La temporada 2022 de Matías Soto genera ilusión. A los 23 años, y recién graduado en Relaciones Públicas y Administración de Empresas tras una beca en la Universidad de Baylor, el tenista nacional ha tenido un notable ascenso en el ranking. En solo dos meses pasó del puesto 1.040 de la clasificación mundial al 528, gracias a notables actuaciones, como los títulos del M15 de Quito y el M25 de Portoviejo. Sin embargo, esta excelente campaña choca de frente con la dura realidad de luchar contra la falta de recursos.
Hace un tiempo, el oriundo de Copiapó realiza una campaña de ayuda por internet y también ofrece clases de tenis en su ciudad para poder financiar su carrera. “Obviamente desde que empecé a competir me he estado moviendo por todos lados; mi familia también y se ha obtenido alguna ayuda, pero el tenis es un deporte caro, para el que se requiere mucho dinero para hacer las cosas bien; para viajar bien, tener buenos entrenamientos... Y esto no para. Lo que se consigue ahora, se gasta mañana, y así vamos. Sí he podido costearme un par de torneos pero, de aquí a fin de año, está en mí y en mi familia cómo nos podamos mover y buscar recursos para seguir compitiendo”, admite.
En cuanto a las lecciones que ofrece, afirma que no es algo nuevo para él. “Las clases las hice también en pandemia. Cuando me tuve que devolver de Estados Unidos, tuve un buen grupo de gente, que creyó en mí, y ahora, que estoy de vuelta acá en Copiapó, lo veo como una retribución a la gente. Obviamente, se gana plata, pero también se hace un buen ambiente”, sostiene.
Su gran campaña en el circuito, que ha conseguido de la mano de su hermano Mario, quien lo entrena, no lo sorprende. Es algo que estaba esperando, como bien reconoce. “Yo siempre me tuve fe, por algo decidí seguir jugando después de graduarme de la universidad. Tenía ganas de competir, ver subir mi ranking. Antes, con la universidad, no podía competir y ahora, jugando tantos torneos seguidos y obteniendo buenos resultados, eso me motiva. Esperaba que me fuera bien, porque siento que el nivel lo tengo, pero ha sido un ascenso rápido. Yo me puse de meta estar 500 del mundo a fin de año y ya estoy 530. Entonces, esa meta se corrió. De acá a fin de año puedo estar tranquilamente estar 350. Es una meta difícil, pero depende de mí”, afirma.
Clave para esto fue su paso por la exigente NCAA, donde año a año aparecen grandes talentos que luego se consagran a nivel ATP: “La experiencia de la universidad fue increíble. Fueron cuatro años de alta exigencia. El competir, viajar, estudiar y aprender un nuevo idioma me sirvió para crecer como persona y jugador. Eso me preparó muy bien para hoy estar en el circuito y hacer las cosas bien. Me siento preparado para competir contra cualquiera. Allá me enfrenté a muchos jugadores que ahora están top 100 o top 200. Fue la mejor preparación que pude tener”.
También tiene palabras para hablar de su gran ídolo: “Siempre me gustó Roger Federer, no tanto por lo elegante que es para jugar tenis, sino que por la manera de comportarse. Uno ve la excelencia pura en él, es mi referente y mi modelo a seguir. No basta con pegarle bonito a la pelota, sino que hay que ser una buena persona”, valora.
Carta para la Copa Davis
En las próximas horas, Nicolás Massú entregará la nómina de Copa Davis, y Soto suma muchos bonos para estar en la convocatoria para la serie por el Grupo Mundial I ante Perú en Lima. Anteriormente fue convocado como quinto jugador ante Suecia y Eslovaquia. Hoy siente que sus opciones son más concretas. “La esperanza está. No he recibido ningún llamado todavía, pero estoy en una buena posición. Hoy día me encuentro en una posición de poder competir si se llega a necesitar. Sería una bonita experiencia y oportunidad, y la espero”, confiesa.
El listado asoma con algunas novedades, como un eventual regreso de Gonzalo Lama. De concretarse, el León volvería a defender al representativo nacional después de cuatro años y medio de ausencia, donde debió enfrentar diversas complicaciones de salud y físicas.
Por otra parte, la gran duda de la convocatoria, que completan Nicolás Jarry y Alejandro Tabilo, es la nominación de Christian Garin. El número dos del país puso en duda su participación tras las molestias que arrastra en la muñeca izquierda. “Quiero estar en Copa Davis, también estar bien de salud y terminar bien el año. No he parado de trabajar y llevo un mes emocionalmente complicado. Hice todo lo posible por estar acá en Nueva York, lo logré, gané un partido y hoy competí de igual a igual por momentos contra un jugador top. Si sigo con la misma actitud y mayor preparación voy a terminar bien”, había señalado en entrevista con el medio Clay Tenis.