Matías Dituro (31) fue el único campeón que disputó todos los minutos (2.880) de la UC el año pasado. Fue el arquero menos vencido de todo el fútbol chileno, con 28 goles en contra en 32 duelos. Esos números y sus actuaciones convencieron a Cruzados de meterse la mano al bolsillo y comprar su pase. Un portero que, a pesar del retorno de Cristopher Toselli a San Carlos, hoy arranca como titular en Coquimbo la defensa de la corona.
¿Cómo llegan al debut?
A pesar de las bajas el equipo llega bien, está con confianza -no confiado-, con muchas ganas de que empiecen las competiciones. Nos vamos sintiendo cada vez mejor. El torneo de verano hizo bien anímicamente al grupo.
Coquimbo se reforzó mucho y con jugadores como Pinilla.
El nombre de Pinilla es importante para el fútbol chileno, no solo para Coquimbo. Es un gran jugador con el que tenemos que tener recaudos. Y Coquimbo viene de ser el mejor en la B, con mucho entusiasmo por este primer partido en Primera. Tenemos que ratificar lo que hicimos el año pasado, es un desafío enorme.
Como campeones, ¿cuáles son los mínimos para este año?
No nos trazamos ni mínimos ni máximos. Vamos a ir partido a partido, pero la ilusión es conseguir lo mismo este año. Y también tenemos otros desafíos. Ojalá podamos ser los mejores en cada uno.
¿Siente mayor presión al ser el jugador por el que más se invirtió?
La verdad es que no. Mi responsabilidad, compromiso y profesionalismo es el mismo que tuve en todos los clubes, igual que el año pasado. Soy una persona que gusta de cuidarse mucho, de cuidar la alimentación, de mantener siempre un compromiso conmigo. En los entrenamientos doy todo, sé que es la única manera de sentirme bien.
¿Cómo ha sido compartir con Toselli?
La convivencia ha sido muy buena. Es una gran persona y la competencia seguramente nos va a potenciar a los dos, pero mi responsabilidad es plenamente conmigo y con el club. Trabajo siempre igual. No por tener una competencia, en este caso mayor o menor, va a ser diferente. En otros clubes también he tenido competencia, uno ya está acostumbrado. La convivencia con Tose es muy buena, y la competencia en cada entrenamiento también.
¿Entiende que si usted no responde el hincha puede presionar?
He dicho un montón de veces que tengo claro lo que representa Cristopher para la institución. Es un referente que salió del club, que la peleó, que consiguió títulos, fue seleccionado... Y realmente estoy muy tranquilo, porque entreno de la misma forma de siempre y confío en mi trabajo. Eso me respalda, me da confianza para hacerlo bien en cada partido y no pienso en que puedo tener un rendimiento bajo. Eso no se me cruza ni un segundo por la cabeza.
¿Tenerlo a él detrás le genera más responsabilidad?
Me siento totalmente responsable, pero no solamente por pelear un puesto con una persona, sino que por la responsabilidad que tengo de pertenecer a un club tan grande como Católica.
Cornejo, Huerta, Puch, Pinares y Vargas llegaron, ¿hay más o menos calidad que en 2018?
Los refuerzos que han llegado vienen a potenciar el equipo. Algunos con mucha trayectoria, otros con menos recorrido por la edad, pero todos jugadores que nos van a servir, que van a sumar muchísimo al plantel, porque se va a enriquecer.
¿Cambió mucho el trabajo y el planteo respecto de Beñat?
No demasiado. Realmente lo que nos brinda Gustavo es muchísima confianza, muchísima tranquilidad. Es una persona que transmite esa confianza, que confía mucho en nosotros, que nos da libertad. Y en cuanto al trabajo, obviamente que tiene su metodología. Ni mejor ni peor, lo que le gusta que hagamos, y hasta ahora lo estamos entendiendo muy bien.
¿Qué les aporta Quinteros?
Es un técnico con mucho recorrido, muchos clubes, selecciones. La verdad es que lo principal es la confianza. Sus charlas, su forma de entrenar… lo hemos captado desde el primer momento. Nos hizo bien como equipo.
A propósito de Beñat, ¿entendió su salida? ¿Ha hablado con él?
No, realmente no hablé con él. Y si salió, por algo habrá salido.
¿Cómo cataloga su 2018?
Muy bueno, porque los objetivos se consiguieron, tanto a nivel personal como grupal. Logramos el título. Y en lo familiar vivir el nacimiento de mi hijo, estar en un país en que me siento cómodo, en un club que me hace bien, que la gente me brinda su cariño. Fue un 2018 muy muy muy bueno.
¿El mejor año de su carrera?
No sé si el mejor de mi carrera, pero sí uno de los mejores años de mi vida, sobre todo por el nacimiento de mi hijo y por el título.
¿2018 fue solo un buen año o es su nivel?
Puedo mejorar. Soy muy autocrítico, creo que puedo tener un mejor nivel. Soy consciente de eso, que puedo llegar a hacerlo, y ojalá que lo del año pasado sea lo mínimo que se haya podido ver de mí en Católica. Voy a trabajar para dar lo máximo, que ojalá pueda elevar mi rendimiento.
¿Cuáles son sus aspiraciones?
Me gusta ir muy paso a paso, pero no voy a obviar que tenemos Libertadores, el torneo, Supercopa, Copa Chile, y tenemos los objetivos de ir pasando de fase en este primer semestre, ojalá conseguir la Supercopa y estar lo más alto en el torneo local.
¿Y las personales?
Uno nunca cierra las puertas a las posibilidades. Yo tenía tres años de contrato con Bolívar, y al año ya me toca firmar un contrato de otros tres con Católica. Los contratos te dan un compromiso con el club, pero si hay una posibilidad que sirva a jugador y club, siempre se va a evaluar. Pero la verdad es que estoy muy contento acá, no pienso en eso, para nada. Estoy muy cómodo en Chile, quiero quedarme muchos años en Católica.