U. DE CHILE 1 - COLO COLO 1

U. de Chile: F. De Paul; M. Rodríguez, R. Echeverría, L. Aveldaño, J. Beausejour; R. Caroca; N. Oroz (62', P. Parra), G. Espinoza; S. Ubilla (87', N. Guerra), A. Henríquez, L. Benegas (90+3', S. Vittor) . DT: A. Arias.

Colo Colo: B. Cortez; O. Opazo, M. Zaldivia, J. M. Insaurralde, C. Gutiérrez; G. Suazo (86', A. Vilches), E. Pavez; G. Costa (61', I. Morales), J. Valdivia, P. Mouche; E. Paredes (44', J. Parraguez). DT: M. Salas.

Goles: 1-0, 28', Benegas le gana la espalda a Opazo y cabecea dejando sin opción a Cortez; 70', Mouche dispara de zurda tras recibir un pase de Valdivia.

Árbitro: Eduardo Gamboa. Amonestó a Oroz, Rodríguez (U); Paredes, Mouche, Insaurralde, Morales (CC). A los 76, expulsa a Henríquez por roja directa.

Estadio Nacional. Asistieron 27.004 personas.

En cursivas, jugadores juveniles.

Un Superclásico que prometía mucho y que terminó desilusionando. Un empate 1-1 entre la U y Colo Colo, más caliente que bien jugado. Mucho nervio, mucho reclamo, mucha amenaza. Rostros severos, en las tribunas y sobre el césped. Exceso de pasión y cabezas arrebatadas, donde hasta un saque de costado provocaba la reacción feroz de tres jugadores y la banca.

Entre la urgencia extrema de triunfos de los azules y el tan esperado récord de Paredes, había elementos de sobra para esperar un partido inolvidable. Pero a no equivocarse, más allá de lo áspero y disputado que fue, este encuentro difícilmente será recordado.

Universidad de Chile mostró lo mejor en el inicio. Con un gran partido de Oroz, con la entrega de Benegas y Henríquez y el despliegue de Espinoza y Caroca, el local disfrazó su presente y las diferencias que se anticipaban en favor de su rival. El Cacique, como ha sido su costumbre en esta campaña, regaló los primeros 45 minutos. Un elenco estático, con Valdivia lejos de la pelota y sin rastro de la intensidad que pregona su DT.

Un primer asalto controlado por el cuadro del cuestionado, a esta altura sentenciado, Arias. Sin un derroche de buen fútbol, pero sí con una actitud para aplaudir. El premio llegó a los 28', con el cabezazo de Benegas. Otra vez Colo Colo sufría por arriba, como tantas veces. Y desde un córner también, Rodríguez estuvo a nada de anotar el segundo, pero de suerte su cabezazo golpeó el rostro de Pavez.

La malas noticias para los albos se acentuaron a los 44. Lo ocultó Paredes, lo ocultó su cuerpo técnico, pero en la cancha esas cosas no se pueden esconder. El goleador histórico del Cacique no estaba para el Superclásico. No estaba sano y su esfuerzo (intrascendente en el juego, salvo un zurdazo y un cabezazo) le pasó la cuenta antes del descanso. Pidió el cambio, porque su lesión en el tendón del aductor de la pierna derecha recrudeció.

Las cosas, como ha pasado tanto con los pupilos de Salas, se invirtieron en la segunda parte. Colo Colo presionando, metiendo poco a poco a los azules en su campo, pero con el peligro latente de sufrir por un contragolpe. De hecho fue la U la que estuvo a punto del 2-0. Primero por una pelota que despejó Zaldivia desde la línea y después por el despilfarro de Benegas, frontal, casi en área chica.

El Cacique le hizo pagar el derroche a su archienemigo. A los 70′, Mouche recibió la asistencia de Valdivia y sacó un zurdazo fulminante. Golazo, igualdad y todos los fantasmas se instalaban en el conjunto del chuncho. La oscuridad que lo tiene en zona de descenso, con 10 partidos sin conocer victorias, nueve de ellos con Alfredo Arias en la banca. La expulsión merecida de un exaltado Henríquez hundió más al dueño de casa.

La U estaba en el suelo. Sin resto físico. Beausejour asumió como entrenador, mientras Arias solo miraba desde la orilla. El zurdo repartió instrucciones y arengas. Mario Salas, en tanto, se jugó entero con el ingreso de Vilches por Suazo.

No hubo más movimiento, sin embargo. El empate se firmó y fue justo. El blanco no merecía ganar, el azul no merecía perder. El Superclásico 185 repartió puntos y frustraciones. Ninguno puede reír. Este empate no le sirve a ninguno. Colo Colo se aleja de la UC y la U... bueno, de la U se espera siempre algo peor. Es el karma que hoy debe cargar.