Un origen atípico rodea a los entrenadores de los dos protagonistas del clásico de este domingo entre Colo Colo y Universidad Católica. Ambos, apasionados por la actividad, pero con una raíz fuera del fútbol. Tanto Mario Salas como Ariel Holan les deben sus comienzos a otras disciplinas, en las que también supieron ser exitosos.
El Comandante fue un destacado rugbista. Alumno del Colegio Mackay de Viña del Mar, el melenudo se transformó en un aplicado jugador en Old Macks, donde sus capacidades lo llevaron a ser seleccionado chileno en el Sudamericano juvenil de Mendoza, en 1986. "Mario era el medio scrum del equipo. Era el armador, usaba la camiseta '9', la que llevan los jugadores capaces de liderar a sus compañeros", recordaba su excompañero Ignacio Iriarte hace algunos años.
En ese certamen, el DT albo vivió un ingrato momento, ya que jugó ante Uruguay y Paraguay. Sin embargo, una amigdalitis lo sacó del partido ante Argentina.
Paralelamente, el viñamarino mostraba condiciones para el fútbol y las divisiones menores de Everton fueron su hogar. Ahí fue quemando etapas hasta llegar al primer equipo, donde fue un esforzado volante de contención, que supo defender con éxito la camiseta oro y cielo y las de Unión Española, Palestino, Colo Colo, Santiago Morning, Santiago Wanderers y Antofagasta. Incluso, disputó Eliminatorias y Copa América vistiendo la Roja.
Desde siempre, Salas mostró un interés por la pedagogía, por lo que estudió Educación Física en la Universidad Católica de Valparaíso, además de realizar cursos de entrenador en el INAF.
Sus primeros pasos en la dirección técnica los dio en Universidad de Concepción como ayudante de Gualberto Jara. Ahí, el estratega tuvo que desarrollar también labores de preparador físico.
Después, el DT fue ayudante de Marcelo Espina en Unión Española y de Nelson Acosta en Everton, antes de iniciar su exitoso camino dirigiendo a la Sub 20 cuartofinalista en Turquía y luego conquistando el primer bicampeonato y una Supercopa con la UC y tres títulos con Sporting Cristal. A eso se le suma la reciente Copa Chile con Colo Colo.
Los palos de Holan
Ariel Holan siempre fue un apasionado de la dirección técnica. Y a los 16 años dirigía su primer equipo. Sin embargo, no fue de fútbol, sino que de hockey césped. Luis Ciancia le ofreció dirigir a los equipos B de Lomas Athletic. Ahí comenzó su camino por una actividad en la que fue exitoso, ganando los títulos de Lomas A en 1996 y 1997.
"A nosotras nunca nos habló de fútbol. Y si se le cruzó por la cabeza, jamás nos trasladó esa inquietud. Él estaba plenamente dedicado al hockey y le iba muy bien", comentó Mariela Antoniska al diario argentino La Nación. La portera destacaba la fijación del DT con ciertos trabajos: "Era muy obsesivo con la práctica de jugadas estáticas y movimientos. Te enseñaba que los partidos no se ganan si uno no se entrena bien durante la semana. Siempre ponía a los mejores en la cancha y todos los planteos eran para ganar".
Después de un paso por los mejores clubes transandinos de la disciplina, dio el salto a la selección femenina de Uruguay, con la que logró la medalla de bronce en los Panamericanos de Santo Domingo 2003.
Tras esa experiencia el DT dio el salto al fútbol como ayudante de Jorge Burruchaga hasta que le llegó su primera oportunidad en Defensa y Justicia, donde demostró su potencial y se ganó el respeto de sus pares y de los hinchas. Logró clasificar al humilde club a su primera copa internacional, la Sudamericana 2017, y caracterizó a su equipo por la intensidad. Curiosamente llegaría a ganar ese trofeo, pero no como entrenador del cuadro de Florencio Varela, sino que como estratega de Independiente.
Después de un irregular paso por el Rojo, que concluyó el año pasado, Holan recaló en la UC, donde instaló su sistema de drones y se hace asesorar por colaboradores que vienen desde su época en el hockey, como su asistente Juan Manuel Esparis.
Este domingo se juega un clásico de técnicos con pasado de ovaladas y sticks.