Después de 432 días, el proceso de Mario Salas llegó a su fin. En la lejanía quedó la mañana en que el DT se sacó los zapatos e ingresó descalzo al Monumental. O esas jornadas donde instauró el Newen como grito de guerra. Totalmente divorciado con los hinchas y distanciado del plantel, el Comandante fue destituido ayer de la banca en que siempre soñó estar.
La jornada de ayer comenzó muy temprano para el técnico, quien alcanzó a dirigir la práctica. Sin embargo, una vez finalizada esta, fue llamado a las oficinas del recinto de Macul, donde se le comunicó su despido. La noticia lo dejó bastante descolocado, pues no estaba dispuesto a dar un paso al costado. “Nos pidió seguir, pero este directorio y el gerente deportivo creíamos que este era el momento”, relataría minutos después Aníbal Mosa, presidente de Blanco y Negro.
El timonel, quien a fines de enero calificaba al estratega como “un guerrero”, fue uno de los más críticos en las últimas semanas con el rendimiento del plantel y la labor de Salas. De hecho, en más de alguna ocasión le transmitió su preocupación al gerente deportivo, Marcelo Espina. Otro de los directores críticos fue Ángel Maulén, mientras que Alfredo Stöhwing, Diego González y Carlos Cortés no se habían pronunciado antes porque esperaban una opción concreta de reemplazo para el viñamarino.
Y si bien en un comienzo Espina y Harold Mayne-Nicholls abogaban por la cautela para una decisión de esta envergadura, el pobre espectáculo de los albos en Curicó terminó por convencer a todos. Así, las comunicaciones por teléfono y vía WhatsApp se multiplicaron durante la jornada hasta que se tomó la determinación.
“Es una decisión que se toma en la mañana después de conversar con Mario, donde hemos estado en línea con todos los directores. Creemos que era oportuno hacerlo ahora por los compromisos que se nos vienen en marzo, especialmente en Copa Libertadores. Creíamos que era el momento correcto para poder redireccionar”, argumentó Mosa, en una conferencia en la que también estuvieron Espina, Mayne-Nicholls y Daniel Morón, los mismos que ayer se tomaban la cabeza en Curicó viendo al equipo.
Mientras afinan la indemnización de Salas, que supera los US$ 622 mil, el directorio se reunirá mañana en la tarde para analizar a los posibles sucesores del Comandante. Ahí surgen nombres de diversos entrenadores libres. Espina asegura que no hay candidatos aún. Pero el runrún surgió enseguida: Martín Lasarte, José Pekerman, Gustavo Alfaro, Jorge Almirón, Patón Bauza, Gustavo Alfaro... “Nos tomaremos los días venideros para analizar junto con el directorio y tomar la mejor decisión para todos”, comentó Espina, sin querer siquiera dar pistas sobre el estilo que se busca.
El plantel regresa hoy a los entrenamientos, que estarán comandados por Gualberto Jara hasta la llegada del nuevo entrenador del Cacique.