Más dudas que certezas: Chile se deja vencer por Honduras
La Roja cae ante Honduras en un duelo en que hizo un correcto primer tiempo, pero que bajó sideralmente en el segundo. El Equipo de Todos sigue extrañando el poder de fuego: ayer no logró traducir en goles su 72,8% de posesión. Y lo pagó carísimo.
Honduras 2-1 Chile
Honduras: L. López; F. Crisanto, D. Maldonado, M. Figueroa, E. Alvarado; L. Garrido (46', C. Pineda); B. Acosta (46', A. López), M. Chirinos (46', R. Rivas), A. Elis (89', M. Pereira), B. Moya (71', E. Solano); J. Benguché (46', J. Toro). DT: F. Coito.
Chile: C. Bravo; Ó. Opazo (75', J. Bizama), P. Díaz, S. Vegas, A. Parot; C. Baeza, C. Aránguiz, C. Pinares (79', Ch. Bravo); D. Rubio, E. Vargas (79', D. Valdés), J. Meneses (64', I. Jeraldino). DT: R. Rueda.
Goles: 0-1, 19', Parot, asistido por Rubio tras córner ejecutado por Meneses; 1-1, 73', Elis anticipa a Parot ante centro de Rivas; 2-1, 80', Toro, asistido por Rivas luego de muy débil marca de Parot.
Árbitro: J. G. Calderón (CRC). Amonestó a Acosta, Garrido, Toro y Alvarado (H); Díaz y Parot (CH).
Olímpico Metropolitano. Asistieron 28 mil personas, aprox.
Reinaldo Rueda lo había advertido: quería tocar lo menos posible el equipo que había igualado con Argentina. Y cumplió. Diego Rubio y Jean Meneses fueron las caras nuevas. Sagal y Alexis los ausentes. Y Chile, como en otros momentos del proceso, volvió realizar un partido con dudas, luego de un buen primer tiempo y una paupérrima segunda fracción.
Tal como en toda su era, la Roja de Rei tuvo muy pocos caminos al gol. Y lo terminó pagando muy caro. Sí, se convirtió, pero fue a través de la pelota parada. Y claro, frente a un rival infinitamente inferior e inocente que la Albiceleste. De juego punzante, poco. De remates al arco, casi nada. La profundidad para Chile escaseó en el Olímpico Metropolitano de San Pedro Sula.
Rueda planteó algunas variantes que pueden darle algunas luces para el futuro. Por ejemplo, la posición de Eduardo Vargas. Ayer jugó detrás de Diego Rubio, el 9 en los papeles. Y Turboman, a decir verdad, fue más protagonista que nunca en el juego chileno. Se ofreció, generó y por sus pies pasaron los mejores momentos del Equipo de Todos. Pero estuvo lejos de la portería rival. Fue una por otra: la Roja lo ganó en presencia, mas lo extrañó a la hora del finiquito.
Más certezas para Rei: Claudio Bravo entregó cosas (anoche y el jueves) que ninguno de los otros arqueros que se han probado aportan. Por ejemplo, el juego con los pies, lo que provoca que el equipo se pare varios metros más adelante. El apoyo para desahogar también es más fluido. Y menos temeroso. Pero sobre todo, el portero del City entregó seguridad en toda la gira. Esa sensación de tranquilidad que se había extraviado. En los goles de ayer tuvo poca responsabilidad.
Porque la defensa respondía tal como contra los transandinos, pero en siete minutos manchó todo su correcto cometido. Y Parot, quien hizo un muy buen primer tiempo, incluso anotando su primer tanto por la Roja, instaló un mar de dudas luego de perder la marca en el 1-1 de Elis, a los 73', y posteriormente dejarse ganar la posición antes del centro para el 2-1 de Rubio a los 80'.
La debacle de anoche, eso sí, comenzó a cimentarse antes, cuando Baeza y Aránguiz bajaron considerablemente el nivel del primer tiempo. Eso, sumado a que Chile no estuvo ni cerca de traducir en goles su casi 80% de posesión de la primera etapa, terminaron por pasarle la cuenta.
La alerta está instalada: el problema, dicho está, sigue estando de ahí para arriba. Porque si bien Edu cumplió un buen cotejo, sus compañeros de ofensiva (Pinares, Rubio, Meneses y los ingresados Jeraldino, Valdés y Christian Bravo) no dieron respuestas. Ni profundidad ni algo distinto. Y ese problema no es nuevo, porque Rei lo ha sufrido durante casi todo su proceso. Con consagrados y postulantes al recambio.
Ayer Chile fue uno en el primer tiempo y otro muy distinto en el segundo. Y todo lo bueno que dejaba la gira, con Paulo Díaz como patrón y Sebastián Vegas como buen complemento, se esfumó de un plumazo.
La Roja terminó descontrolada en Honduras, se cayó feo en dos momentos de apremio y apenas hizo un gol en San Pedro Sula, aún cuando tuvo casi el 70% de posesión. Esa es la gran tarea de Rueda. Siempre lo ha sido.
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