Tuvieron que pasar 18 partidos de postergaciones y tristezas. Santiago Wanderers se estrenó en la casilla de los triunfos tras ganar por la cuenta mínima en La Calera, equipo que perdió la gran opción de alcanzar el liderato del campeonato nacional.
Porque el cuadro caturro entendió muy rápido qué debía hacer para lograr su primer triunfo. Si bien se vio contenido por el ímpetu de los locales, después de esos minutos iniciales supo sacar partido a sus fortalezas.
A los 7 minutos, una entrada de Jeisson Vargas fue contenida por el tema Mauricio Viana. Sin embargo, en la jugada siguiente, la presión atosigante de los tres hombres en punta del cuadro porteño obligó a un apurado despeje de Kily Vilches al córner.
Precisamente, la apertura del marcador se produjo desde un tiro de esquina. A los 8 minutos, Daniel González se adelantó a todos en la marca. Y aunque no impactó el balón de la manera más elegante, pero de todas maneras festejó la conquista de Wanderers.
Entonces, el cuadro cementero se desesperó al verse en ventaja. La línea de tres en el fondo se adelantó para comprimir la salida del rival. Pero fue un arma de doble filo, ya que la inteligencia de Ronnie Fernández, además de la rapidez de Diego Vallejos y Néstor Canelón en las orillas, bien pudieron aumentar las cifras en el primer tiempo.
A los 10 minutos, Vallejos tuvo la opción de aumentar las cifras, pero la reacción del meta Alexis Martín lo impidió. A esa altura, el arquero local empezaba a convertirse en la figura del duelo. A los 18′, desarmó un rápido contragolpe verde y, cerca del final, achicó de manera perfecta a Fernández, quien elevó en posición inmejorable en la segunda pelota.
Al otro lado, el elenco de Paqui no encontraba los espacios frente al compacto y ordenado planteamiento de Emiliano Astorga. A los 34′, una chilena de Sebastián Sáez en área chica bien pudo ser el empate, pero Viana sacó la pelota con la punta de los dedos.
Entre lágrimas
En el segundo tiempo, Unión La Calera se dio cuenta que perdía una opción de oro para llegar otra vez a la punta, al menos momentáneamente. Entonces se fue con insistencia sobre el arco de Viana, pero sin la claridad suficiente para al menos empatar.
Es cierto, el equipo local tenía la pelota, pero la fragilidad que mostraba en el retroceso permitía el rompimiento constante de los porteños.
Pasado el cuarto de hora en el complementario, el encuentro tomó un ritmo vertiginoso, sobre todo gracias a las necesidades de uno y otro. Diego Vallejos ganó la espalda de los zagueros, pero fue contenido por Vilches. En la jugada siguiente, Ronnie Fernández no pudo darle dirección a la pelota para sellar el segundo.
El cuadro cementero se desesperó en el final, aunque nunca encontró las respuestas con trazos largos y más desesperación que fútbol. Pelotazos que no funcionaron, Viana cerró su arco y el elenco de Valparaíso logró su primera victoria en el torneo, tras ocho meses sin conocer los abrazos, con la cabeza puesta en la salvación y el millonario premio por lograrla.