Más de Campos que de Dudamel
El nuevo DT de la U debutará desde casa, donde pasa su contagio de Covid. Los azules jugarán de negro en la despedida al Tanque.
Aún con el duelo por Carlos Campos a flor de piel, la U estrenará de una forma insólita su nueva era. Vestidos de negro los azules, en homenaje al fallecido mito, y con el nuevo entrenador en una residencia sanitaria, guardando reposo por el Covid. Así que será Marcelo Jara, el DT de juveniles, quien estará en la banca en la visita de Wanderers al Nacional. Rafael Dudamel será más espectador que técnico debutante.
Arribó el venezolano el martes, conoció el Centro Deportivo Azul, y en la noche trascendió su positivo por Covid. Pero Dudamel no se quedó de brazos cruzados en su residencia. En el CDA se las ingeniaron para transmitirle las prácticas de manera online, donde observa y toma nota del plantel pensando en su regreso a la cancha, cuando lo libere un test que arroje negativo. “Hablan y tienen reuniones constantemente con Jara”, cuentan a La Tercera desde el club. Pero en cancha, el duelo estará en manos del interino, con Esteban Valencia como ayudante. La dupla de ex jugadores ya tomó las riendas azules en 2018, tras la salida de Guillermo Hoyos, y finalizaron el semestre, pero con los papeles cambiados. Entonces fue Marcelo Jara el subalterno.
La gran novedad de la U es la primera nominación del volante Brandon Cortés, argentino nacionalizado chileno que procede de Boca. Además, regresa Walter Montillo, ya recuperado de una contractura en su isquiotibial derecho.
Pero el partido será menos fútbol que mociones. La cita le pertenece a Carlos Campos, el Tanque, a su recuerdo y sus homenajes. La U ya gestionó los actos con los que quiere despedir a su goleador histórico en el Nacional. Desde la ANFP autorizaron el uso de una camiseta negra, el minuto de silencio que se expande a lo largo del país, y un pedestal en su honor. Las reglas del juego, en contraparte, no permiten detener el partido en el minuto nueve, como se pretendía. Campos falleció el martes, pero en el alma del Nacional seguirá vivo. Para siempre.
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