Trece años tenía Matteo de Gavardo el día de julio de 2015 que salió a andar en bicicleta con su padre, el motociclista Carlo de Gavardo, un paseo que terminaría con la muerte del multicampeón de enduro y cross country. Cinco años después, el menor de los hermanos vive en Oliana, al norte de Barcelona, donde viajó en agosto de 2019 para correr el Nacional de ese país con el objetivo de mejorar el rendimiento en el Nacional FIM cuando era líder en Expertos. Está contento con lo hecho, pues por la pandemia ha habido poca actividad en la Península, así que se anotó en fechas del Mundial, que pese a ser más duras, lo han dejado satisfecho con los resultados: octavo en Francia y sexto en Italia en la serie Open 4.
“Con el equipo no teníamos pensado correr en el Mundial, debido a que nuestro foco es el Campeonato Español, pero como no se estaban realizando carreras se nos dio la oportunidad y estoy muy feliz, es un sueño”, relata el deportista.
¿Considera que tuvo buenos resultados?
Sí, y la verdad es que no me los esperaba. Fui a correr tranquilo, a disfrutar e intentar ir contento arriba de la moto. La gente fue muy simpática y había mucha afición.
¿Fue tan distinto el Mundial a lo que se ve en Chile o España?
Sí, es muy difícil y los tiempos son ajustados entre especiales. Iba con mucho miedo de no llegar a los controles (ríe). En hartas partes tuvimos que parar para ayudarnos entre nosotros, para que pudiéramos pasar las partes más difíciles.
Pero llegaba...
Y llegaba bien. Es que yo daba todo para llegar bien.
¿Le sorprendió eso, llegar tan bien?
Es que si no llegaba, era porque algo estaba mal. Pero fue entretenido, entre todos “aperrando”.
¿Físicamente, fue muy exigente?
Todo el rato era exigente, menos en algunas partes que eran de calle, pero igual había que ir muy concentrado porque el pavimento estaba mojado y era muy fácil caerse. Además, había que cuidarse de los radares en la calle, había que ir atento también.
¿Se coordinó con Ruy Barbosa, el chileno que lleva un par de años corriendo los Mundiales?
Sí. De repente íbamos caminando yo con los amigos españoles y nos veíamos y nos saludábamos. Él venía con los italianos y él se conoce con mis amigos. Es una gran experiencia.
¿Pero cómo, de lejos? ¿No conversaron, no le dio ningún consejo?
Sí, conversamos de la especial y un consejo que me dio fue que aproveche de aprender lo máximo. Nos llevamos bien.
Ya ha corrido dos fechas dobles. ¿Esa categoría Open 4, qué significa?
Significa que tiene un poco menos de dificultades que la que corre Ruy, en algunas partes hacemos desvíos, pero de igual manera tiene un alto nivel y los pilotos son muy buenos.
¿Alguien te dijo algo por su apellido?
En los Supertest, que son el prólogo la noche o tarde del viernes, dijeron por los parlantes algo de mi papá, pero yo estaba concentrado. Me alegró.
¿No se encontró con algún amigo de él? ¿Nada?
En Francia, sí, se me acercó un piloto que había corrido con él. Sentí que mi papá me lo mandó, porque me dio tranquilidad antes de largar, porque me habló de mi papá.
¿Qué le dijo, quién era?
No sé quién era. Me dijo que había corrido con mi papá en un rally en España hace mucho y decía que cuando le cuente a sus amigos que estuvo con el hijo del Carlo no le iban a creer.
¿Él que hace ahora?
Corría. Fue antes del Supertest que corríamos en contra. Debe haber tenido unos cuarenta y algo.
¿Siente que ha puesto en práctica alguna enseñanza de su papá?
Que hay que seguir lo que a uno le gusta, y si no lo haces feliz, mejor buscar otra cosa. Y poner mucho esfuerzo en todo.
¿Y de conducción, de técnica?
No mucho, no me acuerdo. Solo poner los dedos en el embrague y freno siempre.
¿Ha cambiado sus objetivos u horizontes con esto de los buenos resultados en el Mundial?
Siempre son ir mejorando y sentirme mejor y con mas confianza en la moto.
Pero ya está volviendo el torneo de España ¿se va a olvidar del Mundial o va a volver?
Fui al torneo de España, pero voy a cerrar el Mundial. Este fin de semana es la penúltima fecha, en Marco de Calaveses, Portugal y la próxima, la última, ahí mismo.
¿Tuvo alguna felicitación de su equipo, el WP Eric Augé?
Bueno, un poco. Ellos no son mucho de felicitar acá, pero algo me dijeron, así que quedé contento, por ese poco.
¿Cuántos pilotos tiene el equipo?
Cuatro. Somos dos españoles, uno de Argentina y yo, de Chile.
Hasta hace un tiempo a usted le apasionaba la mecánica. ¿Sigue siendo así o se decidió por ser 100% piloto?
Me encanta. Pero ahora estoy 100% como piloto, aunque también practico la mecánica con mi moto.
Y la vida. ¿Extraña a la familia, a la polola?
Paso extrañando a mi familia, a mi polola y las cosas sencillas, como las comidas hablando cualquier cosa, ver los cerros y andar en moto con mi familia.
¿Vive solo?
No, vivo con el mecánico y el piloto argentino en un departamento. No es muy grande, la silla del comedor choca con mi cama.
¿Está contento con la decisión que tomó de irse, dejar el colegio, la familia?
Sí, es un sueño. Tuve que dejar cosas de lado e irme lejos de mi familia, pero estar acá, con los mejores y aprendiendo todos los días es algo que tenia que aprovechar.