Bronce en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 y plata en Santiago 2023, título mundial y número uno del planeta Sub-23, 16° en los Juegos Olímpicos de Tokio. Con esos pergaminos era imposible no situar a Martín Vidaurre como una de las cartas más fuertes del Team Chile para París 2024.
Por lo mismo la atención en torno a su participación en el Mountain Bike olímpico era total. Con 24 años aparecía en uno de los mejores momentos de su carrera, son la fuerza de la juventud y el hambre de ganar todo. Además, la experiencia previa en Tokio también le daba la tranquilidad de llegar a una competencia conocida.
Pero si hay algo que tiene la cita de los anillos es exigencia. No solo enfrentó a los mejores del planeta, sino que también a un circuito extremadamente complejo como el de la Colina de Elancourt. Situada a una altitud de 213 metros, es el punto más alto de la región de París, dando con un terreno de mucha roca y pasillos muy estrechos, que dificultan los adelantamientos. La pista además fue diseñada por el experto sudafricano Nick Floros.
Con ese contexto Vidaurre comenzó su paso olímpico a las 8 de la mañana chilena de este lunes. Clasificado como 18° del mundo, Martín arrancó en el puesto 13 la carrera olímpica y rápidamente logró ganar dos posiciones. Después de eso pasó gran parte de prueba moviéndose entre su posición de inicio y la décima casilla.
Fue una carrera dura para los deportistas, ya que también el verano francés hizo lo suyo. Con altas temperaturas, muy alejadas de lo vivido el viernes en la ceremonia de apertura, no fueron pocos los que se vieron afectados esa situación, provocando que fuese una postal común la de los ciclistas pidiendo agua a los voluntarios en sus pasadas.
Vidaurre luchó con eso y con parte del pelotón que se movió entre el noveno y el 12° puesto hasta el final de la carrera. A momentos hubo ilusión con el diploma olímpico, pero todo terminó en la posición número 11 con un tiempo de 1 hora y 29 minutos. El resultado se posiciona como lo mejor del Team Chile en estos primeros días de competencia en París y también le permite al ciclista mejorar cinco puestos su clasificación en comparación a Tokio 2020.
El tiempo del nacional lo dejó a dos minutos y 38 segundos del flamante campeón olímpico Thomas Pidcock, quien además consiguió defender la presea dorada que también conquistó en Tokio tres años atrás. El británico animó una verdadera batalla con el sudafricano Alan Hatherly (bronce) y el francés Victor Koretzky (plata). Este último incluso logró quitarle de manera momentánea la punta al inglés en la última vuelta, pero terminó volviendo a ceder el puesto.
“Esto no es magia, es puro trabajo”
Una vez terminada la prueba, Martín Vidaurre habló sin titubear con los medios. Lejos de esconder su frustración, fue honesto y claro: “Intenté hacer todo perfecto en la preparación. Esto no es magia, es puro trabajo, sobre todo en mi disciplina. Es muy físico, no hay suerte y se ve reflejado”, mencionó de entrada.
Fue ahí que también explicó de sus esfuerzos para dar mostrar su mejor versión en la Colina de Elancourt. “Fue un largo proceso, intenté hacer todo de la mejor manera. Ni siquiera me quedé en la Villa. Estuve acá cerca, comiendo arroz todos los días, para poder intentar hacer todo lo más limpio posible”, añadió.
“Es crudo, es rudo, pero gracias, de nuevo, Chile, por ilusionarse y seguir creyendo en esa medalla. Ojalá podamos terminar estos Juegos con una medalla, que nos falta mucho todavía como país. Estos no son unos Juegos Panamericanos, así que ojalá salgamos adelante. Nos vemos este otro año, fue su último mensaje.