarse de préstamos, de arreglos por fuera, de la Copa América. Da pena el daño que le hizo a todo el país. No tienes cómo saberlo. Cuando están reunidos en la Conmebol y se ponen de acuerdo para una u otra cosa. Cuando se cambian votos, hay un acuerdo. Es terrible”, concluye.