María José Mailliard logró una doble clasificación a Tokio 2020, en el single 200 metros y en el 500 dobles, junto a Karen Roco. Esa primera competencia hubiese sido hoy, una espera que Mailliard se ha tomado de buena manera, pese a que pasó varias semanas sin poder salir de su casa para entrenar.
“Este año completo ha sido muy extraño, con mucha incertidumbre, nuestro deporte es mucho de sensaciones, del contacto con el agua, es muy importante la parte aeróbica, la fuerza, la estabilidad en el agua, es muy completo. Así que obviamente el tiempo fuera del agua nos ha perjudicado enormemente”, dice la canoísta sobre los duros momentos que les significó estar sin entrenar.
“Con Karen veníamos haciendo una preparación con vistas a los Juegos Olímpicos extraordinaria, es decir, veníamos superando con creces los parámetros que nos íbamos poniendo, entonces es inevitable retroceder en la preparación, pero una vez comenzamos los entrenamientos en el agua estamos contentas”, agrega la deportista que por estos días disfruta del permiso para entrenar en la laguna Curauma.
“El primer día de entrenamiento sentí algo que hacía tiempo que no sentía, que es esas ganas de locas de remar, con mucha motivación. Creo que no todo fue malo con eso de tener que estar encerrado en la casa. Me pasó que antes de las cuarentenas, estaba un poco cansada, no tenía mucha motivación, justamente por la suspensión de los Juegos Olímpicos, veníamos haciendo una preparación muy buena, lo que se traduce en mucho esfuerzo. Estaba mentalmente muy cansada, sin muchas ganas de seguir dándole, pero el tiempo en la casa me hizo replantearme, volver a enamorarme de esto, me hizo volver con más motivación y eso es lo bueno que rescato de la cuarentena obligatoria”, valora la deportista.
María José Mailliard está contenta, además, porque tiene cierta claridad respecto del calendario, aunque siempre esperando lo que la pandemia ordene. ”Tengo una competencia en Rusia (la Súper Copa, el 29 y 30 de agosto), donde invitan a las ocho deportistas más rápidas del mundo, entonces estoy con los ojos puestos en eso y muy motivada. Así que a disfrutar cada entrenamiento, porque uno no se da cuenta lo que tiene hasta que deja de tenerlo, a disfrutar esto que es lo que amo”, señala la viñamarina.
Además, junto a Karen Roco esperan poder competir en el Mundial de Hungría, que se disputaría en septiembre o diciembre, mismo mes que recibirá el Nacional de Canotaje. Para eso hay planificado un concentrado en agosto en Colombia. El Coronavirus afinará ese calendario.