Matías Zaldivia (30) dice que recién recupera la voz. Sus cuerdas vocales aún pagaban las consecuencias de la efusiva celebración del agónico gol de Javier Parraguez que le dio a Colo Colo un triunfo clave ante Coquimbo Unido. “No recuerdo haber gritado tanto un gol como ese en harto tiempo”, asegura.
Una celebración de final del mundo, como está de moda decir.
Es raro decirlo, pero para nosotros este partido era una final, igual que los cuatro que nos quedan. Y así se vio. El plantel está muy unido y por eso estábamos todos los que nos dejaron estar. Por protocolo no puede ser; si no estaríamos todos.
¿Ese sufrimiento y desahogo final resumen la temporada?
Sí. Fue un año muy complejo, pasaron muchas cosas que sabemos y que no está bueno recordar porque son parte de un mal pasado. Hoy nos encontramos en esta situación, obviamente por lo que nosotros hicimos y no hicimos, pero estamos dando la cara. Nos quedan cuatro partidos y daremos todo para seguir en Primera, que es el objetivo de todos.
¿Por qué Colo Colo debe salvarse?
Sería algo muy malo para todos que Colo Colo no esté en Primera. Ni nos ponemos a pensar de esa manera, porque estamos totalmente confiados de que esta situación se va a revertir. Tuvimos malos momentos, pero no tenemos nada que envidiarle en cuanto a jugadores a otros planteles.
Llevan una racha de cuatro partidos sin derrotas, lo que parece un avance significativo.
Estos últimos cuatro partidos ganamos dos y empatamos dos. No perder es muy bueno. Tenemos que buscar esa regularidad y sumar en cada partido para salir del fondo. Hasta que no se equipare el tema de los partidos pendientes, todo va a ser muy raro. En las últimas tres fechas se sabrá bien cuántos puntos se necesitan.
Este Colo Colo parece más pragmático. ¿Es por necesidad?.
Quinteros lo dijo en su conferencia. Estábamos tratando de buscar un equipo más sólido. Hoy en día no somos un equipo vistoso, somos un equipo duro, mucho menos amistoso, que entiende los partidos y entiende por dónde ir, que mete mucho. El otro día estaba muy bien Solari por la derecha y supimos que era por ahí el tema. Me pone muy contento por ese lado, porque los chicos lo están haciendo bien. Están entendiendo muy bien partido a partido. Estoy muy confiado en los muchachos.
¿Estar fuera de los partidos le permite explicarse por qué Colo Colo está donde está?
Todas las acciones tienen sus consecuencias. No se hicieron bien las cosas ni por nuestro lado ni por el de la dirigencia. Nosotros hacemos un mea culpa muy grande y tenemos mucha responsabilidad por el momento que estamos pasando. Fue un cúmulo de cosas que hoy en día te hacen tener la realidad que tienes.
En plena pandemia el plantel fue enviado a la cesantía y quedó sin entrenar bajo la supervisión de profesionales del club. ¿Hay responsabilidad dirigencial?
Es una culpa compartida. Todos los integrantes tenemos una parte de la culpa de que el club esté así. Lo importante es que hoy todas las patas están en una misma línea, y se refleja en los últimos partidos.
¿Cuánto influye jugar en el Monumental vacío?
Demasiado, porque la gente de verdad que juega un rol muy grande. Cuando uno sale a la cancha y escucha a su gente enseguida se pone a tono del partido. Salir al estadio sin gente es horrible.
¿Sintió que el club no le demostró el mismo cariño que los hinchas al mandarlo a recuperarse a la isapre?
Soy un agradecido de la gente, que tiene una palabra de aliento, una caricia por las redes sociales o en la calle. Esa es la fuerza que siempre tuve para salir de mis otras lesiones y volver a jugar. Lo del club fue una situación rara, que jamás había pasado. Lo bueno es que se retractaron en su decisión y logramos arreglar las cosas y evitar posibles conflictos futuros.
¿Cómo va su recuperación?
Bien. Ya en la última etapa. Carreras largas, fuerza, trabajo con pelota. Después viene la parte del reintegro con el grupo, y así llegar a la próxima temporada siendo uno más.
Colo Colo no puede tener una semana tranquila: le gana a Coquimbo, pero explota lo de Morales. ¿Qué hay que hacer con él?
Eso lo está manejando el club. Son temas personales. Iván es adulto y el club sabrá hacer lo correcto.
¿Han intentado orientarlo?
Conversaciones se tienen con todos los chicos cuando van subiendo. Yo también las tuve. En la carrera de un jugador siempre la palabra del grande te marca el camino; después está en uno tomar o no los consejos.
¿Escuchan menos los jóvenes a los referentes ahora?
A mí me escuchan bastante. Los tiempos cambiaron. Cuando debutamos nosotros había menos tecnología y menos información. Hoy hay que cuidarse el doble.
¿El error es seguir considerando que un jugador de 20 años es un cabro chico?
Si te sientes chico vas a ser siempre chico. En algún momento tienes que dar el salto y en esta profesión nadie te espera. Las pocas chances que tengas para salir de un equipo grande debes tomarlas.
¿Colo Colo es un equipo que necesita rejuvenecerse?
Es raro. En los campeonatos que salimos campeones, los mejores jugadores del plantel eran los más grandes. Cuando el grande está mejor tendrá que jugar él. Y cuando el chico esté jugando mejor, juega el chico. Hay que ver rendimiento más que la edad. La edad es un adorno.
Ya cumplió los cinco años de permanencia en Chile y opta a la nacionalidad, ¿por qué quiere ser chileno? ¿por la Selección?
Ya está por presentarse la carpeta y ver los tiempos que demore que salga la nacionalización. Es muy importante liberar un cupo para el club, pero después de una lesión así sería muy hipócrita que quiera estar en la Selección sin aún volver a mi nivel. La Selección es algo muy grande. Si me llaman, me encantaría.
Como chileno, ¿a quién le gustaría ver en la banca de la Roja?
Pelado Almeyda me parece un gran técnico. Sus equipos juegan con una intensidad por ahí igual a la que Sampaoli le daba a la Roja.