Pablo Lemoine dijo a La Tercera que solo había tres jugadores asegurados para Francia 2023. Uno de ellos es Martín Sigren, capitán de los Cóndores y tercera línea de Doncaster Knights de Inglaterra, equipo al que llegó tras su éxito con la selección. Aquí cuenta sus sensaciones cuando restan solo tres meses para el histórico debut en el Mundial de Rugby XV.
Llegó a Chile y pasó directamente al quirófano, ¿cómo está de su lesión?
En el último partido de la liga me rompí el tendón del bíceps, en un golpe en un tackle. La lesión dentro de todo no es tan complicada y voy a necesitar como tres meses para estar jugando al 100%. Si uno mira el calendario, voy a estar llegando para los partidos amistosos previos al Mundial.
¿Ha podido ver a Selknam? ¿Qué le pareció la temporada?
Lo más frustrante fue que en un par de partidos no se veía la identidad que habíamos logrado desarrollar, una identidad aguerrida; de una defensa sólida, de ser bien perros en el contacto. Nos costó un poco el manejo de la frustración cuando entramos en ese hoyo de malos resultados, pero creo que en los últimos partidos se fue arreglando. Contra Black Lion, el equipo georgiano, se vio a lo que juega este equipo.
¿La presión de tener el Mundial provocó que no se pudiera repetir el nivel de 2022?
Hay muchos factores. Hoy los cabros se están peleando 33 cupos para el Mundial y eso pesa. Cuando uno siente que juega mal, existe esa presión de decir “voy a quedar fuera de la nómina” y está ese fantasma cazándonos, que es inevitable y se entiende. Tienes a la vuelta de la esquina el sueño y sabes perfecto que los cupos son contadísimos, así que se generó un poco de presión.
¿Vivió eso?
Por estar en el extranjero, logré entender que tenía que vivir el momento y jugar a concho cada partido, porque era lo que más me iba a ayudar para llegar bien a Francia.
¿Cómo evalúa el año en Inglaterra?
El balance personalmente es muy positivo. Más allá de los resultados, me tocó jugar mucho, me tocó jugar buen rugby y me vi constantemente desafiado. No solo en los partidos del fin de semana, sino que desafiado semana a semana en los entrenamientos, en la competencia interna.
Jugó casi todos los partidos de titular, ¿cómo se hizo ese espacio en el equipo?
En primer lugar creo que fue mi capacidad de poder mantenerme sano a lo largo de la temporada, porque la lesión fue en el último partido. Eso me dio la posibilidad de estar siempre compitiendo. Después, en la cancha, creo que donde más me destaqué y me sentí cómodo fue con mi juego defensivo. Es el trabajo sobre la pelota, la recuperación, el liderazgo y ejemplo defensivo. Fue lo que hizo que me ganara el respeto de los compañeros. Dentro del grupo, también ser un aporte como persona, ser alguien que contagia con una energía positiva y ganas de jugar. Creo que eso también me jugó a favor.
A nivel de exposición, ¿qué tan distinta fue su vida de rugbista en Inglaterra?
La segunda división en Inglaterra no tiene mucho glamour, es poco atractiva. Acá, la creación de la Superliga Sudamericana, la cobertura de ESPN y todo el cuento, hacen que sea más profesional en ese sentido que la segunda división de Inglaterra, que sigue siendo muy rústica en ese aspecto. Se juega muy bien, pero sigue siendo un rugby de clubes, bien rústico, sin mucho glamour. Vas a partidos con 3.000 personas, que no es muy distinto a lo que nos estábamos acostumbrando en el último tiempo que estamos con harta atención.
De todas formas fue una buena experiencia...
Es lindo poder salir de la zona de confort, pero también verte en un contexto en donde nadie te conoce. Saben el currículum deportivo, pero de ti como persona nadie sabe. Eso te permite conocerte mucho. Fue lindo poder tener una hoja en blanco para poder escribir y también la parte de convivir con mi pareja. Eso nos sirvió para aprender cosas todos los días.
¿Vuelve a Inglaterra la próxima temporada?
Quiero buscar otro desafío, ya está decidido que no vuelvo a Doncaster.
La idea es mantenerse en Europa, imagino...
Es el ideal, pero dependemos de las oportunidades que vayan apareciendo, porque tomas lo que te llega. Francia es una buena vitrina, pero también juega en contra que cuando estemos jugando el Mundial, las otras temporadas ya van a estar corriendo, con los equipos cerrados y muy pocos cupos disponibles. Por suerte nos quedan un par de años de circo, así que si no es la próxima temporada, será la siguiente.
¿Cómo valora los amistosos que se vienen para Cóndores?
Tenemos buenos amistosos, Uruguay es nuestro archirrival, entonces siempre es bueno jugar en contra. Los dos de Argentina XV también son interesantes, porque nos va a tocar un partido durísimo con jugadores que se van a estar jugando un puesto para ir al Mundial. Namibia me parece interesante, porque es un equipo de nuestra categoría y mundialista.
Muchas veces se crítica el sistema de amistosos en el rugby....
Si nos queremos poner políticos, estoy de acuerdo con que la manera en que se está manejando el rugby es en beneficio de las potencias. Es lo que estaba peleando Agustín Pichot cuando se postuló como candidato a la presidencia de World Rugby. Justamente, agrandar la competencia y tratar de equiparar las oportunidades que tienen los equipos. Hoy las potencias toman las decisiones y son quienes traen la plata.
¿Cómo definiría a Pablo Lemoine?
Creo que la razón por la que logra lo que hace es por la experiencia. Conoce las dos caras de la moneda y es su gestión, su capacidad de poder entender y ver la imagen completa. Está haciendo malabares para mejorar el alto rendimiento en toda la Federación, no solo en la planificación del partido.