La historia siempre ha tocado las puertas de María Belén Carvajal. Desde que era una niña, en la década de los ochenta, cuando el fútbol se veía a través de la televisión abierta, hasta hoy, donde su debut como árbitra en la categoría de honor será transmitido por una estación pagada.
Pero antes de que esta ex estudiante de Educación Física se transformara en la primera mujer en impartir justicia en un duelo de la Primera División, algo que concretará en el compromiso entre La Serena y Santiago Wanderers de este sábado, primero tuvo que transformar la mentalidad de su entorno en San Felipe.
La comunidad del Aconcagua fue testigo de cómo una de sus niñas disfrutaba de los partidos de fútbol junto a su abuelo, en una época donde el machismo imponía sus reglas sin contrapesos. Y si bien no formaron una liga femenina, ante el interés de la joven María Belén, sí comenzaron a entender que esta pasión de multitudes no debía tener un género definido.
Luego, tras ingresar a la Universidad Católica de Valparaíso, comenzó a enamorarse del arbitraje gracias a un curso al que asistió, pero no sin antes cumplir su sueño de mojar la camiseta de la Roja. La nacida el 13 de septiembre de 1983 jugó en Ferro y su desempeño hizo que la nominaran a la Selección Chilena que participó del Campeonato Sudamericano Femenino de Argentina en 2006, el cual dio origen a la Copa América Femenina.
“Si me haces la comparación entre arbitraje, por ejemplo, y estar en el túnel en un Mundial, no se compara con haber jugado por Chile. Son cosas muy diferentes, pero defender al país es impagable y no sé cómo describirlo. El fútbol en todas sus disciplinas es un desafío para mí como mujer”, confesó en una entrevista con su casa de estudios.
Sin embargo, aún no era tiempo para el profesionalismo en esa rama de la actividad. Mas eso no impediría que su nombre siguiera ligado a la esférica. Comenzó a poner orden en Viña del Mar y luego pasó a las ligas nacionales y se dio cuenta que debía estudiar, si quería ser justa de manera profesional. Fue así como ingresó al Instituto Nacional del Fútbol y se tituló como árbitra el 2010. Título que le sirvió para ser la jueza central en los Torneos Sudamericanos Femeninos Sub 17, Sub 20, Copa Libertadores Femenina y Copa América Femenina, hasta convertirse en la primera chilena en dirigir un partido en un Mundial Femenino (Francia 2019).
Pero tal como se menciona en esta nota, la historia está acostumbrada a ser parte de la vida de María Belén. Un año después de que su nombre quedara grabado en ese duelo de España contra Sudáfrica, la oriunda de la región de Valparaíso se transformó en pionera en utilizar su pito en el compromiso que sostuvieron los elencos masculinos de Melipilla y Copiapó, por la Primera B, en octubre de 2020.
“Me sentí muy tranquila. Se hicieron las cosas como correspondía”, confesó en las pantalla de TNT Sports tras cobrar dos penales en su debut y agregó que “dentro de la cancha cambia el contexto, afuera disfrutamos la tendencia que se está dando, pero en el partido dejó de ser María Belén y me transformo en el árbitro”.
Lamentablemente, la máxima categoría de nuestro fútbol siguió siendo una meta inalcanzable para Carvajal. Hasta que el jefe del arbitraje criollo, el argentino Javier Castrilli, la promovió y aseveró que “esto es un reconocimiento al mérito, rendimiento y trayectoria de once años internacionales de María Belén, que además acaba de ser designada para participar junto a los árbitros de CONMEBOL”.
¿Y qué dijo ella? “Este es un nuevo gran paso para el arbitraje femenino. Estoy muy contenta, pero sobre todo muy satisfecha por la confianza en nuestro trabajo. Esta es una nueva demostración de que las barreras ya no existen y que nuestra capacidad nos lleva hasta donde queramos”, concluyó la histórica.