Nicolás Massú está feliz. La ATP lo nominó como uno de los candidatos a transformarse en el entrenador del año, una designación que tiene al viñamarino entreverado en una disputa que, probablemente, no imaginó a comienzos de esta temporada. La campaña que ha cumplido desde que dirige al austriaco Dominic Thiem catapultó al también capitán del equipo chileno de la Copa Davis a lo más selecto del fútbol mundial.
"Muchas gracias a todos por este reconocimiento y muy feliz de ser nominado junto a otros grandes entrenadores", posteó en su cuenta en Twitter. Cuatro técnicos bregan por quedarse con el premio junto al Vampiro: Apostolos Tsitsipas, quien dirige a Stefanos Tsitsipas; Carlos Moya, coach de Rafael Nadal; Gilles Cervara, adiestrador de Daniil Medvedev, y Vincenzo Santopadre, guía de Matteo Berretini, compiten con el medallista de oro en singles y dobles en Atenas 2004.
De la mano de Massú, Thiem se quedó con los títulos de Indian Wells, Barcelona, Kitzbuhel, Beijing y Viena. Además, alcanzó las finales de Roland Garros, en la que se inclinó ante Nadal, y del ATP Finals, en la que cayó ante Tsitsipas.
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