Marco Oneto: “Hay clubes que deben dejar de pelear por migajas y aportar al crecimiento”

Marco Oneto
Marco Oneto.

El actual director de Santiago 2023 y exestrella de la selección chilena de balonmano, aborda la actualidad de la disciplina en el país. Por un lado, están los problemas locales y, por otro, el éxito internacional.



En medio de una actividad de Santiago 2023, en la viña Concha y Toro de Pirque, la figura de Marco Oneto destaca. Sus más de dos metros de altura lo distinguen del resto, pero también su personalidad. Se le ve siempre sonriente, participativo y sociable. Dialoga con autoridades, deportistas y gente de la Corporación que actualmente dirige. En ese contexto, la exestrella del balonmano nacional se da el tiempo para conversar con La Tercera.

Lo hace de forma distendida, pero directa. A escasos metros de la bodega de vinos en donde comenzó la leyenda del Casillero del Diablo, el expivote de la selección chilena aborda el presente del deporte en donde marco época. Uno de luces y sombras.

¿Cree que hoy es más fácil poder dedicarse al handball viviendo en Chile? Antes había que irse sí o sí al extranjero...

Hemos tenido un realce en los últimos 10 o 15 años, pero si queremos desarrollar jugadores a nivel internacional, que marquen diferencias y que realmente aporten a nivel nacional, todavía deben seguir saliendo al extranjero, porque la liga a nivel nacional no está del todo consensuada. Creo que los clubes todavía no terminan de entender que deben remar al mismo lado, que deben dejar de pelear por migajas y, realmente, aportar al crecimiento de una liga que sea consensuada y que no esté cambiando cada dos años de ejecutores o de organizadores. Somos un deporte tan chico y que ha conseguido mucho, pero si nos seguimos peleando y los clubes no terminan de entender que debemos remar al mismo lado, nunca vamos a terminar de crecer.

¿Existe mucha división?

Sí y en estos tres años que he vivido en Chile me he dado cuenta que es todavía más de lo que pensaba y eso me da mucha pena.

¿La Federación trata de salir de ahí?

La Federación puede decir “oye este árbol se tiene que cortar de izquierda a derecha”, pero después va a llegar el club y va a decir no, yo creo al revés. La Federación puede tirar líneas y normas, pero quienes las deben seguir son los clubes y no remar para el otro lado y amenazar con salirse de ligas y que las federaciones compitan con otros, porque eso pasa y está pasando ahora mismo a nivel metropolitano. Ojalá esos clubes tengan la noción global de que están haciéndole un flaco favor al balonmano. Y que están destruyendo en vez de construir.

Parece un problema sin solución...

Esto ya es por la idiosincrasia, ya no es un tema normativo o federativo, es nuestra calidad de cultura más que otra cosa. Hasta que sigan las mismas personas con la misma visión, el problema no va a tener solución. Es como los directores deportivos de cualquier federación que robaron plata y después siguen ligados al deporte. ¿Van a cambiar? No, van a seguir haciendo la suya hasta que entre gente que entienda que tiene que hacerlo de otra forma.

¿Le interesaría trabajar desde adentro para cambiarlo?

No, porque en lo personal ya han ido en contra mío. Cuando estuve en Promesas Chile hubo clubes que directamente negaban a sus jugadores para que entrenaran conmigo. Entonces no. Quedé completamente asqueado de lo que es la realidad de esto en Chile. A mí realmente me tiró muy para atrás y ahora mismo no me interesa. Por lo que he visto, no es un tema de normativa, es un tema de entendimiento de la normativa y casi de egos. Acá cada uno se cree jefe de su rancho y no quiere aprender algo diferente, que a lo mejor en otro lado lo hacen bien y se puede aplicar. Sin esa humildad es complejo.

Pese a todo esto, la selección femenina logró una clasificación histórica al Mundial. Las jugadoras dicen que fue clave respetar un ciclo y no cambiar de técnico...

Es fundamental. Por eso también la apuesta de Felipe (Barrientos) fue con todo el conocimiento de la Federación y de él como persona. Fue capitán y estuvo muchos años en la Selección, conoce perfecto la realidad que hay acá. Antes en las mujeres existía esa histórica que los entrenadores no hacían ni el inicio de un proceso y ya se iban, a diferencia de los hombres que esto comenzó con Fernando Capurro, con quien estuvimos seis o siete años. Eso genera un proceso, una evolución y con las damas eso no pasaba.

¿Qué es lo que más le destaca a Felipe Barrientos?

Felipe ha apostado por hacer un nuevo equipo, con bastante proyección para generar este ciclo de cinco, seis, 10 años con más o menos el mismo grupo, que es lo que los hombres tuvimos. Si te fijas, el primer Panamericano que tuve yo con Felipe fue en 2003 y nosotros recién clasificamos a un Mundial en 2011. Entonces fuera de los entrenadores, el grupo también se mantuvo unido y creció junto. Parte de la proyección de Felipe, que yo creo que es muy acertada, es eso. Tener un grupo entre siete a 10 años de trabajo constante.

¿Se lo imaginaba como entrenador?

Hay perfiles que uno conoce de entrenadores a lo largo de su vida y está este entrenador que desayuna, almuerza y cena handball, que no habla de otra cosa y que su vida la acomoda a eso. Felipe es así hace mucho rato. Además, cada vez se ha ido envolviendo más y perfeccionando. Creo que es el único entrenador en Chile y uno de los pocos en Sudamérica que tienen Mastercoach, que es un nuevo título que sacó hace tres o cuatro años la Federación Internacional de Balonmano (IHF) y que obligó a que todos los entrenadores que están a primer nivel en Champions League deben tenerlo. Te digo con un 99,9% de seguridad que es el único chileno que lo tiene. Además, fue jugador 20 años. Esa es una combinación que muchos entrenadores exitosos no la tienen. Eso es algo poco habitual.

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