Martín Vidaurre adquirió mucho reconocimiento durante los Juegos Panamericanos de Santiago. El ciclista tuvo una gran temporada 2024. En la Copa del Mundo UCI XCO (mountain bike cross country) en Brasil consiguió un quinto lugar. Mientras que en los Juegos Olímpicos de Paris estuvo a punto de entrar en el top 10. El fin de semana del 31 de enero se quedó con la victoria en la primera edición del Valdivia Bike Fest, un evento que fue elaborado por el propio deportista.
“El circuito no era fácil. Me caí en la primera curva que se veía bien, pero era muy resbalosa, y de ahí pude remontar. Estoy muy contento con toda la gente que llegó”, señaló Vidaurre tras quedarse con el triunfo en la primera fecha de la International Cup UCI America MTB. En conversación con El Deportivo, el atleta habla sobre sus objetivos y su forma de lidiar con el éxito pese a su juventud, entre otros tópicos.
¿De dónde viene ese tono tan autocrítico a la hora de declarar post competencia?
Soy muy apasionado con lo que hago y, cuando uno trabaja mucho por las cosas o entrena tanto, sabes todo lo que has hecho para llegar a ese momento. Cuando tienes todo para lograrlo uno se mezcla mucho con las emociones y pone todo sobre la mesa. Me gusta decir de repente más que menos. Cambiar un poco las entrevistas porque pueden influenciar a un poco más de gente, así que igual lo hago con ese propósito. Me sale natural. Lo que pasó en los Panamericanos fue honestamente real. Yo pensaba que iba a ganar hasta el último momento y son cosas que te hacen llegar con las emociones a full. Con todo lo que vibré es una sensación que me cuesta describir. No sé si vuelva a sentir eso en mi vida.
¿Qué reflexión sacó de la polémica con las dunas que tuvo en diciembre?
El revuelo fue un impacto mediático súper grande en su momento. Creo que hubo un malentendido, sobre todo con un episodio previo por un video que salió en redes sociales, donde aparece un hombre en la playa atropellando miles de pájaros. Reflexionamos y no fue lo correcto. Pero al final fue en un campo que era privado. Era afuera de alguna anidación, de alguna reserva, algo completamente legal. Hoy en día es súper difícil encajar en todo, sobre todo en redes sociales.
¿Qué valor le toma a la preparación psicológica?
Es muy importante pero no tanto como la parte física. Al final lo que manda siempre va a ser la forma física con la que uno llega al evento, qué tan descansado estás y qué tan entrenado estás. Esto es números, es ciencia, es realidad. La cabeza te puede ayudar un montón a tomar decisiones, estrategias, pero al final siempre el más fuerte va a ganar. Lo más importante va a ser el trabajo que hiciste previamente y qué tan claro estás con tus decisiones. El cuerpo es como una máquina, uno tiene que aceptar que no todo es mental y que hay que ser realista.
Ya sea en el ciclismo o en otra disciplina, ¿tiene algún ídolo deportivo?
Me gustó mucho cómo trabajaba Fernando González. En Chile ha sido un referente e inspiró a un montón de deportistas. Aunque creo que mi principal figura siempre fue mi papá hasta cierto momento en la parte deportiva. Obviamente que uno crece con una figura paternal grande, pero más que nada él ha sido una gran inspiración. Siempre me gusta mucho analizar a las personas y ver qué realmente yo puedo rescatar de ellas, porque siento que cada persona tiene algo que aportar.
¿Qué siente al ser exitoso en tan poco tiempo?
Mi primera carrera en bicicleta la tuve como a los seis. Ya son varios años dedicados al deporte. Llevo viviendo afuera hace como cinco o seis años, entonces ya tengo más o menos los caminos hechos. Estoy tranquilo con mi carrera, creo que me queda mucho por dar todavía, pero al final estoy contento con todo lo que se ha dado. El apoyo que he recibido y, si puedo hacer que a un niño le guste andar en bicicleta y se motive, estoy más que pagado. Creo que nunca pensé que iba a influenciar tanto y eso es lo bonito que te da el deporte, dar una herramienta extra y aportar desde mi lado.
¿Qué le recomienda a alguien que está empezando en la disciplina?
Al final en Chile tenemos de todo. Tenemos cerros, montañas, la costa y las rutas. Tenemos la geografía para hacer mucho ciclismo. El hecho de disfrutar la naturaleza y el mountain bike en sí, te ayuda a pensar, a despejarte y es libertad. Eso fue lo que a mí me enamoró cuando chico, de salir en bicicleta y poder explorar todo. Lo principal es pasarlo bien y después viene la disciplina y el trabajo duro.
¿Por qué decidió crear el Valdivia Bike Fest?
La creación de este evento da la visión para que pueda crecer el deporte y ver lo que realmente es el ciclismo profesional. Al final queremos llegar a más gente y ojalá traer a Chile una Copa del Mundo.
¿Qué opina acerca de que Chile busque ser sede olímpica de cara a 2036?
Me encantaría. Es un tremendo desafío, sería una de las cosas más bonitas que tendríamos. Sería un impacto social tremendo. Es una meta muy ambiciosa. Sería un cambio tremendo a futuro del país, de la vida sana, de tener deportistas, de descentralizar un poco todo y de tener ilusión. Tuvimos medallas después de harto tiempo con la Fran y el Yasmani, lo que muestra la realidad en la que vivimos en el deporte chileno. Realmente es muy difícil sacar resultados y nos falta mucho, así que podría ser una muy buena cuna de deportistas a futuro.
¿Cree que en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 tendrá su revancha y podrá conseguir una medalla?
Todo depende un poco de mí, de cómo quiera enfocar mi energía, porque perfectamente yo podría encerrarme, ser un monje y dedicarme al cien. Me dedico por completo al deporte, pero igual tengo otros proyectos personales. Tengo un gap donde algo tengo que ceder. Al final si uno está 100% medido y es un caballo de carreras, no sé a dónde llegaría. De qué me sirve ser un campeón olímpico si no puedo dejar un legado, inspirar o tener algo que realmente a mí me guste hacer.